* La pequeña Ángela, según la necropsia realizada por personal de la PGJ del DF, murió debido a un traumatismo cráneo-cervical, es decir, fue desnucada y se detectó que antes de ser asesinada fue abusada sexualmente
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Por ello, es importante implementar y ejecutar acciones que conlleven a rescatar estos valores y al mismo tiempo fomentar y difundir el respeto de los derechos humanos del menor y de la familia
El pasado 25 de abril del presente año, se celebró el “Día Internacional de la Lucha contra el Maltrato Infantil”, cuyo objetivo es fomentar los derechos de los niños a nivel mundial, así como concientizar a la población sobre las consecuencias del maltrato en infantes.
En este marco y con motivo de la celebración del “Día del Niño”, quiero referirme a temas que nos lesionan como sociedad, como lo es la falta de responsabilidad y el maltrato de muchos padres para con sus hijos, al grado de llegar a abandonarlos e incluso hasta privarlos de la vida.
A través de los distintos medios de comunicación nacional, tuvimos conocimiento de que el día 23 de marzo del año 2015, fue encontrada una maleta en la colonia Juárez de la Ciudad de México, que contenía el cuerpo sin vida de una niña que, según médicos forenses, tenía entre un año y medio y dos años de edad.
La pequeña Ángela, según la necropsia realizada por personal de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, murió debido a un traumatismo cráneo-cervical, es decir, fue desnucada y se detectó que antes de ser asesinada fue abusada sexualmente, además de que padecía desnutrición.
Después de ser asesinada, el cadáver de la menor fue depositado en una maleta, misma que fue abandonada en una jardinera que está ubicada frente al número 27-A de la calle de Berlín, en la colonia Juárez, de la Cd. de México.
Se difundió también, que la policía y peritos que estuvieron en el lugar, dieron a conocer en su momento que no se encontraron testigos y las cámaras del lugar no identificaron los hechos.
Se tuvo conocimiento, que el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal dio como plazo el 25 de abril de este 2016 para que algún familiar identificara y reclamara los restos de la niña; por lo que durante poco más de un año, Ángela, cuyo nombre le fue puesto por los forenses para identificarla, ya que nunca se pudo obtener datos que dieran con su identidad, permaneció en el Instituto de Ciencias Forenses (INCIFO), en tanto que el citado Tribunal realizaba acciones para localizar a algún familiar que reclamará el cuerpo, sin que esto sucediera.
En su momento el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal difundió, que dentro de las acciones encaminadas para esclarecer los hechos, el Instituto de Ciencias Forenses envió la foto y el perfil genético de Ángela a todos los servicios forenses del país para que trataran de identificarla comparándolos con los cuerpos y archivos que ahí tienen, con la idea de encontrar a su madre a quien suponían que también habrían asesinado, pero después de un año no fue identificada y ningún familiar reclamó sus restos, y a pesar de contar con un retrato hablado que fue difundido a través de las redes y medios de difusión, las autoridades no la lograron identificar ni detener a su asesino.
Édgar Elías Azar, presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF) manifestó que, además, los agentes de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal indagaron en los expedientes de niños extraviados o que hubieran sido robados y que la información también se envió a las embajadas de países de América Latina, ante la posibilidad de que se tratara de una persona migrante, sin que obtuvieran respuesta alguna.
Finalmente, el Tribunal decidió sepultarla este pasado 25 de abril, en el cementerio San Isidro donde compró un espacio para ella.
El caso de la menor Ángela, se considera emblemático, debido a que la historia forense de los últimos años, de la Ciudad de México, no había registrado un hecho como éste, puesto que es el primer cuerpo de una menor, que se ha encontrado en tan especiales circunstancias y que además no ha sido reclamado por sus familiares.
La situación vivida por Ángela pone de manifiesto que el maltrato a menores, es el reflejo de una sociedad quebrantada que ha ido perdiendo sus valores, cuyos efectos se manifiestan en el incremento de la violencia y la inseguridad.
Por todo ello compañeros diputados, es importante implementar y ejecutar acciones que conlleven a rescatar estos valores y al mismo tiempo fomentar y difundir el respeto de los derechos humanos del menor y de la familia, que ha sido y seguirá siendo el pilar de nuestra sociedad.
En memoria de Ángela y todos los pequeños ángeles que han perdido la vida por el maltrato y abuso infantil.
El pasado 25 de abril del presente año, se celebró el “Día Internacional de la Lucha contra el Maltrato Infantil”, cuyo objetivo es fomentar los derechos de los niños a nivel mundial, así como concientizar a la población sobre las consecuencias del maltrato en infantes.
En este marco y con motivo de la celebración del “Día del Niño”, quiero referirme a temas que nos lesionan como sociedad, como lo es la falta de responsabilidad y el maltrato de muchos padres para con sus hijos, al grado de llegar a abandonarlos e incluso hasta privarlos de la vida.
A través de los distintos medios de comunicación nacional, tuvimos conocimiento de que el día 23 de marzo del año 2015, fue encontrada una maleta en la colonia Juárez de la Ciudad de México, que contenía el cuerpo sin vida de una niña que, según médicos forenses, tenía entre un año y medio y dos años de edad.
La pequeña Ángela, según la necropsia realizada por personal de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, murió debido a un traumatismo cráneo-cervical, es decir, fue desnucada y se detectó que antes de ser asesinada fue abusada sexualmente, además de que padecía desnutrición.
Después de ser asesinada, el cadáver de la menor fue depositado en una maleta, misma que fue abandonada en una jardinera que está ubicada frente al número 27-A de la calle de Berlín, en la colonia Juárez, de la Cd. de México.
Se difundió también, que la policía y peritos que estuvieron en el lugar, dieron a conocer en su momento que no se encontraron testigos y las cámaras del lugar no identificaron los hechos.
Se tuvo conocimiento, que el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal dio como plazo el 25 de abril de este 2016 para que algún familiar identificara y reclamara los restos de la niña; por lo que durante poco más de un año, Ángela, cuyo nombre le fue puesto por los forenses para identificarla, ya que nunca se pudo obtener datos que dieran con su identidad, permaneció en el Instituto de Ciencias Forenses (INCIFO), en tanto que el citado Tribunal realizaba acciones para localizar a algún familiar que reclamará el cuerpo, sin que esto sucediera.
En su momento el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal difundió, que dentro de las acciones encaminadas para esclarecer los hechos, el Instituto de Ciencias Forenses envió la foto y el perfil genético de Ángela a todos los servicios forenses del país para que trataran de identificarla comparándolos con los cuerpos y archivos que ahí tienen, con la idea de encontrar a su madre a quien suponían que también habrían asesinado, pero después de un año no fue identificada y ningún familiar reclamó sus restos, y a pesar de contar con un retrato hablado que fue difundido a través de las redes y medios de difusión, las autoridades no la lograron identificar ni detener a su asesino.
Édgar Elías Azar, presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF) manifestó que, además, los agentes de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal indagaron en los expedientes de niños extraviados o que hubieran sido robados y que la información también se envió a las embajadas de países de América Latina, ante la posibilidad de que se tratara de una persona migrante, sin que obtuvieran respuesta alguna.
Finalmente, el Tribunal decidió sepultarla este pasado 25 de abril, en el cementerio San Isidro donde compró un espacio para ella.
El caso de la menor Ángela, se considera emblemático, debido a que la historia forense de los últimos años, de la Ciudad de México, no había registrado un hecho como éste, puesto que es el primer cuerpo de una menor, que se ha encontrado en tan especiales circunstancias y que además no ha sido reclamado por sus familiares.
La situación vivida por Ángela pone de manifiesto que el maltrato a menores, es el reflejo de una sociedad quebrantada que ha ido perdiendo sus valores, cuyos efectos se manifiestan en el incremento de la violencia y la inseguridad.
Por todo ello compañeros diputados, es importante implementar y ejecutar acciones que conlleven a rescatar estos valores y al mismo tiempo fomentar y difundir el respeto de los derechos humanos del menor y de la familia, que ha sido y seguirá siendo el pilar de nuestra sociedad.
En memoria de Ángela y todos los pequeños ángeles que han perdido la vida por el maltrato y abuso infantil.
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