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Tiempo de Política

Salvador Fernández

Publicado en el Diario de Tabasco

Casas, el tejido social

La alta delincuencia que existe en nuestro país tiene entre los factores bajo responsabilidad gubernamental el nivel de impunidad en el castigo de los delincuentes, pero también hay una corresponsabilidad social que tiene que ver con la desintegración familiar.
Contemplar el impacto humano en las políticas públicas es lo deseable para que las obras de beneficio colectivo, trasciendan en una mejor calidad de vida de la población.

Ayer durante la entrega de 304 viviendas del programa “Casa Amiga”, que     beneficiarán a mil 520   de 24 localidades marginadas de Centla, Comalcalco, Cunduacán y Paraíso, durante la intervención de las y los nuevos casahabientes escuchamos la constante que estas personas dejarán atrás las condiciones insalubres propias del calor y intensas lluvias con todos los bichos que conllevan en nuestro   trópico húmedo:

“Hoy les decimos adiós a aquellas casas de palo, madera o lámina en las que sufrimos las inclemencias del tiempo”, expresó una emocionada Carolina Reyes Arias, de la villa Ignacio Allende, Centla.
La respuesta insistente del gobernador Arturo Núñez al encabezar la entrega documental y física de  las casas, es que estas nuevas estructuras entregadas no forman hogar, una familia, cuya responsabilidad para lograrlo es de todos los miembros que la componen:
 “Queremos familias que estén bien integradas, en armonía, donde haya respeto para que cada uno de sus miembros se realice. Si logramos tener mejores ciudadanos, tendremos mejores familias y por consiguiente, una mejor sociedad”, argumentó el mandatario estatal.
La Secretaría de Desarrollo Social nacional reconoció hace poco que Tabasco es uno de los cuatro estados que aportaron recursos para este programa de Casa Amiga que permite aumentar el número de viviendas.
En su oportunidad en la Villa Tecolutilla el presidente municipal de Comalcalco, Javier May Rodríguez, ponderó que este programa de vivienda digna, del gobierno de Núñez Jiménez, simboliza “una de las acciones más nobles”, y por sus alcances –reconoció–, colocó a Tabasco en el rumbo para el desarrollo y bienestar de las familias más desprotegidas. 
Los testimonios de los beneficios dan cuenta de otro elemento que se ha perdido en nuestras comunidades: la solidaridad. Los vecinos participaron y ayudaron a los beneficiarios durante la construcción de las viviendas.

TIEMPO DE AUTOCRÍTICA.- Nuestro país pierde cada vez más la poca autoridad moral para exigir respeto a nuestros connacionales migrantes en la frontera sur, por el trato que se les da a los inmigrantes del sur.
De acuerdo con la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), así nos califican en el extranjero:
 “Las violaciones de los derechos humanos que se están dando, son similares o equiparables de las violaciones que existen en contexto de guerra; y eso implica que son violaciones graves de derechos humanos y violaciones que ponen en riesgo la vida de personas y que por lo tanto hay que generar mecanismos de protección en el caso de México, ni siquiera generarlo, sino que hay que activarlos y facilitar el ejercicio de estos mecanismos de ley”.
Y hay más: “Una salida forzada en busca de salvar la vida, entonces no es lo mismo interrumpir el sueño de una persona que quiere progreso económico a interrumpir la vida de una persona, porque si lo devuelvo lo matan; así de claro”.
 
TIEMPO FUERA.-   “El reto que tiene México y Tabasco es de que cada vez son más las personas que huyen de violencia y no los puede regresar a su lugar de origen porque es devolverlos a la muerte”.
     Rafael Zavala, jefe de la oficina de ACNUR en Tenosique