ENTORNO
Javier Marín Hernández
Publicado en el Diario El Heraldo de Tabasco
El síndrome de Estocolmo tabasqueño
¿Cómo va el proceso en contra de Andrés Granier?
Ha transcurrido más de un año de la entrega voluntaria del ex gobernador Andrés Granier Melo (llegó a rendir declaración por su cuenta ante la PGR ese mismo día fue arraigado y posteriormente detenido formalmente y trasladado a un Penal en el Distrito Federal) y todo parece estar exactamente igual que al principio, unos señalan y acusan, los otros niegan y se defienden.
La esencia de la discusión, el fondo de la Litis el desvío, sustracción, dilapidación o como se le defina en los múltiples procesos emprendidos en su contra y de ex funcionarios de los recursos públicos por varios miles de millones de pesos siguen sin acreditarse de manera fehaciente.
Apenas unos cuantos (en función de 20 mil millones de pesos denunciados como robados) de esos como los 88.5 millones de pesos en efectivo confiscados en una refaccionaria en Lomitas, Nacajuca (que en una primera versión se decían eran 100 millones de pesos y luego aparecieron 88.5 y ahora se reporta menos de esa cantidad) que presuntamente serían del ex secretario de finanzas, José Manuel Saiz Pineda también preso en el reclusorio de Villahermosa y que este como era de esperarse ha negado rotundamente.
Nada se sabe de los otros ex funcionarios implicados en el saqueo revelado y por el contrario algunos de los aprehendidos les concedieron amparos obteniendo su libertad. Incluso una de ellas, la ex cajera de Finanzas, Esperanza Mayo que era pieza clave en la ruta trazada en las investigaciones sobre el desvío de recursos ya se encuentra en libertad.
Del ex gobernador poco se sabe, salvo sus problemas cardiacos, problemas familiares, cuentas bancarias congeladas y que reciben el apoyo económico, en calidad de préstamo por parte de una persona cercana a esa familia desde siempre, consciente del riesgo de no recuperarlo.
La defensa considera que librarán varias de las acusaciones y que su libertad podría alcanzarla en los próximos dos o tres años, aunque es un proceso largo por todos los recursos legales que se interponen entre la parte agraviada y la defensa.
¿Y sus amigos?
Al químico antes de ser alcalde era frecuente encontrarlo en restaurantes, en los mercados públicos y en las comunidades conviviendo con sus más de dos mil compadres que siempre presumió.
Sus principales colaboradores en la administración municipal y estatal, un grupo compacto de medio centenar de personas, están en calidad de desaparecidos.
Hace algunos días platiqué con uno de estos y a la pregunta de ¿Cómo va el caso Granier?
La respuesta fue de auto exoneración: “No sé nada hermano, ya ves que yo me marché de la administración precisamente por denunciar una serie de actos de corrupción que ocurrían en (…) y como nada se hizo para sancionar a esos corruptos mejor presenté mi renuncia”.
Y en efecto renunció a esa dependencia, pero para buscar otra posición que finalmente no alcanzó y terminó sus días, trabajando en esa administración, en otra dependencia.
Un ex alcalde tabasqueño, ex diputado federal y político en activo contó una anécdota hacia finales del año pasado que retrata fielmente los intereses de ese pequeño grupúsculo de beneficiados no con miles sino con millones de pesos, de manera fortuita se encontró con uno de los principales proveedores y prestadores de servicios de la anterior administración (al que no le quedaron a deber un solo peso) y al que le preguntó sobre su compadre y este le respondió “¿Mi compadre? De que me hablas, me decía así en confianza pero nada tengo yo que ver con él es más, no sé nada de su caso”.
En las protestas de grupos diversos, en las conversaciones con personas de escasos recursos, con pequeños comerciantes, se escuchan expresiones relacionadas con el proceso en contra de Granier tales como “tanto escándalo y nada han recuperado del dinero”; “al menos con el químico había trabajo y si ibas a la Quinta te daban un apoyito económico”; “nos apoyaban con dinero para la medicina”; “nos daban regalos en el día de las madres, del niño, navidad, reyes magos”.
Por supuesto que en términos financieros y de administración todo eso fue un derroche injustificable para las mayorías, pero al final, eso es lo que menos le importa a la sociedad, los empresarios beneficiados (a los que no les quedaron a deber nada) y la ciudadanía en general que tuvo acceso a estos apoyos –una mínima parte del total de la población- es la que ahora considera que lo de Granier es algo parecido a una venganza política o un simple ardid.
En Enero de este año el propio secretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong fue testigo fiel de estas expresiones tabasqueñas y se sorprendió cuando alcanzó a escuchar el bullicio de mujeres en la zona de Río Viejo quienes reclamaban la respuesta tardía de las autoridades locales por las lluvias registradas el 23 de diciembre del año pasado: “eso no pasaba con el químico Granier quien el mismo día de las lluvias ya estaba entre nosotros con su gente”.
¿Se hará justicia…?
CONTORNO
Aztlán: Recorrido frustrado
La importancia del tiempo y de las circunstancias.
Por algunos imprevistos, tecnológicos y principalmente de transporte en domingo por la mañana -esa es la realidad de miles de tabasqueños todos los días- no alcancé a llegar con suficiente tiempo al punto de reunión para cubrir una gira que se realizaría la mayor parte de ayer domingo en la maravillosa pero también marginada comunidad de Aztlán.
Gracias a Evaristo Hernández Cruz por la invitación seguro habrá tiempo para otra oportunidad. ¿Retorno a Aztlán?
javiermarinhdez@hotmail.com
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