jueves, 4 de abril de 2013

TABASCO POLÍTICO / José Luis Gutiérrez Gutiérrez / Columna / INMORAL, INCONGRUENTE Y ANTIPOLÍTICO / Abr 04

Publicado en el Diario El Heraldo de Tabasco
jlggutierrez@hotmail.com

INMORAL, INCONGRUENTE Y ANTIPOLÍTICO

            Con una estela de corrupción mucho más grande que la de su primo hermano José Alday Castañeda (cesado a unos días de su nombramiento por presiones políticas y mediáticas de la dirección general de Auditoría Gubernamental de la Contraloría), José Luis Alday Hernández continúa para sorpresas de todos despachando en la titularidad de Obras Públicas de la secretaría de Ordenamiento Territorial y Obras Públicas (SOTOP). 

            Como todo mundo recordará, la inexplicable designación en el mes de enero del personaje en cuestión levantó torbellinos por todos lados, y no precisamente por ser un promotor incansable del ex candidato priista, Jesús Alí de la Torre, sino capitalmente porque es cómplice del quebranto financiero de Tabasco.

            En la Contraloría ocupó ni más ni menos que la dirección de Control y Auditoría a la Obra Pública. Teniendo entre sus principales funciones: “Vigilar que el ejercicio del gasto en materia de Obras Públicas en el Estado, se ejerza conforme a la planeación, programación y presupuestación aprobada; participar en las licitaciones de obra pública que realice la Administración Pública, conforme a las leyes, reglamentos y demás disposiciones expedidas…” 

            Asimismo, el Reglamento Interior de la secretaría de la Contraloría del Estado de Tabasco lo faculta: “Analizar, verificar y dictaminar el contenido de los informes que en materia de obra pública, le presente el Gobernador del Estado, a la Administración Pública; verificar que se cumpla conforme a la ley, el proceso de adjudicación, ejecución y recepción de obra pública ejecutada por terceros y directamente por parte de la Administración Pública…”

            “Verificar que la Administración Pública, en materia de inversiones, ajuste sus actos a la Ley de Obras Públicas del Estado de Tabasco y las demás disposiciones legales y normativas aplicables en la materia; comprobar que los trabajos de supervisión externa de las obras públicas, contratadas o convenidas por la Administración Pública, se ajusten a las normas acordadas y objetivos establecidos…”

            “Turnar los expedientes relativos a las auditorías, revisiones y procedimientos de control que hubiere practicado, si de las mismas se derivan presuntas responsabilidades de los servidores públicos, a los Contralores Internos, Comisarios o a la Dirección de Responsabilidades Administrativas de la SECOTAB, según el caso”.

            Por si fuera poco, el ex servidor público “granierista” debió: “…supervisar selectivamente las obras que se realicen en las diferentes regiones del Estado, con recursos federales, conforme a los procedimientos establecidos al respecto…”

            Resulta obvio que el hoy flamante funcionario de la SOTOP, José Luis Alday Hernández, fue participe de la escandalosa corrupción que se dio en materia de Obras Públicas en la entidad.

            Por ello nadie se explica cómo es que llamado a desempeñar tal función, cuando a todas luces su nombramiento, no sólo es inmoral y antipolítico, sino incongruente, pues va en contra del discurso del propio gobernador Arturo Núñez Jiménez.


“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

            “Se comprueba que un gobierno de cuotas y de cuates no funciona. Hay la conformación en Tabasco de un gobierno en razón de cuotas para partidos, cuotas para facciones, cuotas para los cuates que incluso entre ellos mismos se denuncian hasta por corrupción, y no es el titular del Ejecutivo que hace un buen uso de sus facultades y atribuciones que la ley le provee, sino son los partidos políticos quienes proponen a los funcionarios. Me parece que hay que sugerirle al titular del Ejecutivo que impulsemos un gobierno de coalición para que ya amparados en lo que diga la ley puedan establecerse este tipo de criterios, porque este gobierno de cuotas y de cuates no ha dado ningún producto, hay una gran desilusión; es una verdadera pena que no se haga bien uso del resultado electoral del primero de julio”, respondió a reporteros el dirigente estatal priista, Francisco Herrera León, con motivo de los 100 días de gobierno.

            En torno a los pretextos que argumentó su par perredista, Roberto Romero del Valle, el ex senador le reviró: “…que las pruebas del buen gobierno la podemos encontrar en el gobierno federal, cuando se tiene equipo, cuando se tiene visión, cuando se conoce el territorio, las regiones, los problemas, los actores, los problemas de la ciudadanía(…). “…lamentablemente el bono político que se obtuvo el primero de julio se ha degradado a escasos días de cumplirse el primer centenar de días de la tarea de gobierno. Nosotros creemos que no se ha hecho buen uso de la facultad ni de las atribuciones, del recurso humano, la gran capacidad que tiene el tabasqueño para salir adelante y solamente se han enfocado en la venganza mediática sin resultado jurídico, sin acción jurídica, sin resultado político, económico y social”, puntualizó.

            ¿Así o más clarito?   

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