sábado, 14 de agosto de 2010

Doble Filo: Homero T. Calderón / Ago 14

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(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)

Las huellas del triunfador Juan Zurita

Hace dos semanas, el ingeniero Cándido Hernández Villegas, se comunicó con este columnista. A don Cándido lo conocí hará unos 25 años cuando apenas iniciaba --su servidor-- sus primeros escarceos en la información. Si no me equivoco, él era ya en ese entonces columnista de deportes en un diario de Villahermosa. El ingeniero me hace una pregunta sobre una breve mención que este su servidor hizo recientemente sobre el boxeador Juan Zurita. Obviamente, su pregunta me remite a un pasado ya muy escondido, pero que tengo aún en el disco duro de la memoria. Los tabasqueños en general, muy alejados del mundo hasta que la carretera costera del Golfo los integró a México en 1952, son muy dados a ignorar a quienes mejor los representan. Se comprende, porque las espléndidas figuras de Carlos Pellicer y los Gorostiza son muy pesadas. Si embargo, hoy quiero presumir con usted, lector lectora, lo que aún me queda de memoria. Cuando este columnista cursaba la secundaria en la vieja ESMAC en ciudad Mante, Tamaulipas (Año 1958, muy presente lo tengo yo) su señor padre le regaló una suscripción de la revista "Ferronales". La revista --aparte de los temas del riel-- publicaba dos secciones muy bien logradas, una de espectáculos y otra de deportes. Para un chico provinciano como este escribidor, era como meterse a un mundo mágico. En los espectáculos escribía un tabasqueño poco conocido aquí pero inmensamente grande; escribía diariamente en las páginas de "El Universal": don Memo Ledezma. Don Memo era toda una autoridad en los espectáculos. Y en los deportes --recuerdo-- escribían verdaderos portentos de la información. En boxeo, los certeros comentarios de Antonio Hernández y "Sonny" Alarcón lo eran todo. Pero en futbol, nadie nos ilustraba mejor que el legendario don Flavio Zavala Millet. Entre todos ellos sin embargo, sobresalía un señorón del periodismo: Don Alejandro Aguilar Reyes, mejor conocido como "Fray Nano", quien además de ser cronista de todo lo "cronicable" (golf, toros, tenis, billar y hasta juego de canicas), era director del diario "La Afición". Las mejores crónicas y entrevistas del boxeo, sólo las hacía don Alejandro. Recuerdo entonces, para beneplácito del ingeniero Cándido Hernández, una entrevista que le hizo "Fray Nano" a Juan Zurita Ferrer (¿Le suenan los apellidos? En aquel entonces, este columnista no pensaba que algún día se convertiría en tabasqueño. Todavía me acuerdo que leí con intensa fruición la entrevista. Yo adoraba los pasados de Juan Zurita, del mazatleco Joe Conde y del "Chango" Casanova. Me sabía de memoria, a pesar de mi corta edad de adolescente nacido en un pueblo perdido del norte de México, lo que los cronistas de aquella época conocían como el "Triángulo Casanova-Zurita- Conde". Zurita empató con Joe Conde una vez pero luego le pegó en fila ¡ocho veces al mazatleco! En tanto, el "Chango" Casanova, en dos peleas que tuvo con Conde, este le ganó ambas porque --dicen-- lo hacía salirse de sus casillas insultándolo en inglés. El "Chango" odiaba a Conde, pero a Zurita le tenía tomada la medida. De seis peleas que tuvieron, el "Chango" le ganó tres peleas por ko y dos por decisión, a cambio de un revés que le infligió Zurita ganándole por nocaut en tres rounds. Bien, Zurita, ante una pregunta que le hiciera "Fray Nano" sobre su origen, respondió: "Todos piensan que porque me hice boxeador en Guadalajara, soy de ahí, pero no, yo soy tabasqueño y nací en un pueblo muy chiquito que se llama Jalapa. Mi padre era también de Jalapa y mi mamá de Balancán. Mi nombre completo es Juan Zurita Ferrer". ¿Cómo la ve, don Cándido? Aunque las nieves del tiempo ya blanquearon mis sienes, aún no han podido doblegar mis tercas neuronas. Sería espléndido que alguien de Jalapa hiciera una investigación en el Registro civil de ahí, para buscar el origen exacto de una de las glorias del boxeo mexicano. Juan Zurita fue el primer mexicano en lograr un título mundial, el de peso ligero, venciendo por decisión dividida al norteamericano Sammy Angott el 8 de mayo de 1944, en los Angeles. Doce años después, otro inmortal como Juan Zurita lo ganó, me refiero al "tigrillo regiomontano" Lauro Salas, quien venció el 14 de mayo de 1952, igualmente en Los Angeles, al norteamericano Jimmy Carter por decisión. Desgraciadamente, menos de un año después de haber obtenido el campeonato, al siguiente año (1945), Juan Zurita perdió el cetro en el ya desaparecido Toreo de Cuatro Caminos, ante el norteamericano Ike Williams. En esa pelea, Zurita no sólo fue acusado de perder tontamente la faja de los pesos ligero, no, ¡se le acusó de vender la pelea! La pena de ser acusado, que dio incluso a la afición tema para decir que ese nocaut podría considerarse el "año del Zuritazo", provocó que nuestro paisano se retirara para siempre del boxeo. Pero queda ahí su impresionante récord de 120 peleas ganadas, 22 derrotas y 2 empates, que nos lo enseñan como uno de los más grandes tabasqueños de todos los tiempos. Así que, ingeniero Cándido, con sólo que nos propusiéramos rascarle a los viejos libros del registro civil en Jalapa, tendríamos la otra parte del billete que aún no se encuentra…

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