LA POSTA
- CANSANDO AL GANSO
Juan José Sánchez Gálvez
SAN LUNES 1. No quisiera estar en los zapatos de Andrés Manuel López Obrador. La prueba de que hay muchos escollos en el camino de la 4T, está en el discurso del presidente de México en la presa Malpaso, ahí dijo que se realizará una auditoría a la CFE, se invertirán 20 mil millones de pesos para reactivar el sector eléctrico y descalificó la compra de electricidad a empresas extranjeras a las que se les pagan subsidios indebidos. Desafortunadamente estos contratos están legalmente suscritos, esto es, que la misma ley favorece la corrupción. Preocupa que la gente se canse de los desplantes de la burocracia privilegiada y tome las armas en su contra y la frustración e impotencia se traduzcan en conductas antisociales con aparente causa justificada. El daño causado a la estructura del estado, es de tal magnitud, que para corregir el rumbo deberán caer muchos liderazgos mafiosos y acuerdos oscuros; habrá que rehacer la constitución política pues durante más de 80 años, los gobernantes y legisladores hicieron las leyes a modo para eternizar los privilegios de esa minoría rapaz. Pordiositosanto.
SAN LUNES 2. Cualquiera de nosotros ha sufrido la supuesta legalidad que entorpece la marcha del país hasta en los mínimos detalles, por ejemplo: cuando llegamos a una clínica del IMSS, ISSSTE o ISSET y el empleado no quiere atender, ningún jefe puede obligarlo porque es sindicalizado e intocable pues el gobierno les ha dado concesiones excesivas a los sindicatos oficiales. Un empleado del IMSS se jubila a los 28 años de servicio con una pensión promedio de 134 por ciento de su último salario (en promedio, mínimo 20 mil pesos mensuales), gana más como jubilado que como trabajador en activo y goza de aumentos en cada revisión salarial. En contraparte, el derechohabiente, es decir el trabajador que cotiza al IMSS, pero no trabaja ahí, se jubila a los 65 años, recibe una pensión de apenas 40 por ciento de su último salario (en promedio dos mil pesos mensuales) sin derecho a aumento ni prestaciones a pesar de haber creado riqueza toda su vida laboral. El 30 por ciento del presupuesto del IMSS es para pensiones, el 28% para servicios personales, el 5% para servicios generales, materiales y suministros y el 7% para insumos médicos. Así es esto del abarrote.
LA CAMINERA. El actual poder legislativo federal tendrá que actuar con prudencia y paciencia para modificar las leyes injustas; de todos modos, se estima que las promesas de campaña de Obrador no podrán cumplirse a cabalidad, no por falta de voluntad política, sino por el freno que les impone la ley y los que la aplican, como es el caso de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), prueba palpable de la corrupción institucional. Sea por Dios.
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