sábado, 30 de marzo de 2019

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Para Usted

Tiempos complicados

Mario Gómez y González
chayogomezg@hotmail.com
Foto: Redes sociales

Los números ofrecidos recientemente por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), sobre la situación laboral de Tabasco nos ponen a temblar; ocupamos el primer lugar nacional en materia de desempleo y el índice de ocupación y empleo nos señala que, en este sentido, la cifra es del 7.8 por ciento; ¿esto, que quiere decir?, que ocho de cada diez tabasqueños, no tienen trabajo.

Todos sabemos que nuestra entidad necesita de los recursos que vía participaciones federales nos envía el Gobierno de la República, ya que no tenemos capacidad para generarlos propiamente, para las necesidades más urgentes; sin embargo, el reciente anuncio de Alfonso Romo Garza, Jefe de la Oficina de la Presidencia, es un dardo al corazón para nuestra entidad.

¿Por qué?, ya que se prepara un nuevo recorte de personal, aunado a que en materia de recaudación el país no recibirá mucho, lo que en cristiano significa que los volúmenes de las participaciones pueden disminuir; todo ello, encerrado en una frase lapidaria; pasaremos de la austeridad republicana, a la pobreza franciscana. Conviene esclarecer los conceptos.

Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, afirmó, hace ya varias semanas, que el Gobierno está dispuesto a pasar de la austeridad republicana a ‘una pobreza franciscana’ para destinar más fondos para el bienestar y desarrollo de México. “El gasto del Gobierno es mínimo; estamos en la austeridad republicana y si se necesita para transferir todos los fondos al pueblo para que haya desarrollo, trabajo y bienestar, el Gobierno va a entrar a una fase superior, vamos de la austeridad republicana a la pobreza franciscana, nada de derroche”, afirmó.

La expresión “pobreza Franciscana”, hace referencia a la orden de los franciscanos, fundada por San Francisco de Asís. Una de las características de los monjes de esta orden es el voto de pobreza por el que llevan una vida austera. Entre las medidas de la política de austeridad republicana, que ya opera, está el hecho de que ningún funcionario público puede ganar más que el presidente de la República, cuestión establecida en la Ley de Remuneraciones de Servidores Públicos.

Se conoce a un gobierno austero o persona austera, a quien es sobrio, morigerado, penitente y severo, que no hace ninguna clase de alardes y que se ajusta con rigurosidad a las normas de la moral. En los últimos años, debido a la situación de crisis económica, en la que se encuentran nuestro país, se ha producido el uso continuado de lo que se ha dado en llamar austeridad económica. En concreto, con dicho término lo que intenta definirse es a un tipo de política de carácter económico que lleva a cabo el gobierno con el claro objetivo de conseguir mejorar en algo la situación financiera, aunque en muchos casos no logran los resultados esperados. De esta manera cuando se incentiva y apuesta por la austeridad económica lo que se lleva a cabo es un conjunto de subida de impuestos al tiempo que una reducción de gasto público. Es decir, lo que los ciudadanos de a pie han dado en llamar recortes.

No hay que vincular, en cambio, la austeridad con la carencia. Un millonario puede ser austero, mientras que un pobre puede derrochar lo poco que tiene. Supongamos que el dueño de una gran empresa gana 2 millones de pesos mensuales. Esta suma le permitiría tener automóviles de lujo y una mansión, o hacer viajes alrededor del mundo. Sin embargo, este empresario prefiere la austeridad: vive en la casa que heredó de sus padres, tiene un coche viejo y veranea siempre en una playa de su país. Un hombre que está desempleado, en cambio, gasta más allá de sus posibilidades y consume sus ahorros sin pensar en el futuro. Pese a no tener trabajo, esta persona demuestra no saber qué es la austeridad y decide comprarse un coche nuevo, aunque ya tiene uno que le permite desplazarse sin problemas.

Por todo lo anterior expuesto, se hace urgente e imperativo en Tabasco, el diseño de programas, acciones y estrategias que permitan la rápida reactivación económica, sin dejar de atender los otros problemas que el desarrollo y la paz social de nuestra entidad, demandan respuestas y soluciones; por mencionar uno de ellos; el de la inseguridad. En tanto, no se disminuya la inseguridad y se garanticen condiciones de tranquilidad y bienestar para la sociedad, el desarrollo pleno e integral de los tabasqueños, tardará en hacerse presente.

Si las cosas continúan a como están o se percibe en los bolsillos de los tabasqueños, en sus hogares y empleos la mejoría económica, no se podrá hablar de una benéfica cuarta transformación que nos catapultará a todos hacia mejores estadios de vida, desarrollo y bienestar. Todos hacemos votos y deseamos, que le vaya bien al Presidente López Obrador y, desde luego, al gobernador Adán Augusto. En sus manos, está el destino de los tabasqueños y de Tabasco.

Y Para Usted También**El gobernador Adán Augusto López Hernández, convocó a los tabasqueños a participar en las acciones de prevención del delito, para que el combate a la inseguridad sea más eficiente**dijo que, si bien la seguridad pública es responsabilidad de los gobernantes, es también necesaria la participación y compromiso de los ciudadanos, organizaciones civiles, iglesias y escuelas en las acciones de prevención**buen fin de semana**nos leemos el lunes Dios mediante.

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