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(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)
Soñar no cuesta nada
Recordé de años pasados un par de columnas de uno de los tipos más inteligentes de México, don Armando Fuentes Aguirre, mejor conocido en el argot del periodismo como "Catón". Hablaba el maestro de las penurias que pasaba la juventud de nuestro país que arrostraba todos los traumas de la mala educación, y tiro por viaje, como se dice coloquialmente, era un reprobadero de chamacos, que aquello terminó por convertirse en un gravísimo problema de aprovechamiento escolar. A nuestros muchachos les costaba un dídimo (un huevo, pues) aprender la ciencia matemática y muchas veces optaban hasta por desertar de las escuelas. Proponía don Armando --si mal no recuerdo-- que la SEP diera prioridad a la capacitación en matemáticas y --además-- se incluyeran otras dos materias que a él le parecían básicas para redondear humanísticamente al alumno: el español y la música. Finalmente, entre errores tecnocráticos y uno que otro acierto de dos que tres burros que alguna vez --claro-- tocaron la flauta por casualidad, la educación empezó a transformarse, pero no lo suficiente. Por eso el motivo de esta columna. Sucede que en una de tantas reuniones a donde va la secretaria de Educación, Rosa Beatriz Luque Green, coincidió con el que esto escribe sobre la necesidad de enseñar matemáticas y ciencias a nuestros jóvenes. Se trataría de hacer muy atractivas estas ciencias, para que nuestros chamacos le agarraran el modo. ¿Y cómo? A través de un "programa de pensamiento lógico-matemático y de aplicación de la ciencia en la vida diaria". Para que este programa penetre en forma armónica en los estudiantes, que ingresarán al primer año de secundaria 2010-2011, se pondrá en marcha un curso propedéutico, empleando para ello un simple cuaderno de trabajo. Este habrá de llevar una guía lógica y fácil: "Lee, piensa, decide y aprende". Usted, miembro distinguido de la prehistoria de este país adormilado por la tenebra política, a lo mejor ya no le tiene fe a esto, pero --déjeme decirle-- ¡es lo último que las autoridades educativas proponen para desapendejar a miles de chiquitos.
No crea usted que la Luque está improvisando algo. No. En el esfuerzo para llevar a cabo esta cruzada, la teapaneca estará acompañada de mil 319 maestros que le permitirán cultivar a cuando menos unos 42 mil alumnos de primero de secundaria. Ese es el reto. ¿Se imagina a nuestros chamacos sacando puros dieces en las olimpiadas del conocimiento? ¿Ah, verdad? Si Tabasco lograra esto muchos jóvenes que se van a estudiar "capulinamente" leyes, porque les aterrorizan las matemáticas, serán rescatados para la ciencia y las matemáticas. Esto podría permitir terminar con tantísimo abogado huevón. Y queda abierta la esperanza para que en un futuro, estos posibles genios de la cibernética terminen en un laboratorio espacial o trabajando, para gloria y esplendor de Tabasco, en un planeta diferente a la tierra. La bronca sería cuando quisieran comer totoposte.
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