CARTA ABIERTA
Pudo haber
sido mucho peor
JORGE NÚÑEZ
Que la esposa del gobernador Núñez haya sido liberada sin que la sangre llegara al río ha sido un verdadero milagro. Un hondo respiro para todas las partes involucradas. Porque a nadie convenía una violencia desatada, con víctimas de uno y otro lado.
El operativo de rescate quirúrgico, implementado por el secretario de Seguridad Pública, Jorge Aguirre Carbajal, ha evitado que el Gobierno estatal se tiña con una imagen de represor de la clase trabajadora.
De cualquier forma, el hecho registrado en el Hospital del Niño quedará en los anales de la historia política de Tabasco.
Ni en sus más surrealistas escenarios, alguien pudo haber imaginado que un grupo de trabajadores de la Secretaría de Salud, desesperados por la falta de sus pagos, retuviera a Martha Lilia López de Núñez como una forma inédita de obtener una respuesta de las autoridades.
Fueron más de seis horas en los que la incredulidad de los tabasqueños se mezcló con el nerviosismo de los involucrados. Al final, el secretario de Gobierno, Rosendo Gómez Piedra, dio su palabra de que este miércoles se verá reflejado el pago a los empleados federales de la Secretaría de Salud.
De acuerdos a fuentes confiables que participaron en las negociaciones para destrabar el conflicto, el secretario de Salud, Rommel Franz Cerna Leeder, tuvo un rol definitorio al convencer al líder de la sección 48 del sindicato federal, Jorge Herrera, de aceptar el ofrecimiento de Rosendo Gómez.
Lejos de abandonar a la esposa del mandatario a su suerte o pretender lavarse las manos en lo que es un asunto estrictamente financiero, Rommel llegó al sitio para hablar con los trabajadores y con los medios de comunicación. Dicen que esto ayudó a apaciguar las aguas.
Al final, se dieron garantías de que no habrá represalias contra quienes participaron en la retención de Martha Lilia. Porque, también hay que decirlo, los trabajadores, salvo incidentes menores, nunca buscaron ir más allá de impedir la salida del vehículo oficial de la presidenta del DIF.
En el entorno de Arturo Núñez hay la percepción de que todo esto pudo haberse evitado.
Se dice, en voz alta, que algunos funcionarios estatales no estuvieron a la altura de las exigencias. Que carecieron de la inteligencia y el sentido común para prever lo que podía generar la desesperación social generalizada. A pesar de las advertencias del titular de Salud en este sentido.
Porque no fue la única protesta del martes 18. Al momento del conflicto en el Hospital del Niño, trabajadores de contrato de honorarios de la Secretaría de Educación cerraban cuatro carriles del puente Los Monos en la entrada Villahermosa-Cárdenas.
Ante la amenaza de que en los días siguientes haya más protestas de trabajadores y jubilados de diferentes dependencias, sigue vigente la palabra de Núñez para pagar a todos los trabajadores y acreedores del Gobierno.
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