PHOENIX, 1 de febrero.- Una de las franquicias relativamente más jóvenes en la NFL, los Halcones Marinos de Seattle, surgidos en 1976, tienen la oportunidad de meterse en la élite de la NFL, luego de varias décadas de pasar sin pena ni gloria.
Ahora, el equipo dirigido por Pete Carroll está a las puertas de convertirse en la octava franquicia en la era de los Super Bowls en repetir títulos en años consecutivos, y con un equipo que promedia poco menos de 27 años de edad; los emplumados tienen una gran oportunidad de convertirse en la dinastía de la década.
Seattle nació como un equipo representante de la Conferencia Americana, donde llegaron a disputar un Juego de Campeonato en 1983 en contra de los Raiders de Los Ángeles, el cual perdieron 14-30 en lo que fue su primera aparición en playoffs.
Seattle regresó a la postemporada en 1984, 87, 88 y 99, hasta que en 2002 se mudaron a la Conferencia Nacional con la expansión en la NFL y la llegada de los Texanos de Houston.
En el Oeste de la NFC arribaron a los playoffs en 2003, 04 y 05, temporada en la que jugaron su primer Super Bowl, mismo que perdieron en contra de Pittsburgh (10-21) bajo las órdenes de Mike Holmgren; desde entonces, a pesar del cambio de coach, primero con Jim Mora y posteriormente con Carroll, se han mantenido peleando por el boleto a la postemporada.
Carroll llegó en 2010 para superar lo hecho por Holmgren y por Chuck Knox al darle el primer anillo de campeón de un Super Bowl a la franquicia la temporada anterior con la valiosa ayuda del jugador 12, la afición de los Halcones Marinos, considerada la más ruidosa de la NFL y una de las más apasionadas.
Con la llegada, en 2013, del coordinador defensivo Dan Quinn, los Halcones Marinos han sido la mejor defensa de la Liga en esas dos temporadas, que ha provocado comparaciones con murallas del abolengo como la Cortina de Acero, los Monstruos del Midway y la de los Cuervos de Baltimore y Ray Lewis.
“Es un privilegio que nos consideren en esa conversación de estar entre las mejores defensas de la historia, pero creo que todavía nos falta para llegar a esas alturas”, señaló Carroll.
En temporada regular, Seattle permitió apenas un promedio de 267.1 yardas por partido a sus rivales y fue la que menos puntos aceptó en el año, con 254 (15.9 por partido). El problema para los Halcones Marinos vendrá luego si se confirma la salida de Quinn, quien sería el nuevo head coach de los Halcones de Atlanta.
Seattle se ha enfrentado en 16 ocasiones a los Patriotas y ésta será la primera en postemporada, en una serie que está emparejada a ocho triunfos por equipo, siendo el último de ellos a favor de los Halcones Marinos en 2012, cuando su quarterback Russell Wilson era novato.
Ahora, con un anillo de Super Bowl, Wilson siente que haber jugado y ganado el duelo por el título hace un año es un envión para hoy.
“Es muy benéfico. Creo que haber tenido la experiencia de esa semana hace una gran diferencia”, explicó Wilson.
Sin embargo, para repetir el triunfo de 2014, Seattle necesitará mucho más que  un safety a favor al inicio del encuentro (como ocurrió hace un año en la victoria 43-8 ante Denver)  al toparse ante un rival con una gran experiencia, con una dupla de coach-quarterback que ha ganado tres anillos y que estarán en su sexto Super Bowl.