GUAYABAZO SECO / Manuel García Javier / Recomponer la ruta / Columna / Lu Junio 29

Guayabazo Seco

Manuel García Javier
Publicado en el Diario de la Tarde

Recomponer la ruta

“No morirá la flor de la palabra. Podrá morir el rostro oculto de quien la nombra hoy, pero la palabra que vino desde el fondo de la historia y de la tierra ya no podrá ser arrancada por la soberbia del poder”.

IV Declaración de la Selva Lacandona (1 enero 1996)

Algunos amigos nos recuerdan el pasaje bíblico del joven sabio al que corrompió el poder: Salomón joven pide a Dios saber gobernar "con santidad y justicia". Pero pronto la acumulación de poder e intrigas que heredó de su padre corrompió su corazón, de forma que su sabiduría la llegó a poner al servicio casi exclusivo de su orgullo y su bienestar.

En los tiempos modernos para algunos resulta fácil gobernar, en tanto para otros se les dificulta el arte de conservar el equilibrio entre la administración del poder y mantener al pueblo contento. El “pan y circo” del que mencionaba en entregas anteriores, a propósito de la feria, sólo fue efímero y nuevamente surgen los problemas.

Por ejemplo, hay mandatarios que no obstante han avasallado al pueblo, continúan en el poder en base a su manera de gobernar y de manejar equilibradamente las cosas. Ahí tenemos el premier ruso Vladimir Putin o al presidente venezolano Nicolás Maduro, que se dan el lujo de criticar a sus detractores y hasta se atreven a invitarlos a escuchar "la voz del pueblo".

Tabasco vive hoy momentos de incertidumbre debido al sensible tema de inseguridad que padece. Las familias hoy están carentes de palabras de aliento y en el ambiente se siente que hay voces calladas ante la gravedad del asunto que cada día crece más, porque estamos en manos del hampa y hay quienes pasan noches de insomnio de pensar si amanecerán en la vida o simplemente quedar en la muerte.

Hace dos años seis meses, a propósito de la toma de posesión del gobernador Arturo Núñez Jiménez, lo primero que escribimos fue en el sentido de que éste, con la vasta experiencia de alta política que posee, debería gobernar con la voz del pueblo, porque al fin y al cabo él es producto de la democracia que se traduce en el poder del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.

Con el respeto que le profesamos a Don Arturo, sentimos que esto no ha sucedido así, no obstante tener una Legislatura “a modo” que debería propiciar el acercamiento de la gente con el gobernante, pero que le ha resultado “puque” como se dice en el argot tabasqueño. Tampoco ha tenido una adecuada política que lo acerque a la prensa que no busca otra cosa que información de voz propia. Ciertamente, lo ha hecho con algunas asociaciones, o con los “iluminados” sexenales de siempre, pero el grueso de los llamados tunde máquinas que no pertenecemos a esos grupos, sencillamente no tenemos acceso ni a acercarnos al mandatario.

Quizá a ello se deba el excesivo golpeteo de los más en las redes sociales hacia el gobernador Núñez (los medios escritos en su mayoría no lo hacen por ser contratistas gubernamentales), al grado tal que en su mayoría le han faltado al respeto a su figura política y se han metido en su vida privada, y los “beneficiados” de su gobierno solamente callan y cuando alzan la voz le llueven las ofensas y calificativos de “oficiosos ganasueldos”, así lo observamos con un columnista cercano al gobierno del cambio cierto al que solo bonito no le dijeron.

A veces hasta pienso que Don Arturo está secuestrado por algún grupúsculo político, de los que nunca faltan, que a su conveniencia lo mantienen alejados de quienes pueden recomendarle el camino sano hacia el equilibrio gubernamental.

Sentimos que Don Arturo debe olvidarse de rencores que a nada conducen, que recuerde que está gobernando no para uno, ni para dos, sino para más de dos millones de tabasqueños lejos de colores partidistas o de religión alguna; que le quedan tres años y medio para recomponer las cosas que –ciertamente—las encontró en estado deplorable.

Claro, esto no es privativo de un Arturo Núñez. Esto lo vivió Roberto Madrazo, Manuel Gurría, Víctor Manuel Barceló, el mismo Manuel Andrade que tuvieron secretarios particulares que no dejaban pasar ni a los moscos para verlos, pero que supieron poner al día el reloj político de sus respectivas administraciones. O de un Chavo Neme que sí atendía a todo mundo, pero con la consigna que no le dijeran nada de sus funcionarios, que venía a redundar en lo mismo, al grado de que le costó la gubernatura.

En sus manos está el de redireccionar la ruta, no todo está descompuesto, es cosa de apretar tuercas o de desechar algunas, fuera de vendettas políticas que tanto daño le han hecho. Solo así, quizá los tabasqueños nos sintamos orgullosos del voto que por un cambio verdadero le dimos en 2012. Es todo, sean felices; estoy en: guayabazo@hotmail.com, @guayabazoGarcia, Diario Tabasco al día, Diario de la Tarde, el Guardián al día de Chiapas. Salud amigos.