LA POSTA
* MOCHILAS DIJO POPOCHAS
Juan José Sánchez Gálvez
laposta_1@hotmail.com
BOTANA DE CUERITO.- La primera revisión de mochilas de la que tengo memoria la sufrí en carne propia, y de qué manera, en la escuela primaria José Narciso Rovirosa de Macuspana. Me detectaron la introducción ilegal de mango verde con sal y el castigo fue terrible. El profesor, de cuyo nombre no quiero acordarme, me puso enfrente del grupo a comer el mango a grandes mordidas mientras me recetaba fuertes cinturonazos, fue una de las lecciones más vergonzosas que recuerdo en mi infancia. Mis padres no se enteraron, de haberlo sabido me hubieran propinado otra cueriza peor, pues era la costumbre en esa época: cuero en la escuela y cuero en la casa. Pordiositosanto.
UNA PAL STRESS.- Celebro que estos castigos corporales y morales hayan terminado pero sigue siendo un misterio para mí por qué no caí en depresión o stress traumático como sucede hoy en día por cualquier cosa. Supongo que una de las razones de esta tolerancia personal, era que en esa época los castigos se repartían por parejo, no había colegios particulares, pobres y ricos acudíamos a la misma escuela de gobierno y los profes le echaban cuero a todos los que violaban las reglas, sin distinción. Ahora que las autoridades quieren hacer permanente la revisión de mochilas para detectar armas o drogas, padres, maestros y autoridades escolares se tiran la bolita, nadie quiere echarse el compromiso. Tal desinterés que puede ser la causa de tantos males.
CRUDA MORAL.- Definitivamente el “gasolinazo” quemó a medio mundo, no sólo chamuscó al PRI, que ya está acostumbrado, también al PAN que en Tabasco poco cuenta, pero sobre todo al partido en el poder, el PRD, que tenía grandes posibilidades de ganar las elecciones locales en 2018, pero el golpe ha sido tan brutal que por más que los aspirantes muestran el músculo y se pasean por todo Villahermosa y el estado, la sombra del gasolinazo los sigue dónde quiera. La gente los señala: “mira, allá va uno de los que aprobaron el gasolinazo”. El dirigente estatal, Candelario Pérez Alvarado, no encuentra la forma de justificar ante los electores, la bondad de la reforma hacendaria, la energética y el mentado gasolinazo.
CRUDA REALIDAD.- Por más explicaciones que da Candelario, no deja satisfechos a los medios ni a miles de cibernautas que hacen cera y pabilo de los perredistas en las redes sociales. Lástima, pues este partido cuenta como nunca con una buena cuadra de aspirantes que estaban encaminados al triunfo, pero la mala hora, un desliz legislativo, una mala recomendación, un trastabillón de toda la bancada tabasqueña perredista en las últimas dos legislaturas federales, dio al traste con el futuro del partido que hizo posible la alternancia en 2012. Ni una alianza PRI-PAN-PRD en Tabasco tendría seguro el triunfo pues la gente los identifica como los autores del desastre.
LA CAMINERA.- Por más que los gobiernos estatal y municipal tratan de hacer entender a los locatarios del mercado Pino Suárez que les conviene cambiarse a las nuevas instalaciones del mercado provisional, los comerciantes no quieren moverse, ahora sí qué, como dijo el clásico de clásicos, no le quieren dar el beneficio de la duda a las autoridades, pues tienen la sospecha de que al cambiarse perderán sus concesiones. Considero que en este caso, como en otros de la vida pública tabasqueña, resalta la falta de liderazgos en ambas partes, liderazgos que lleven a todos a conciliar y a firmar acuerdos para destrabar el conflicto. Esta carencia resulta muy costosa, pues se han gastado más de 70 millones de pesos en construir una infraestructura provisional y dotarla de servicios municipales para que los señores locatarios se nieguen a ocuparla. Con dos o tres obras como esta, el presupuesto 2017 no alcanzará para nada. Sea por Dios.
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