miércoles, 13 de marzo de 2019

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Guayabera Política


Guillermo Hübner Díaz
Publicado en el DIARIO SDE TABASCO EL UNIVERSAL

Confianza y paciencia, la solicitud de Medina

La confianza tiene que ver con esa fuerza surgida de lo profundo del alma que es la fe y permite a las personas esperar el registro de hechos favorables; también se relaciona con la seguridad, que no es sino el estado que propicia al ser humano la posibilidad de ir y venir, ejercer determinada actividad, alejado de peligros, riesgos, temores.

Paciencia, es un concepto de mucho valor también, hay que estar bien integrado para poseerla, implica esperar, mantener la calma, no apurar el tiempo con el deseo de ver anticipadamente lo que sólo puede y debe de ocurrir en la circunstancia, en la ocasión, en el lapso apropiados para ello..

Pues eso, amable lector, “confianza” y “paciencia”, fue lo que el inteligente secretario de Gobierno, Marco Rosendo Medina Filigrana, pidió a sus conciudadanos en torno del gobierno del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, al rendir este ante su gabinete, líderes camarales, empresarios, industriales, productores, académicos, etcétera, un informe al cumplir sus primeros 100 días de gobierno.

No pidió esto Medina Filigrana, responsable de la política interna de Tabasco y amigo personal del Primer mandatario, porque existan dudas sobre la efectividad de la gestión del hombre de Tepetitán, por el contrario, pidió ambas actitudes en momentos en los que Andrés Manuel goza del 80% de la aceptación de los mexicanos y en sólo escasos tres meses, ha cumplido un alto porcentaje de su oferta de campaña.

En el momento de solicitar confianza y paciencia respecto del gobierno de Andrés Manuel, el joven secretario tenía seguramente en su mente el enorme reto que representa para el regimen de la Cuarta Transformación, superar un cúmulo de problemas a cual más grave, encadenados diabólicamente por cuando menos 6 presidentes antecesores.

No es ni será tarea fácil, desde luego, terminar con la corrupción, con la podredumbre, tampoco la empresa de modernizar la administración pública pero, fundamentalmente, la más elevada responsabilidad que haya podido asumir un Presidente como ha hecho AMLO, la de cambiar la mentalidad de los poco más de 120 millones de compatriotas, muchos de los cuales todavía no alcanzan a comprender qué tan lejos y qué tan alto se quiere llegar para convertir a México, como el propio mandatario ha repetido muchas veces, en una potencia mundial.

“Hay que preguntarse”, formuló Medina Filigrana, “cuántos presidentes de la república y en cuanto tiempo cumplieron sus promesas de campaña, Andrés Manuel es un caso excepcional, el gobierno del Estado festeja el hecho de que el Presidente sea un paisano pero mucho más que esté trabajando tanto por México”.

Los que no creen todavía en Andrés Manuel, están en su derecho, dijo también el funcionario que en repetidas ocasiones ha dado muestras de poseer el conocimiento exacto de lo que significa transformar un regimen obsoleto en otro totalmente diferente para garantizarles mejores condiciones de vida a los mexicanos, pero sobre todo para que todos vuelvan a sentirse dueños de su país expresando solidariamente los mejores esfuerzos y experiencias para engrandecerlo y alejarlo de tantos y tantos peligros a los que ha sido expuesto los últimos años por malos gobernantes.

Varias son las cosas que desde la Presidencia de la república, muestran al mundo entero que en México existen seres dedicados a lo política, imbuidos de los mejores principios y sentimientos para procurarle a la población salud y educación de calidad, seguridad y empleos, al tiempo de administrar los bienes y recursos de la nación con absoluta honestidad y transparencia, tratando como nunca antes de conciliar justicia con libertad.

Hay que hacerle caso al llamado de Medina Filigrana. Hay que tener confianza y paciencia en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que si bien no llegó a la Presidencia caminando sobre terciopelo, tiene el suficiente vigor, conciencia patria, voluntad y compromiso, para darle a México lo mejor de sí y con él sus principales colaboradores.

Confianza y paciencia, eso. Eso es lo que se requiere hoy en día. Lo demás, como se dice en ciertos pasajes bíblicos, vendría por añadidura. Sea.

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