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(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)
El proyecto Tabasco y el PAN
No se cuál haya sido el resultado de las elecciones de ayer en doce estados de la República, ni me importa. Estoy mucho más preocupado como está la situación en Tabasco. Las hoy famosas "narcoelecciones se dan porque nadie gobierna en México. El propio secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, hasta se da el lujo de hablar de "tontos útiles". Y como dijera el ya fallecido Juanito Alejandro, el "Verduguillo": "juímonos, antes que el hombre de Bucareli nos diga igual".
Sin embargo, he de tomar prestada una cita del columnista del "Reforma", Germán Dehesa, para ilustrar mi trabajo de hoy. ¿Qué dice Dehesa?: "Conozco a miles de mexicanos a quienes su cumpleaños les produce depresión profunda, como si algo en lo recóndito les dijera que no tienen al mundo nada contento con su aparición en el censo mexicano (…) "De lo que no se dan cuenta estos capullitos es que ellos son los únicos que se gozan a sí mismos; todos los demás los encontramos abominables y enormemente nocivos. Yo no digo que sea el único mal de esta patria, lo que sí creo es que tenemos que reducir o desaparecer la BRUTAL CUOTA de farsantes que la fatalidad nos ha asignado".
Para empezar, su servidor entiende, con todo y que lo separan de Tamaulipas, su estado originario más de mil 200 kilómetros, que el gobernador Eugenio Hernández, no tiene NPI (ni puta idea) de lo que es gobernar. Por eso hoy que arranco semana, con todo y que los lunes ni las gallinas ponen, regreso al solar tabasqueño. Decíale en mi colaboración de ayer que mientras este columnista trataba de enmendar aunque fuera en lo mínimo las chingaderas de Policarpo Valenzuela y socios (Depredaron la jungla tabasqueña), sembrando un frágil arbolillo en un parquecito de la colonia "el Cerrito", en Emiliano Zapata, en la cercana Balancán se oían a lo lejos cohetes y cohetones.
El motivo era que estaba de visita ahí el gobernador Andrés Granier Melo. Simbólicamente, el "Chelo" fue a despedir a cientos de jóvenes que terminaron su educación preparatoriana en los diversos planteles del COBATAB, feudo donde la inteligencia de Jorge Abdó Francis se afana en poner orden.
Decíale que la generación saliente de todos esos muchachos lleva por nombre "Andrés R. Granier". Muchísima responsabilidad es ser padrino de esos chamacos. Pero me llama la atención que al gobernador le guste estar en Balancán, feudo donde el PAN gobierna con Milton Lastra Valencia, igual que en Emiliano Zapata, donde manda Miguel Angel Jiménez Landero.
¿Por qué le gusta a Granier estar en Balancán? Fácil: porque siente que tiene comprensión. O mejor dicho, lo que nunca cultivaron los perredistas con Granier: da y recibe calor y entendimiento, piezas vitales de la polítca. No olvidemos que ésta, si se practica con sentido común aún en su más elemental estadio, une a los ciudadanos alrededor de causas justas y conjuntas, como el Proyecto Tabasco…
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