Opinión: Francisco Peralta Burelo / Jul 05

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(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)

Plan Hídrico: menos discusión, más acción

El Plan Hídrico es una trampa de la que al parecer nadie tiene modo de salir. Ni el gobierno estatal, ni la federación --y menos la Conagua--, ni los tabasqueños.

Hoy, cuando ya han comenzado las lluvias y la amenaza de una nueva inundación se cierne sobre los tabasqueños, nos encontramos con que el gobierno federal y el estatal continúan metidos en la misma trampa (de la que no se ve cómo puedan escapar).

Todo, al parecer, está igual que antes de que comenzara este año, y ninguna de las obras que debieron haberse hecho en ese tiempo se ha llevado a cabo. Poco habrán cambiado las cosas después del 2007, cuando Villahermosa sufrió una de sus peores inundaciones, o después del 2008 y 2009, cuando diversas regiones de Tabasco se fueron al agua y sufrieron graves daños ecológicos y económicos.

No hay modo que salgamos de esa trampa. El Presidente Calderón ofreció todo el apoyo del gobierno federal y el gobernador Granier se comprometió a aportar su parte y a hacer que los recursos de la federación bajaran. Sin embargo el Plan Hídrico Integral no ha aterrizado en el estado.

Algo, o mucho, ha fallado. El recurso federal no ha bajado –aunque la federación afirma que sí--, algunas cosas que debieron hacerse previamente no se han hecho, bordos hay que se han caído, y toda una historia (la misma de siempre, por cierto). El caso es que los tabasqueños todavía al día de hoy están desprotegidos ante una eventual inundación y que nada les garantiza que no se vayan a ir nuevamente al agua.

Esa es la trampa de la que nadie ha salido (y de la que de poco tiempo disponen ya para salir de ella). El recurso no baja –se dice por una parte—y por lo tanto no se aplica, o el dinero ya llegó pero se usa para otros fines y hasta hay corrupción, se afirma por otro lado.

No se ha terminado la obra que debió haberse construido. Y ahí está la discusión de por qué no se hace, culpándose las más de las veces a la federación y específicamente a Conagua (aunque ésta lanza culpas al gobierno estatal). Y mientras tanto las cosas siguen igual que siempre.

Exigencias por un lado, justificaciones por el otro. Incriminaciones mutuas de los gobiernos estatal y federal. Responsabilizaion de Conagua y de su director general y representantes en la entidad; acusaciones en contra de ellos. No obstante esto no se destraba: el entrampamiento o persiste.
A estas alturas del sexenio Tabasco sigue si obras terminadas en su Plan Hídrico. ¿De quién es la culpa?. Eso sería de lo de menos, quizá, ya que los que realmente habrá de importar a los tabasqueños es que toda la obra que deba hacerse se haya hecho ya y entre más pronto mejor, porque lo que por ningún concepto querrán es volverse a ir al agua y sufrir de nuevo las consecuencias de una inundación catastrófica.

Ya es tiempo de que se acabe ese entrampamiento gubernamental y que las cosas que tienen que hacerse se hagan, dejando de lado tanto el gobierno federal como el estatal ese prolongado diferendo sobre el tema.

fcoperalta42@hotmail.com