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(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)
Ni con alianzas perderá el PRI
Cuando el PRD, el PAN y el PT, y en algunos estados el PT, forjaron su alianza electoral para la mayoría de gubernaturas que se disputarán este año, el PRI reaccionó calificando el hecho de “contra natura”, “turbio”, “incongruente”, etcétera. Se fue con todo contra las alianzas y contra los aliados, descalificándolas por sistema.
Al PRD y al PAN los acuso de dejar atrás principios --y ancestrales rivalidades-- con tal de unirse en retención de sacar al PRI de las gubernaturas estatales.
En ese momento no dijo ninguna voz priísta que aún y así, con todo y unirse, no le ganarían al PRI ni una sola de sus gubernaturas el PRD y el PAN. Esto se paso por alto, dejando entreverse su manifiesta preocupación por la alianza panista-perredista en contra de sus candidatos, a los que echando montón podrían derrotar.
El PRI --que según quedaría al descubierto ahí mismo tenía ya acuerdos secretos con el PAN para que este partido fuera en alianza en contra suya-- más demostró temor por las derrotas que pudieran venir que ánimo triunfalista.
Pronto, sin embargo, cambiaria de estrategias el Revolucionario Institucional. Ya no vería “contra natura” las alianzas PRD-PAN, si no que hasta las tendría por “naturales”, ni se ocuparía más en tildar de “traidores” a los priístas que tras no resultar candidatos tricolores fueron postulados por una coalición de partidos opositora. Ahora lo que hacía era proclamarse triunfador anticipado en cada una de las entidades donde habrán elecciones este año.
El CEN del PRI hacía publicar en diversos medios nacionales una encuesta en donde su candidato aparecía aventajando --aunque allí solo fuera por seis puntos-- al candidato de la coalición PAN-PRD en Oaxaca. Y por ahí se iría. Día tras día en las páginas de la prensa escrita esa tendencia se mantenía. En Sinaloa, en Durango, en Puebla, en Quintana Roo, etcétera, el tricolor sacaba amplia ventaja a los panistas y perredistas aliados.
Ya ahora el PRI no mostraba temor de ser derrotado por esa alianza opositora. Los números que publicaba, según encuesta levantada por importantes encuestadoras, lo ponían en calidad de triunfador –y aún por amplio margen-- en cada una de las entidades en donde se celebrarán elecciones este año.
Tras las encuestas vendrían las declaraciones. Las alianzas “débiles”, “sobredimensionadas” y “como barcos que van zozobrando”, manifestarían los voceros tricolores. Ni qué preocuparse por ellas, pues.
Hoy el PRI, según esas encuestas, tiene de antemano ganadas todas las elecciones que se celebrarán este año --y hasta con carro completo--, y a ello se atienen. A los aliados PRD, PAN, Convergencia, PT, que quienes en un principio llegaran a asustar a su dirigencia nacional, no les da mayor posibilidad de triunfo (si no es que ninguna).
¿Estará en lo correcto el PRI? Habrá que esperar para saberlo a ciencia cierta.
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