Tiempo de Política
Salvador Fernández
Publicado en el DIARIO DE TABASCO
Fármacos, falsificación criminal
De muy graves, de emergencia y lo que sigue se deben calificar los datos del senador Fernando Mayans sobre el porcentaje de medicamentos que se consumen en el país: somos la sexta nación con mayor venta de fármacos falsificados, seis de cada diez son de procedencia ilícita
Al presentar ayer en Villahermosa su IV Informe de Resultados Legislativos, el doctor Mayans Canabal ejemplificó el caso de la Hepatitis “C” que es curable en un 99.9 por ciento, “pero a causa de diagnósticos a destiempo, medicinas apócrifas o de dudosa procedencia se pone en riesgo la vida de los pacientes”.
Este es un gravísimo caso de salud pública que implica fraude y se debe llegar a los culpables de la cadena de elaboración, venta e incluso aplicación de los medicamentos, es decir, los laboratorios, las farmacias y los hospitales públicos y privados que aplican los medicamentos sin el control debido.
Aquí hay dos dependencias federales que deben tomar cartas en este caso de fraude criminal: la Secretaría de Salud y la Procuraduría General de la República.
La sociedad mexicana está en su derecho de conocer cuáles son los medicamentos apócrifos, falsificados que ha estado consumiendo con la creencia de que los curará de sus enfermedades.
La industria farmacéutica genera miles de millones de pesos de ganancias, de las cuales el 60 por ciento son de procedencia ilícita. Son fraudulentas a costa de la salud de millones de mexicanos. Por ello es una estafa criminal masiva cada vez que fallece un mexicano a causa de falsos medicamentos.
El legislador federal luego de hacer el diagnóstico presentó la iniciativa de cura para brindar seguridad al paciente sobre la certificación y eficacia de los medicamentos que recibe, a través de un “candado” de registro electrónico de control y autenticidad.
El remedio legislativo y la operación penal deben ir de la mano y sacar a la luz pública los nombres de funcionarios federales que a sabiendas de este timo masivo, permiten la circulación de estos fármacos “chochitos”.
TIEMPO DE INCONGRUENCIA.- Ahora es la diputada federal Aracely Madrigal la que expone la incongruencia de que existe una campaña nacional contra la obesidad y por otro lado se da un recorte de 10 mil millones en el sector salud, cuyo monto aún no se ha precisado para el estado de Tabasco.
Por cierto, alguien puede explicar otra incongruencia: que en el personal médico y estudiantil de las carreras de medicina existe el mismo porcentaje de obesidad que en el resto de la población. ¿Con qué autoridad moral pueden brindar a la comunidad pláticas u orientación sobre nutrición y la obesidad que provoca un sinnúmero de enfermedades que cuestan millones a los presupuestos públicos de los tres niveles de gobierno?
TIEMPO FUERA.-
“El río Usumacinta seguirá siendo el más caudaloso de México sin tener ninguna obra de control que distorsione el ecosistema. Si antes se pudo hacer por no tener conciencia ecológica, hoy sería irresponsable hacerlo, teniéndola”
Arturo Núñez Jiménez
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