domingo, 1 de marzo de 2015

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Termina la era de José Mujica en Uruguay

‘Pepe’ deja hoy la Presidencia, heredando grandes retos a su sucesor, pero sobre todo, un legado de carisma y sencillez
01/03/2015 08:00 Claudia Villanueva / Publicado en el Diario Excélsior


Fotoarte: Daniel Rey
CIUDAD DE MÉXICO, 1 de marzo.- José Mujica, dueño de un carisma innegable, supo ganarse el aprecio y la admiración tanto de los uruguayos como de muchos otros más allá de las fronteras de su nación, debido a la sencillez en sus actos, una personalidad afable y un concepto distinto de gobernanza. Hoy, Uruguay lo despide como Presidente.
Su austero estilo de vida no pasó desapercibido, la prensa internacional y las redes sociales lo llamaron el “presidente más pobre del mundo”, solamente porque nada cambió en él con la llegada del poder, aunque no se considera el presidente pobre porque “pobres son los que quieren más”, afirmó.
Mujica es un presidente que rompió los esquemas y dista mucho de la imagen de mandatarios como Vladimir Putin, de Rusia, o Barack Obama, de Estados Unidos. Es un hombre que fue herido por una bala, detenido en varias ocasiones, y que incluso protagonizó en 1971 una fuga de prisión junto con un centenar de militantes, en una de las mayores fugas carcelarias de la historia uruguaya.
Tiene un pasado guerrillero. Él se considera un gran admirador de la naturaleza, tiene un profundo cariño por su perra Manuela y gusta de pasar el tiempo junto a su esposa, la senadora Lucía Topolansky, en su casa situada en la zona rural de Montevideo.
El paso de Mujica por la Presidencia será recordado por la aprobación de importantes y controvertidas leyes como: la regulación de la mariguana, la despenalización del aborto y la aprobación del matrimonio homosexual. Además de políticas humanitarias al darle refugio a familias sirias que padecen la guerra en su país y a seis exreos de la prisión de la base estadunidense de Guantánamo.
Hoy, José Mujica deja su cargo y con él una pesada herencia para su sucesor, el oncólogo de profesión, Tabaré Vázquez, quien buscará superar la gran aceptación y cariño que la gente siente por Pepe, como también es conocido, lo trascendental de sus políticas progresistas, aunado a los retos en materia de seguridad y educación que viene arrastrando el país.
Vázquez no es ajeno al cargo, ya que fungió en él de 2005 a 2010, justo antes de la llegada de Mujica, y se convirtió en el primer presidente uruguayo emanado de las filas de la izquierda. Le tocó dirigir a un país que venía de una crisis en 2002 y su gobierno le dio prioridad a la atracción de inversiones extranjeras y a la exportación de materias primas.
A pesar de que Vázquez y Mujica vienen del mismo partido tienen ideas que contrastan. Mientras que el primero es un antitabaquista declarado, que durante su primer mandato prohibió fumar en lugares públicos, el segundo es el hombre que impulsó la legalización de la mariguana y con ello el mundo volteó su mirada hacia Uruguay.
Vázquez tiene en sus manos uno de los primeros desafíos, darle o no seguimiento a la propuesta de venta de mariguana en farmacias que Mujica inició, pero es algo que ve con recelo e incluso ha recomendado no consumirla.
A diferencia de hace cinco años, Vázquez recibe una economía en buen estado, con un crecimiento anual alrededor de tres por ciento, una tasa de desempleo de 6.7%, según la cadena británica BBC. Aunque el mismo Mujica reconoció que el país enfrenta una alto déficit fiscal que equivale a 3.5% del Producto Interno Bruto (PIB).
Pero también aseguró que tienen “la puerta abierta para un financiamiento cómodo”, refiriéndose a los casi cuatro mil millones de dólares en líneas de crédito disponibles en organismos multilaterales, según el periódico uruguayo
El País.
Mujica aseguró con relación al próximo periodo presidencial de Vázquez que “a partir del 1 de marzo estaremos ayudando al nuevo
gobierno, estaremos empujando con entusiasmo para lograr los cambios que necesita nuestro país. Vale la pena comprometernos en ese esfuerzo”.
Uruguay tiene, como toda nación, retos y problemas por resolver como: la educación y la seguridad, temas que dominaron la campaña electoral de 2014 en la que Vázquez venció en segunda vuelta al candidato del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou, con 53% de los votos.
El tema de la educación es algo que preocupa a los uruguayos, ya que en la última prueba PISA de 2012, evaluación realizada por la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (OCDE) que mide los niveles educativos de jóvenes de 15 años en 65 países, obtuvieron los
peores resultados desde 2003.
El principal problema del sistema educativo uruguayo está en la deserción escolar, que se da con mayor frecuencia en la secundaria; incluso el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés) sugirió al gobierno que debe acabar con este problema, así como disminuir los altos índices de repetición de grados durante la primaria, mejorando los niveles de aprendizaje.
Además, el país ha sufrido en los últimos años paros y huelgas por parte de los maestros que exigen un aumento salarial. El tema educativo, reconoció Mujica, es uno de los grandes fracasos de su gestión, según el diario uruguayo El País.
Ante el tema de la educación, las propuestas de Vázquez se enfocaron en incentivar a los estudiantes por medio de becas que les permita continuar con sus estudios, además de dar mayor asistencia en la transición de primaria a secundaria y fortalecer al Ministerio de Educación.
Por otro lado, en Uruguay existe una creciente sensación de inseguridad, aunque las estadísticas sugieren que se mantiene como uno de los países más seguros de Sudamérica, con una tasa de homicidios de ocho por cada 100 mil habitantes y el número de asesinatos se redujo en el último año, de acuerdo con cifras oficiales.
Sin embargo, sí se encuentra entre los cinco países con más robos, según datos de Naciones Unidas. Y, de acuerdo con los registros y estadísticas del Observatorio Nacional de Violencia y Criminalidad del Ministerio del Interior, se produce un asalto cada media hora (55 por día) y durante 2014 tuvieron un aumento de diez por ciento respecto de 2013.
El presidente electo podría elegir seguir las políticas del actual gobierno en materia de seguridad, “tratando de dignificar la función de la policía, la reducción del hacinamiento carcelario y el apoyo a las víctimas”, aseguróEl País.
Mujica, amado por muchos y por otros no tanto, vio en 2012 cómo su popularidad descendió por debajo del 50% y la aprobación de su desempeño como presidente fue menor a 40%. Y según la cadena británica BBC, en los sectores con mayor educación en Uruguay son quienes más critican su peculiar estilo y personalidad desenfadada.
Pero Mujica se despide con 65% de aprobación, de acuerdo con una encuesta del diario uruguayo La República.
Agradece respaldo
Mujica dijo adiós el viernes frente a cientos de personas en la Plaza de la Independencia en Montevideo, Uruguay, pero más allá de ser homenajeado por los ciudadanos, Pepe definió este acto como un agradecimiento al pueblo uruguayo por estos cinco años de gobierno.
Durante su discurso le recordó a la multitud que “la lucha que se pierde es la que se abandona,
pero también querido pueblo, saber que no hay ningún final sino el camino mismo”.
Mujica cerró su discurso dando las gracias por las críticas, el cariño y el compañerismo que le hicieron sentir durante su gestión, además expresó: “No me voy, estoy llegando. Me iré con el último aliento y donde estés estaré por ti”.
Esta multitudinaria despedida fue anunciada en redes sociales, además en la página de internet del propio Mujica, www.pepemujica.uy.
Hoy, Tabaré Vázquez regresa a la Presidencia y algunos de los mandatarios que confirmaron su asistencia a la toma de posesión en la Asamblea Nacional fueron: de Ecuador, Rafael Correa; de Bolivia, Evo Morales; de
Brasil, Dilma Rousseff y de Paraguay, Horacio Cartes, entre otros líderes de la región.

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