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(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)
Negocios de pisa y corre
¿Para qué sirve el fallo de un Tribunal? En un Estado de Derecho, ave rara ya francamente en vías de extinción, para que alguien hambriento de justicia pueda obtener satisfacciones que le permitan seguir viviendo como ciudadano de primera. Claro, en un país como el nuestro, donde muchos comercian con la ley, no podríamos sustraernos a esta posibilidad.
Creo sin embargo en la honestidad. En los tribunales podrá haber rufianes, pero también hombres y mujeres buenos. Este caso sería el de la magistrada del TCA, Luz María Armenta León.
Verá usted: La magistrada citada ha sentado jurisprudencia al condenar a un empresario fullero, Antonio Espinosa de los Monteros, montó un negocio ilegal (la construcción del Sport City) y luego quiere que todos lo veamos como empresario decente, cuando cohechó a malos funcionarios del Ayuntamiento de Evaristo Hernández.
Hasta ahí todo bien. La magistrada dictó su fallo. ¿Y cuál es éste? Derribar, "echar pico y pala" al edificio construido clandestinamente, ordenando esto al Ayuntamiento de Jesús Alí de la Torre. Y quien tomó nota directa de esto es el apoderado de ese Ayuntamiento, un tal Noé Maldonado. No es este un asunto frívolo. Andrés Manuel López Obrador, siendo jefe de Gobierno del D.F., tuvo un asunto bastante parecido cuando afectó a particulares de la Delegación Cuajimalpa, y la Corte falló igual que la magistrada Armenta León. ¿Y sabe qué?: ¡el Peje fue desaforado por pendejearla! Esto podría pasar igualmente aquí si el abogado Maldonado insiste en hacerse buey ignorando el fallo de la magistrada Armenta. Va un ejemplo: el abogado municipal no ha llamado a comparecer a las partes involucradas en este asunto. ¿Por qué? Quién sabe. Por otra parte, los negocios del empresario Espinosa de los Monteros no acaban con el tramposo asunto de su edificio deportivo, que va. Se sabe que actúa con alevosía y ventaja haciendo negocios de pisa y corre, uno de ellos alquilando unos 15 vehículos blindados al gobierno del estado, con la presunta protección del compadre feliz, Amílcar Sala. De esa rama de negocios, salió otro que no quiero dejar de citar, porque forman parte de una serie de ilícitos como el tráfico de terrenos realizado por la empresa propiedad de Espinosa de los Monteros, Suministros del Carmen, S.A., quien habría comprado reservas territoriales por 102 millones 272 mil 879 pesos, los cuales luego vendió, sin salir de la misma Notaría, al mismísimo gobierno de Tabasco en 246 millones de pesos. Los angelitos ganaron unos 144 millones de pesos sin salir de la Notaría, y esto no es ninguna fábula de un cuento de las Mil y una Noches, no, fue lograda con la complicidad de dos dizque empresarios, uno de ellos que incluso se hace el ofendido porque lo tachan de comprar licencias de construcción chuecas. Con esas ayudas que rebasan toda capacidad de asombro, cualquiera puede venir a lavar dinero y luego ostentarse como empresario decente.
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