José Luis Gutiérrez Gutiérrez
jlggutierrez@hotmail.com
Publicado en tabascopolitico.com
INJUSTICIA EN LA JURISDICCIÓN SANITARIA 13
Los problemas de fondo que sigue padeciendo la secretaría de Salud, y que motivaron la renuncia de su irascible ex titular Juan Antonio Filigrana Castro, no se van a resolver con maniobras arbitrarias y perversas como la que acaba de fraguar el director Administrativo de la secretaría de Salud, Juan Vicente Cano Gómez en contra del personal de la Jurisdicción Sanitaria 13 de Nacajuca.
El mismo que hace algunos años tuvo problemas no solo en el área Jurídica de la Región Sureste de Pemex, sino también como presidente del Tribunal de Conciliación y Arbitraje durante el desastroso mandato constitucional del ex gobernador Andrés Rafael Granier Melo. En ambos cargos fue acusado de corrupto e indolente.
Si bien es cierto, que en el 2015 la Jurisdicción Sanitaria 13 de Salud no fue la mejor evaluada en sus metas a cumplir, tampoco fue la peor, ocupó el lugar número 12 (81.49 Índice de Desempeño, 5 puntos y fracción por abajo del primer lugar que fue Macuspana) empero, en el Programa de Atención a la Salud de la Infancia y Adolescencia (PASIA), están cerca del 100 por ciento.
Esto y el éxito que obtuvieron en el combate al dengue durante la pandemia del dengue en el 2013, ni las excelentes campañas de fumigación en contra de Chagas, Chikunguya y Zika, le pareció muy poco, al prepotente y engreído funcionario de Salud quien, con la mano en la cintura, cesó no nada más al director de la Jurisdicción 13 de Nacajuca, Adán Magaña Gómez, sino al coordinador Administrativo Jorge Ramón García.
El primero fue sustituido por la doctora del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Jenny Campos García, quien podrá seguir disfrutando de su plaza federal. Me quiero imaginar que el secretario de Salud, Rafael Gerardo Arroyo Yabur, no encontró el perfil idóneo dentro del sector médico que labora en esa fallida institución, ya que no creo que tenga que ver con que viene precisamente del también cuestionado e ineficaz Seguro Social.
Aprovechando las vísperas de la Semana Santa, el engreído de Juan Vicente Cano Gómez utilizó y manipuló a su favor una protesta de 12 de los 98 empleados de contratos de suplencias de la mencionada Jurisdicción para deshacerse canallesca e ilegalmente de ambos, cuando la verdadera responsable de que no le hayan pagado -motivo central de la protesta- a tiempo a esos trabajadores, es la jefa del departamento de Operaciones de la secretaría de Salud, Joyelín Hernández Márquez, quien mandó retrasado los papeles a Finanzas.
La evidente injusticia cometida a Adán Magaña Gómez y a Jorge Ramón García no solo amerita inmediatamente la reinstalación en sus ex responsabilidades, sino una disculpa pública, pues ambos fueron cesados en plena calle, sin ninguna consideración, y hay decenas de testigos de los penosos y lamentables hechos ocurridos el miércoles 16 del presente mes, entre las 2:45 y 15:00 horas de ese día.
Hoy mismo podrían correr la misma desdicha, la titular del hospital comunitario de Nacajuca, Vigdalia Ricardez Vargas y la jefa de Recursos Humanos, Mariela de Jesús Ramón Domínguez.
Si la intención es ayudar a los entrañables amigos (as) que dejaron en el Seguro Social, pues no se vale, en Tabasco hay suficientes médicos con especialidades, maestrías, doctorados y experimentados que tienen años esperando una magnífica oportunidad como la que le dieron a su “cuatita” Jenny Campos García.
Y, si es, apenas el comienzo de una cacería de brujas en las Jurisdiccionales Sanitarias, pues muchísimo cuidado, socialmente “el horno no está para bollos”.
Lo ocurrido en la Jurisdiccional 13 de Nacajuca, es vergonzoso y ruin como muchas de las situaciones de las que ocurren en la entidad. No se puede, o mejor dicho no se debe seguir pisoteando la dignidad humana como tan frecuentemente ocurre aquí.
Se está volviendo una insana costumbre de nuestras autoridades.
“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”
(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)
El PRI impugnó la pasada elección extraordinaria en el Centro, porque política y moralmente estaba obligado a ello. Hubiera sido una contradicción e incongruencia no hacerlo.
Hay que recordar que la mayor parte de la desatinada y desafortunada campaña política de la diputada federal Liliana Ivette Madrigal Méndez se la pasaron literalmente llorando en contra no solo de los medios de comunicación, sino de la guerra sucia, que ellos operaron desde las sombras, para fortalecer, según ellos, a su malograda abanderada, y a la que finalmente enterraron con esas “originales” y “sesudas” estrategias mediáticas y políticas.
Si no hubieran procedido automáticamente habían quedado al descubierto.
Por ello procedieron, pues legalmente no hay materia jurídica para anular por segunda ocasión la jornada electoral por la Joya de la Corona. Es la misma historia en Morena.
Tan lo saben y están consciente de ello, que el grueso de los cuadros, dirigentes y militantes del PRI, no están pensando en la anulación, sino en quién debe sustituir al dirigente “tras bambalinas” priista, Miguel Ángel Valdivia de Dios.
Y tan lo sabe todo el mundo, que ya se empiezan en los desayunadores políticos a barajear nombres en para que acompañe a Gerardo Gaudiano Rovirosa a gobernar a sus gobernados en la capital tabasqueña.
Como quien dice: este arroz ya se coció.
César Raúl Ojeda Zubieta se irá una vez que los magistrados electorales avalen el triunfo inobjetable del nieto del ex gobernador Leandro Rovirosa Wade. Precisamente continua ahí por el inapelable revés del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, de lo contrario desde diciembre estuviera cuidando a sus nietos.
La mayoría coinciden en que la subsecretaría de Gobierno, Neyda Beatriz García Martínez lo relevará en la delicada encomienda. Personalmente no lo creo, y no solamente porque no tiene las cartas credenciales suficientes para hacerse cargo de la política interna, sino porque hay suficientes pruebas de que usó el poder de la Junta de Coordinación Político del Congreso local para beneficiarse mediante jugosos contratos de obras públicas en los municipios, verbigracia, Centro, Cárdenas, Huimanguillo, etcétera.
El nuevo secretario de Gobierno tiene que ser un político de respeto, honrado, con pericia, oficio y sensibilidad política. No hay que olvidar que es el último tramo del gobierno de Arturo Núñez Jiménez por lo que va a requerir de alguien de su absoluta confianza, y principalmente capaz de tender los puentes necesarios con sus opositores más reacios.
La ex diputada perredista no tiene el tamaño ni la calidad moral y ética para asumir esa secretaría de gran envergadura, menos después de que su actual titular resultó un rotundo y sonoro fracaso.
Se quedó en la famosa “curva de aprendizaje”, en la que por increíble que parezca, continúan varios servidores públicos de primer orden.
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