José Luis Gutiérrez Gutiérrez
jlggutierrez@hotmail.com
Publicado en tabascopolitico.com.mx
EFECTOS PERNICIOSOS
Fue tanta la saña mediática con la que atacaron a los funcionarios “granieristas” y sobre todo al ex gobernadorAndrés Rafael Granier Melo, por un presunto descomunal desfalco a las finanzas públicas estatales -que, por cierto, no han podido fehacientemente demostrar-, que nunca previeron los efectos perniciosos, que a la larga iba a causar, en sus contumaces y furibundos detractores y contestatarios.
Ninguno de los ex gobernadores priistas padeció a mitad de su mandato, y mucho menos al principio, los problemas de credibilidad que tiene generalmente el actual gobierno. La misma que padecieron en su momento los ineficaces e ineficientes ex servidores públicos de la jerarquía de: Juan Antonio Filigrana Castro, Audomaro Martínez Zapata y Rodolfo Lara Lagunas, entre otros, muchos más.
El problema sustancial de esta Administración, no estriba precisamente en las insuficientes políticas de comunicación social -reconocidas el año pasado por el propio gobernador Arturo Núñez Jiménez, durante una larga entrevista en conocida estación de radio- sino capitalmente en que tras el bombardeo de que fueron y siguen siendo objeto la población por parte del gobierno, con el ruin propósito de culpar de todos los males a los que se fueron, la ciudadanía se volvió incrédula, desconfiada, escéptica. No cree en nada, ni en nadie.
Incredulidad, desconfianza y escepticismo que fue y sigue retroalimentada por algunos sonadísimos casos de corrupción de algunos funcionarios de primer nivel del Cambio Cierto, que hasta la fecha no han sido públicamente del todo aclarado, las sospechas continúan. Lo que ha provocado que la percepción en contra de este gobierno sea aún mayor que antes.
El que los opositores se expresen en contra de todo lo que hace o deja de hacer esta caótica Administración, es de lo más común en todo el mundo, pero el que lo hagan aliados políticos y colaboradores, sí, que está de la chingada, del carajo, cabrón el asunto.
Si ellos no te creen, pues qué puedes esperar de tus naturales adversarios políticos…absolutamente nada. Algo anda muy, pero muy mal dentro del gobierno del Cambio, que hasta lo de casa ladran, y que me disculpen los caninos por ponerlos de ejemplos, pues algunos son súper inteligentes, nada más les falta hablar.
Créanme que es realmente peligroso, ya que, si la percepción adversa continúa el ritmo de crecimiento exponencial que lleva hasta ahora, el gobierno, o mejor dicho Arturo Núñez Jiménez va a terminar peor que todos sus antecesores incluyendo al mismísimo Andrés Rafael Granier Melo.
Que me disculpen sus panegíricos, pero la imagen y la credibilidad del inquilino de la Quinta Grijalva no ha mejorado ningún ápice, al contrario, sigue literalmente deteriorándose.
Le quedan dos años y ocho meses al frente del gobierno, aunque cómo va la sucesión gubernamental, creo que políticamente menos, empero, está muy a tiempo de enderezar los entuertos de su álgido mandato, y uno de ellos está ligada directamente con su personalidad.
Arturo Núñez Jiménez tiene que reinventarse, que reposicionarse y reencontrarse con sus paisanos, para que no pase a la historia como el peor de los gobernadores.
“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”
(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)
Todo lo que huela, se mueva y tenga algo que ver con el edil electo, Gerardo Gaudiano Rovirosa, sus contrincantes van a tratar de dinamitarlo, de sacarle raja política, de usarlo en su contra, es normalito, lógico, natural.
El alboroto y escándalo que ha generado la construcción de la estatua en honor del ex tinto gobernador Leandro Rovirosa Wade es el mejor ejemplo de ello. El problema no es el Concejal Francisco Peralta Burelo, ni los recursos que se van a gastar en su edificación, sino su nieto Gaudiano Rovirosa.
Todo ello obedece a una razón sencillísima: es de los aspirantes más firme en el hándicap a la gubernatura en el 2018 y, por lo tanto, hay que irlo aflojando, debilitándolo.
Lo que de ninguna manera quiere decir que está cincho, amarrado, pues todavía falta un largo camino por recorrer en el ayuntamiento de Centro y en la disputa interna por hacerse de la máxima candidatura partidista a nivel estatal. Un camino, por cierto: empedrado y con avatares difíciles de librar, y más cuando su periodo está constitucionalmente acotado.
La designación de William Sebastián Castillo Ulín en lugar de Dora Nelly Martínez González en la subsecretaria de Desarrollo Político de la secretaría de Gobierno, tiene varias interesantes lecturas políticas. La más importante y relevante, me parece, es que es un personaje de todas las confianzas no solo del mandatario, sino del presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, José Antonio de la Vega Asmitia.
Con toda seguridad, su inesperada llegada obedece fundamentalmente a asuntos de carácter políticos ligados a la sucesión gubernamental.
Y ya que andamos por los terrenos del gris funcionario, César Raúl Ojeda Zubieta, ayer quedó oficialmente cerrada la subsecretaria de Gobierno encargada del área Laboral, es decir, la subsecretaria del Trabajo y la Previsión Social, que dicen que desaparece, por la reducción presupuestal, aunque desde el año pasado estaba contemplada su extinción.
Las funciones que hacía esa dependencia laboral de la secretaría de Gobierno las asumió la directora del Trabajo,Luz del Alba Guzmán Hidalgo.
El que se quedó mirando como los chinitos, fue el corrupto ex edil de Centro, Humberto de los Santos Bertruy, ya que no creo que lo llame el gobernador para desempeñar ninguna nueva encomienda, y no precisamente por el recorte a las finanzas públicas, sino porque está demostrado que es un politiquillo mafioso, que se enriqueció en la comuna centreca en detrimento de los villahermosinos.
Que se dé por bien servido y pagado, pues con todo lo que se hizo, es para que ya estuviera mínimamente demandado ante la FGET.
Así que calladito se ve mejor. No hagas olas, que el horno no está para bollos.
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