MADRID, 15 de septiembre.- La selección de Estados Unidos puso un abismo entre la medalla de oro de la Copa del Mundo y el resto de equipos, demostrándolo al ganar aSerbia por 129-92 en la final de la justa, en una demostración de poderío y superioridad.
La selección estadunidense salió desconcentrada, segura de sus posibilidades, y Serbia aprovechó las circunstancias y la nula defensa de los jugadores de la NBA para adelantarse en el marcador, gracias a la puesta en escena de Milos Teodosic yNemaja Bjelica, con cuatro puntos cada uno.
Habían pasado 3:15 minutos de partido y Serbia dominaba 5-10. Mike Krzyzewski, entrenador de los norteamericanos, decidió que hasta ahí habían llegado las cosas y pidió tiempo muerto para leer la cartilla a sus jugadores.
Serbia todavía tuvo unos instantes más de gloria en los que amplió la ventaja (7-15), pero James Harden tomó las riendas del partido y lideró a sus compañeros a un parcial de 15-0 en sólo 3 minutos, pasando el marcador a 22-15 casi sin esfuerzo.
Ahí se acabó el partido y la final. La fiera estadunidense había despertado y nadie fue capaz de dominarla.
Kyrie Irving anotó 15 puntos en el primer cuarto con tres triples sin fallo y Harden se fue hasta los 9 puntos. Además, los NBA acabaron el primer periodo con cinco triples sin fallo para un 35-21 final.
Desde ese instante todo el mundo tuvo claro quién sería el vencedor final, hasta Sasha Djordjevic, que se pasó más tiempo sentado en el banquillo que de pie, algo totalmente inconcebible en cualquier otro partido.
Krzyzewski siguió dando minutos a todos sus jugadores y Djordjevic decidió hacer lo mismo, mientras que la ventaja se iba agrandando y los estadunidenses se iban a vestuarios con un 67-41 claro y meridiano.
Decidido hacia qué lado se decantaría la balanza, las caras de los jugadores de ambos equipos se relajaron y comenzaron aflorar las sonrisas hasta que el 'leñador' Miroslav Raduljica hizo uso del juego rudo y cometió una personal antideportiva sobre Harden, la tercera de su cuenta y, en la jugada siguiente, una técnica, la cuarta.
El marcador siguió cabalgando, en el caso de los NBA desbocado, ante la ausencia de defensas (77-48, minuto 23).
La tensión, emoción y nervios que se le suponen a toda final, quedaron fuera del guión previsto por el equipo de las ‘barras y las estrellas, y todo quedó reducido a la diferencia con la que ganarían y a las posibles jugadas espectaculares que pudieran deparar los minutos restantes.
Los 100 puntos llegaron al marcador estadunidense en el minuto 28:16 de partido (100-65), lo que da una idea del acierto que tuvieron y de la nula defensa a la que no fueron sometidos. Al final del tercer cuarto, 105-67, con un 38-26 en los últimos diez minutos.
Los cuarenta puntos de ventaja llegaron al inicio del último periodo, 115-75 (minuto 33:45) y Estados Unidos acabó ganando por 37, 129-92, certificando el abismo que existió entre los ganadores de la medalla de oro y el resto de participantes.
fdr