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(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)
Balancanizaciones al calce
El pasado viernes 23 me fui a Los Ríos. En Emiliano Zapata, Miguel Angel Jiménez Landero, sesionaba de urgencia con su equipo de protección civil. El Usumacinta, mostraba su furia arrastrando a su paso todo género de vida silvestre y había que estar muy pendiente porque la desgracia no te llega a tocar la puerta, te arrolla.
Observas el Padre río y te impone.
En Balancán, lo mismo. El presidente Milton Lastra Valencia, mientras checaba con su equipo el comportamiento del río, con agenda en mano se preparaba para irse a inaugurar la Feria anual de Santa Ana, una de sus villas principales. Me sumé a su comitiva. Confieso que no conocía tan atractiva comunidad.
En medio de una alegría desbordante, entre gritos y risas de muchachas y pájaros de oficio carpintero --escribiría el vate jerezano, Ramón López Velarde en Suave Patria-- viví uno de los días más intensos de mi vida. Conocí mujeres de hermosura sin igual, de cuerpos juncales y cintura cimbreante. Qué felices fueron mis ojos ese día.
Al siguiente, me encaminé por andurriales que nunca pensé que fueran a estar en mis memorias. Tomando el camino de la comunidad de Hulerías, recorrí vastas praderas, de lo que Lastra Valencia dice que son caminos cosecheros. Kilómetro tras kilómetro, Balancán se comunica cada día más y mejor con estos caminos.
Emergencias que antes habían, como el parto de un chamaco, o la enfermedad que no dice a qué hora va a llegar, o los macheteados que nunca faltan, pues el macho del trópico es terrible y que terminaban en desgracia, hoy ya no sucederán. Esos caminos hablan de una constructiva unión entre Milton Lastra y sus gobernados.
En cuestión de minutos puedes llegar a Balancán donde trabaja uno de los mejores hospitales de zona. O traes lo que produces en menos de lo que canta un gallo. Por estos caminos llegamos a una humildísima comunidad de unos 700 habitantes. Se llama "La 22".
En apenas seis meses y medio, Milton Lastra Valencia ya les llevó uno de los 3 mil pozos profundos que se instrumentaron contra la sequía; introdujo la energía eléctrica y el próximo día 10 que llegará el gobernador Andrés R. Granier, ¡estará igualmente construido un camino engravado de cuatro kilómetros! A la hora que Lastra Valencia fue recibido por los ciudadanos el sábado 24 por los "veintidoseros", hubo escenas realmente impactantes. Un campesino ya muy entrado en años que fue llevado por sus padres a los 14 años a vivir ahí en un terreno salvaje, hoy, 52 años más tarde, dice, ¡sabrá por fin lo que es tener luz! A la hora que me despedí de esas gentes buenas, no pude menos que entristecerme porque los beneficios que debería haberles llevado la revolución de 1910, ¡les están llegando cien años después con Milton Lastra! ¿No cree usted --lector lectora-- que todo esto suena como a una pesadilla? Sin embargo, nunca es tarde para hacer justicia a los más jodidos…
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