Aquí… Tabasco dice: Abiud Pérez Olán /Abr 12

ooo
(Publicado en el Diario Rumbo Nuevo)

• Insatisfacción por dictamen de notarías
• Amigos y hermano de Andrade, fuera del notariado
• Manuel Andrade hace historia, con hechos inéditos

abiudperez@hotmail.comEsta dirección de correo electrónico está protegida contra los robots de spam, necesita tener Javascript activado para poder verla

Una vez más, Tabasco vuelve a ser tema inédito en el asunto de Procuración de Justicia y qué pena que sea el mismo personaje protagonista del desagradable hecho, Manuel Andrade Díaz hace historia en la misma década, primero cuando le anularon la elección para gobernador, en donde fue de la misma forma que ahora, que la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a través del Tribunal Federal Electoral, y ahora se le ordena a una institución tabasqueña recomponer un veredicto que habría dado beneficiando la impunidad y un hecho de soberbia del entonces gobernador, al entregar 13 nombramientos de notarios públicos a familiares y amigos, esta vez la impartición de justicia fue a medias, pero en un estado como el nuestro, en donde las componendas y complicidades están a la orden del día, se trata de satisfacer un mandato judicial federal.

Para Jorge Arturo Pérez Alonso, abogado demandante, no le satisface el dictamen que el Tribunal de lo Contencioso Administrativo determinó al mandato judicial federal, de recomponer el veredicto del juicio que había interpuesto por las notarías que entregó el gobernador Manuel Andrade a familiares y amigos, pues no concluye el mandato de satisfacer la demanda interpuesta en contra del veredicto de haber dado por hecho los FIATs que hace tres años habría entregado el ex gobernador y que fueron llenos de irregularidades, desde el examen, hasta la entrega de los mismos, razón existe para la inconformidad y muestra que el Tribunal de lo Contencioso Administrativo no tiene razón de ser, cuando simplemente se convierte en una autoridad dispuesta a satisfacer las órdenes de los gobernantes y temen los magistrados que lo componen, a tomar decisiones verdaderas y justas, por temor a perder su empleo.

A la historia pasará Irma Wade, como en su momento quedaron registrados los hechos delictuosos, del entonces presidente del Instituto Estatal Electoral, Leonardo Salas Poisot, quien a costa de todo, trataba de imponer al polémico Manuel Andrade, como gobernador, pasando por encima de la investidura de magistrados vigilantes del voto de los tabasqueños y además, notario público, llenando de vergüenza la investidura y a su persona, ahora sucede lo mismo con la presidenta del organismo impartidor de justicia administrativa, que no tuvo la suficiente vergüenza, para dejar satisfecha a la sociedad tabasqueña, y tuvieron que obedecer a medias un mandato federal que los llena una vez más, de vergüenza, hablar de la magistrada que presidía la sala encargada de estudiar el expediente y juzgar el caso, la abogada Luz María Armenta, no tiene caso, resultó servil a los intereses de Manuel Andrade y por vergüenza deberían irse de esa institución, que bastante bañada de lodo, ha quedado.

¿Por qué esperar siempre un mandato federal para impartir justicia?, incapacidad, seguramente no la tienen los encargados de procurar e impartir justicia en este estado, lo que les falta es vergüenza y dignidad que pasan por encima de los derechos de los demás, siempre en componendas, sin importarles lo que lo demás piensen de ellos, por tal de cuidar el empleo, de nada sirve que tengamos abogados con maestrías y doctorados en esas áreas, si al final de cuentas, como seres humanos no tienen ninguna percepción de la realidad del estado, y mucho menos se apegan a la necesidad que exige nuestra sociedad, de actuar de mejor forma, antes se decía que las mujeres eran más honestas y que se debería poner más instituciones en sus manos, pero hoy se puede decir, que tan corrupto, es el hombre, como la mujer, y este caso las pone en evidencia a las dos encargadas de impartir justicia, no sólo a Jorge Arturo Pérez Alonso, que se vió afectado en sus derechos, sino también a nuestra sociedad que habría sido mancillada por el ex gobernador, quien en acto de soberbia le dio una notaría a su hermano, con todas las limitaciones que sabemos que tiene como abogado, recordándonos a aquel célebre rey que fue capaz de nombrar a su caballo como su II.

El caso no ha quedado cerrado, seguramente Jorge Arturo Pérez Alonso apelará y a lo mejor en un gesto de la poca vergüenza que le queda a los notarios que les retiraron el FIAT, podrían hacer lo mismo, tienen el derecho de hacerlo, pero no creo que se atrevan, pues la justicia federal demandó recomponer el veredicto anterior y no era para satisfacerlos a ellos, y en ese caso, quedarían otros en la cuerda floja, y de seguir el asunto y asunto y haber otro mandato federal, estarían tanto Irma Wade, como Luz María Armenta, en el iceberg de un asunto penoso y vergonzoso, aun más del lodo que ya se han echado encima por este asunto.

Este hecho de un nuevo veredicto sobre la determinación de un tribunal estatal, sienta historia en Tabasco y nos deja muchas, pero muchas preguntas y un gran aprendizaje, que se necesita valor y dignidad para enfrentar a los que desde el poder se sirven con la cuchara grande, desde el poder mancillan a la sociedad con decisiones como las que en su momento habría tomado Manuel Andrade, ya no son los mismos gobernantes de antes que actuaban con impunidad, hoy tenemos pruebas fehacientes en Tabasco, que cuando se apega a derecho y conocedores del mismo dan la pelea, la ganan y para tristeza del ex gobernador, ha sido ejemplo de dos hechos inéditos, pero llenos de vergüenza.

Darwin Andrade, al igual que sus otros hermanos, se sirvieron con la cuchara grande durante la administración de Manuel Andrade, hoy la justicia federal puso orden y en los otros casos, sólo la justicia divina hará lo suyo, porque tarde o temprano, alguien imparte justicia a todos aquellos que valiéndose del poder y del dinero, pasan por encima de los demás.