Guayabera Política
Guillermo Hübner Díaz
Publicado en el DIARIO DE TABASCO EL UNIVERSAL
Hilando fino
Hila fino el gobernador, Adán Augusto López Hernández. Se han seguido sus pasos desde tiempo atrás. El gigantón paraiseño de casi 2 metros de estatura, cuida lo que dice y hace en cada situación que lo requiere y no desatiende ningún detalle, cada matiz, Eso es hilar fino. Acaba de ocurrir, el sábado en la Universidad Alfa y Omega, al reunirse con el presidente del Comité Cívico Cultural de Tabasco, Fernando Ramos Sánchez, una organización liberal de corte juarista y el presidente de la Asamblea General de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, Adolfo Arias Job. Pidió apoyo para realizar un esfuerzo colectivo orientado a resolver graves problemas como los de la inseguridad y desintegración familiar. Garantizó respeto al culto y al pensamiento. Convocó a una cruzada a favor de Tabasco y el rescate de valores sociales en la que participen todas las denominaciones religiosas, sociedad y gobierno. No fue casual, impensada o accidental, su convocatoria.
No ha sido la primera vez que escuchamos su llamado para la erradicación de tantos vicios sociales que dañan a los tabasqueños, las lacras y las provocaciones que rompen el orden, que radicalizan posiciones en el seno familiar. El 13 de abril de 2018, luego de arrancar su campaña en Tepetitán, Macuspana, cuna del Presidente Andrés Manuel, pidió a sus adversarios no hacer esfuerzos estériles para buscar una confrontación. “Yo –dijo-, estaré enfocado en hacer una campaña de reconciliación en todo Tabasco”. “A nuestros adversarios políticos –abundó-, les reiteramos nuestra disposición de competir limpiamente por el voto popular, por el voto que hará triunfar no a la Coalición “Juntos Haremos Historia”, sino a la gente que el 1° de julio seguramente nos brindará su respaldo y su confianza (…) “Que no se esfuercen en ejercicios de confrontación o de provocación, serán seguramente estrategias fallidas, destinadas al fracaso, que no se desgasten en intentos estériles, nosotros apostaremos todo el tiempo por la reconciliación, por las ideas e ideales que animan a este movimiento”.
Dijo bien, el ahora gobernador, lo escucharon cientos, miles de personas y dirigentes de su partido, entre ellos Yeidckol Polevnsky Gurwitz, presidenta entonces del CEN de Morena, también Gonzalo López Beltrán, hijo del Primer Mandatario de la Nación. . Pudo haberse descubierto desde entonces –otros lo había hecho antes- , de qué materia estaba hecho el candidato a la gubernatura y cuáles eran sus principales propósitos de llegar al gobierno, los de reconciliar a las familias tabasqueñas, reconciliar a Tabasco, lo que repitió una y otra vez, tarea que requería del empeño de todos pues él no podría hacerlo todo. Aquel día dijo que la reconciliación no era -ni es- un asunto de esfuerzos individuales, así como que el gobernador no podría solo. “El gobernador del Estado requiere de todos, requiere de la participación, del empeño de todos, solamente así se podrá recuperar Tabasco y reconciliar a las miles de familia que lo hacen posible”.
Pidió ir juntos a ganar el debate de las ideas, a proponer lo que Tabasco realmente necesita. “Que se oiga fuerte”, expresó, “escuchemos para reconciliar a Tabasco, no más obras que envanecen a los que mal gobiernan y se enriquecen, a los que abusan de los recursos que son de todos. No más corrupción, no más impunidad, todo absolutamente todo lo que hagamos desde el gobierno, será para beneficio de la gente”. Bien. Adán Augusto, estuvo el sábado con quienes alimentan el alma de los individuos y orientan su destino con sabios consejos, llamándolos a sumarse a la gran cruzada por la reconciliación, sin reservas, sin celos, abierta y decididamente para hacer de la tabasqueña una sociedad ejemplar, de alto nivel analítico, discursivo, participativo, unida en la no siempre cómoda búsqueda del bien común.
Les dijo a estos líderes de la Iglesia Presbiteriana de Tabasco, como lo hizo a todos los tabasqueños durante la campaña, que “hay que ir al recate de los valores sociales para fortalecer nuestro sistema educativo, pero no puede ser sólo una acción de gobierno, debe ser un esfuerzo colectivo, un esfuerzo entre sociedad y gobierno, con el apoyo y la guía de ustedes”. Importante el llamado, la invitación, el exhorto de elevada preocupación y responsabilidad políticas, hecho a los presbiterianos que representan a miles de fieles integradores de una fuerza inobjetablemente moral que mucho ayudaría en la tarea de recuperar valores y reconciliar a la sociedad. Los grandes factores que mantienen fracturada a la sociedad tabasqueña surgen indiscutiblemente de la falta de valores, de la falta de referentes morales en el seno de la misma, punto en el que el mensaje, la labor de la iglesia, puede hacer un blanco perfecto. Tienen la palabra.
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