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El BRIC y sus intentos de apertura internacional.
La comunidad latinoamericana y del Caribe, tiene nuevos empeños para su integración. No solo cuentan tradicionales factores de lengua, religión, sangre y fundamentos. Por sobre las tradiciones de nuestra dependencia de España, que manejan las fuerzas de la derecha para simular integración, salpicada de conflictos, enfrentamientos entre pueblos, alianzas entre países y dependencia clara de intereses transnacionales –ibéricos y estadounidenses- consideremos la urgencia de acercarnos a otros rumbos planetarios.
Esa tarea, puntual y precisa esta en la vinculación de Brasil –gigante sudamericano- a Rusia, India y China, con quienes integra el BRIC, en donde crece su figura, junto a propuestas hechas con Sudáfrica, en apoyo a requerimientos urgentes del África histórica. El BRIC coopera en contener al determinismo imperial del norte, que “ no quita el dedo del renglón”, desde que se constituyó como nación anglosajona, en el último tercio del siglo XVIII.
El embate del imperio estadounidense costó a la subregión americana: pérdida de territorios; división de naciones en dos o más; conjuras y conflictos fronterizos; control transnacional de su crecimiento económico; intervenciones armadas, no solo de disuasión, sino para modificar decisiones soberanas en cuanto a gobiernos y otros asuntos. Todo eso está vigente, acentuando el control económico, a partir de sus transnacionales y el político-social mediante su diplomacia intervencionista.
Por supuesto que los gobiernos nacionales de la región, se ligan a grupos –como el de los 77 en que México, en los setentas del siglo pasado, fue actor fundamental- el de los 20; participando, también, con diversos niveles de decisión soberana, en: la Asamblea General de la ONU, su Consejo de Seguridad, ECOSOC, la OMC y otros, sobre temas específicos. Pero en casi todos ellos, los países hegemónicos no solo llevan la batuta, también deciden o vetan –con derecho o sin él- los acuerdos tomados. Resultados de las “Cumbres de la Tierra” y últimas reuniones del G-20, lo corroboran.
La decisión brasileña de vincularse, cada vez más, al BRIC, no detiene su paso hacia la región y sí acentúa el crecimiento de importantes renglones de su producción, hacia el mercado mundial. Es el caso del biodiesel, en que la brasileña ETH se fusionará con Brenco. Juntas serán de los principales productores mundiales, para el 2013, con 37 millones de Ton. de latas anuales, de biodiesel y 3,000 millones de litros de etanol. Por otro lado, la paraestatal PETROBRAS, apoyó a la empresa, de capital mixto BRASKEM, en la compra del 60% de acciones de Quator. Esto fortalece a BRASKEM para competir en el ramo petroquímico. Tales acciones brasileñas, le fortalecen en lo local y preparan su participación en la competencia internacional.
Con esas cartas y algunas más, se sentó el gobierno brasileño, hace unos días, con representantes de los otros cuatro países integrantes del BRIC, en lo que fue su segunda Cumbre. El presidente Lula, vienen de un largo periplo de visitas oficiales a más de 25 países, de todos tamaños e importancia. Cuenta, también, su actuación solidaria con causas de países pobres –de África y Latinoamérica- que dan a Brasil status relevante en la diplomacia activa.
El BRIC ya se había reunido en Rusia –para conformar el organismo- y realizado su primera cumbre, en plena crisis financiera –junio del 2009- cuando se intentaba por los países ricos (G-20), dilucidar mecanismos adecuados, para atender la grave contingencia, nacida en el imperio mayor y contaminada vía finanzas globalizadas. Esta segunda reunión, por su oportunidad, hizo al BRIC, referente obligado en las relaciones internacionales.
La reunión contó con un antecedente importante. Líderes de cinco grandes economías, denominadas emergentes -China, Rusia, India, Brasil y Sudáfrica- realizaron su IV Reunión, como G-IBISA (siglas en inglés) dos días antes, en Brasilia. Discutieron el nuevo escenario de gobernanza global y posibles soluciones, a la controversia sobre el programa nuclear iraní. Éste, provoca presión internacional, ante dudas por el real alcance. Como tal, fue el asunto central de las conversaciones, declarándose “…la necesidad de una solución pacífica y diplomática a la cuestión". Así como “la necesidad de ampliar la participación de los emergentes, en las grandes decisiones globales”.
La 2ª Cumbre del BRIC fue adelantada para dar cabida al retorno urgente del presidente chino, Hu Jintao, a causa del terremoto que lleva 760 muertos en su país. Ésta se efectuó el jueves pasado, en Brasilia a puertas cerradas. A la cumbre asisten, además de Hu y el mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el primer ministro indio Manmohan Singh y el presidente de Rusia, Dimitri Medvédev. Durante la cumbre, revisaron un documento conjunto y lo aprobaron, en el que reclaman una mayor regulación del sistema financiero global y convienen estudiar el uso de monedas locales, en transacciones del grupo. El documento, de 33 artículos, sostiene que la crisis económica global demostró que es necesaria una mayor "regulación y supervisión de todos los segmentos del mercado financiero", revisando profundamente los Acuerdos de Bretton Woods y su Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional.
Expresaron: "Nosotros apoyamos un orden mundial democrático, justo y multipolar, con Naciones Unidas desempeñando un papel central para enfrentar esos retos", y llegar a "un sistema internacional más justo y equitativo para superar la crisis económica mundial". En lo político, el bloque apoyó aspiraciones de Brasil e India, para integrar el Consejo de Seguridad de ONU, como miembros permanentes. Se habló de reformas a dicho Consejo, por ahora en manos de unos cuantos países poderosos. Los consensos logrados en estos asuntos, serán presentados, en junio próximo, cuando en Canadá se reúna el G-20, buscando mecanismos globales de decisión.
Los cuatro países reiteraron su disposición de afianzar su cooperación monetaria, a fin de que el comercio entre los miembros del BRIC, pueda hacerse en monedas locales, prescindiendo del dólar. Se adicionó un “memorando de entendimiento” entre bancos de fomento de los cuatro países, para ampliar la financiación de proyectos de infraestructura, de interés común. En tal tenor, Rusia estudia fabricar aviones de Brasil en su territorio: El banco ruso Vnesheconombank (VEB) y el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil (BNDES) analizan tal viabilidad, informó el presidente del VEB. Por su lado, China y Brasil promoverán una asociación estratégica y fortalecerán la cooperación, más allá de los niveles actuales.
El otro tema destacado en la Cumbre -el conflicto en torno al programa nuclear de Irán- no formó parte del documento final, pese a esfuerzos de Lula, por buscar apoyo a su posición, contraria a la adopción de nuevas sanciones contra el país persa y a favor de una salida negociada. Según el canciller Amorim, Lula reiteró su posición en reuniones bilaterales sostenidas con Singh y Hu, antes de la Cumbre, detectando "muchas afinidades, incluso de puntos de vista". "Nuestra impresión es que la visión de ellos es que la eficacia de las sanciones es muy discutible", dijo Amorim. Éste recibirá al representante de otro gobierno que se resiste a nuevas sanciones impulsadas por el presidente de Estados Unidos, el canciller Turco, Ahmet Davutoglu.
El ministro brasileño precisó que el respaldo de Lula a Irán, depende de que el presidente Ahmadinejad “…muestre flexibilidad…deseamos que Irán tenga derecho a su programa nuclear para fines pacíficos, pero también es importante que la comunidad internacional se sienta cómoda (frente a la certeza) de que ese programa no tiene fines militares". Tal posición quedó reflejada en la "Declaración de Brasilia", de la Cumbre del Foro de Diálogo IBAS (la India, Brasil y Sudáfrica), que antecedió –según vimos- la conferencia del BRIC. El texto insta al gobierno de Ahmadinejad a "cooperar totalmente" con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y a cumplir "las resoluciones relevantes del Consejo de Seguridad de la ONU" sobre ese tema.
Los gigantes emergentes –como denominan a los cuatro del BRIC- discutirán el escenario mundial, posterior a la crisis financiera internacional y analizarán mecanismos para consolidar su influencia en las decisiones globales. No hay espectacularidad en resultados de la Cumbre, pero el BRIC muestra signos de consolidación y se coloca –por ser todos miembros del G-20- a la izquierda del grupo, que a partir del G-7 (la derecha histórica), viene definiendo políticas internacionales e impulsando a transnacionales, para que continúen el reparto del nuevo mundo. ¿México y otras naciones del G-20, entenderán y serán consecuentes con el signo de los tiempos?. Esperemos.
Correo electrónico: v_barceló@hotmail.com Villah. Tab. 18-abril-2010.
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