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(Publicado en el Diario Tabaco Hoy)
Scherer, la tenencia y otras minucias
Vaya que impactó el encuentro entre el periodista Julio Scherer y el Capo del narco, Ismael Zambada. ¿Es una señal de los grupos en la clandestinidad para señalar culpables hacia otro lado?
Es posible. La realidad, luego de leer lo que don Julio escribe a manera de diálogo limitado, sería que fue el periodista un intermediario obligado en un encuentro crispante, que estaría tratando de limar las aristas feroces de los narcotraficantes, ¿con la idea de desligarse éstos de la imagen violenta que proyectan a través de los medios? Es posible. El traca-traca de las ametralladoras, con todo y que es una arma defensiva para el narco, no es precisamente el mejor terreno para desarrollar un negocio lucrativo que empezó siendo de rutas seguras hacia los Estados Unidos y su posterior negocio en México porque, aunque acusamos que los gringos son viciosos, muchos mexicanos no cantan mal las rancheras.
Lo destacado de esa anaguada entrevista, donde se percibe a un periodista quizá intimidado por la fría situación en un ambiente desconocido, quizá no nos entregó lo que verdaderamente Julio Scherer sabe hacer como periodista. Se nota igualmente, que muchos de los diálogos que tuvo con Ismael Zambada, están aún en su portafolio y tendrán un mejor destino cuando los publique totalmente.
Cierro este comentario definiendo que los periodistas, cuando dejemos de usar en nuestro trabajo el recurso fácil de la “declaracionitis”, inducida sibilinamente por nuestros políticos, que atrapan y llevan al reportero al camino fácil de la promoción gratis para el político, cuando eso se termine, empezaremos a ver un verdadero trabajo periodístico…
CON RESPECTO al cobro de la tenencia, los 225 mil que no la pagaron (el 60 por ciento), son el reflejo del Tabasco quebrado y sin recursos que está a punto de poner en la calle a unos diez mil burócratas.
Un estado como Tabasco, hundido por su deuda pública y exprimido por algunos malos funcionarios del actual gobierno, necesita dinero, pero no es apretándole los testículos al ciudadano noble, como lo van a lograr.
Tabasco necesita reactivar la economía, pero no a costa de apretarle las clavijas al pueblo jodido.
Alguien del gabinete, o Mario Sarabia o Carlos Rovirosa Ruiz, o quien sea, necesita dejar su cómoda silla de burócrata bien pagado y aportar una idea --a lo mejor luminosa-- que ayude a resolver el complicado galimatías que es la quebrada economía estatal.
Si se emperran en perseguir a los que aún deben el pago de la tenencia, solo para seguir pagando la abultada nómina burocrática, para tener contentos a los sindicalizados, podrían enfrentar situaciones sociales que hasta ahora no se han presentado, afortunadamente.
Y si los que administran el dinero público no tienen la suficiente capacidad e imaginación para producir algo de dinero emergente, entonces estamos mucho más jodidos de lo que parecemos. Porque entonces no podrá salvarnos ni el Chapulín Colorado…
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