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LA INCERTIDUMBRE HIDRÁULICA EN TABASCO
“El que se pierde en agua pequeña se ahoga en la grande”
Refrán popular.
Tabasco es un estado, cuya planicie pantanosa es bañada por las incesantes aguas de varios ríos importantes del país, dentro de los que destacan el Usumacinta, el Grijalva, el Carrizal y la Sierra. Desde tiempos ancestrales, por la falta de obras hidráulicas, la población se acostumbró a tener periódicas inundaciones en sus viviendas. Por ello la mayoría de las casas tenían tapancos, espacio alto donde se instalaba la población con provisiones para varios días, mientras pasaba la época de lluvias.
Después de sufrir las inéditas inundaciones de los últimos años, los tabasqueños tienen mucha razón en estar molestos, por el incumplimiento de las promesas hechas por Calderón, el político más mentiroso de México, quién desde los días 2 y 4 de noviembre de 2007, en plena contingencia, se comprometió a instrumentar un plan hidráulico integral y obras de dragado para evitar que Tabasco nuevamente estuviera inundado por las aguas que cruzan su territorio, con las tremendas pérdidas para sus pobladores por los efectos de ese fenómeno.
Con toda razón más del millón de tabasqueños que padecimos en carne propia, molestias y cuantiosas pérdidas patrimoniales, a consecuencia de las inundaciones de los años 2007 y 2008, tenemos todo el derecho de reclamarle a Calderón por los imprudentes funcionarios que tiene cobrando en la Comisión Federal de Electricidad, por ser responsables directos del manejo discrecional de las presas del Alto Grijalva, que permitieron el incremento de energía eléctrica de las empresas privadas que venden su producción al propio gobierno federal, provocando con esa mala acción, el desalojo de millones de metros cúbicos de agua que inundaron de manera imparable nuestras propiedades.
Sin embargo, también le reclamamos a Calderón, que después de habernos inundado en 2007 con pérdidas para la población tabasqueña por 32 mil millones de pesos, según datos de la CEPAL; que en 2008 las afectaciones en la zona de los ríos llegaran a los 6 mil millones de pesos y que en 2009 con las anegaciones en el Plan Chontalpa los daños ascendieran a 4 mil millones de pesos, tan solo haya presupuestado 9 mil 300 millones de pesos para la instrumentación del famoso plan hidráulico, de los que han desembolsado una mínima parte.
Lo más grave es que los recursos aplicados hasta este momento en Tabasco por las gentes de Calderón, encabezadas por el director general de la Conagua, José Luís Luege y sus cuestionados directores estatales son muy impugnables. Estas personas no han manejado correctamente los recursos económicos que se han destinado para la construcción de las necesarias obras hidráulicas que permitirán desalojar con normalidad los afluentes, dando protección y seguridad a la población tabasqueña que vive en estas muy anegadas tierras.
La preocupación de una nueva inundación, sigue estando presente todos los días entre los habitantes de Tabasco, porque después de dos años y medio de la gran inundación, y a pesar de escuchar una danza interminable de millonarias inversiones para protegernos de las manipulables aguas, los encargados de realizar las obras, por una razón o por otra, no han cumplido.
Imagínese estimado lector, en la Comisión Nacional del Agua, delegación Tabasco, que es el organismo rector y vigilante de que las obras prometidas por Calderón se construyan, cambiaron el pasado 16 de abril -a más de dos años de ser nombrado-, al Director Estatal, Omar Celin Kamukai, por irregularidades administrativas en la asignación y ejecución de obras. El mismo Órgano Interno de Control de la Conagua nacional lo señaló por realizar pagos por 84 millones de pesos por 11 obras sin que estas estuvieran ejecutadas. Además se le señalaron, un pago de 75 millones de pesos por 47 bordos caídos debido a la mala calidad del material, la adjudicación de la obra de protección marginal en el malecón de Emiliano Zapata a la empresa Submarheler por un monto de 59 millones de pesos, cuando había constructoras licitantes con propuestas de 33 y 42 millones de pesos, así como el pago del metro cúbico de arena para la construcción de las costaleras temporales a un monto de 450 pesos, cuando en el mercado el precio es de 150 pesos. Curiosamente, el ex Presidente del PAN en el Distrito Federal, José Luís Luege, en vez de investigar la actuación de esta persona, por alguna fuerte razón, lo premió enviándolo a la Dirección Estatal de la Conagua en Chiapas.
Pero esa no es toda la actuación de los panistas. El nuevo director local de la Conagua en Tabasco, es el Ing. Jorge Octavio Mijangos, quién viene de ser director local de la Conagua en Guerrero, cargo del que fue suspendido por su mal proceder en el año 2005, sin embargo, en febrero de 2009, fue reinstalado en su cargo por el actual director general, José Luís Luege. En ese estado, grupos ambientalistas lo acusaron de aprovechar su cargo para autorizar la invasión de zonas federales así como el exterminio de cientos de kilómetros de humedales para desarrollos viviendísticos, comerciales y turísticos.
El reciente cambio de director local de la Conagua en Tabasco, solo corrobora el total fracaso de la obra hidráulica que comprometió Calderón, quien cada vez que puede, se llena la boca diciendo que los tabasqueños tienen todo su apoyo, cuando en la realidad solo ha demostrado lo contrario. Y mientras los panistas esconden sus manos sucias, los tabasqueños seguimos pagando los platos rotos.
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