CARTA ABIERTA
“Mueven” a José
Piña a Educación
JORGE NÚÑEZ
A punto de estallar una huelga general en la UJAT, ha empezado a correrse la versión de que José Piña Gutiérrez piensa en la Secretaria de Educación.
El trascendido resulta, de inicio, inaudito. Porque el periodo del rector de nuestra Máxima Casa de Estudios concluye en 2020. Y porque el aludido tiene tras de sí un sinnúmero de cuestionamientos de la comunidad universitaria.
Al menos esto es lo que asegura el investigador Javier Herrera Escamilla en esa recordada entrevista con Emmanuel Sibilla.
En esa ocasión dijo que el rector tiene 16 años sin ser docente y a pesar de ello sigue cobrando como tal. También habló de cómo ha favorecido a la alta burocracia de la UJAT, donde profesores y directivos de su grupo también “dobletean”.
El denunciante, un trabajador jubilado, ha llevado su queja ante Obrador. Porque el rector recibirá este año más de dos millones de pesos de ingresos, lo que significa ganar más que el presidente del país.
Herrera llamó también la atención sobre la llamada “Estafa Maestra”. En ella, la Auditoria Superior de Fiscalización hizo observaciones a la UJAT por más de cinco millones de pesos.
Por si lo anterior no fuera suficiente, la Casa de Estudios carga una deuda de dos mil millones de pesos, la más alta de su historia. Ello ha generado una crisis interna, como el recorte a los servicios médicos de los trabajadores.
Mientras se afecta a los empleados al restringirles la atención médica, se gastan más de 25 millones de pesos en una TV UJAT que tiene un ínfimo porcentaje de audiencia. ¿Quién entiende semejante disparate?
Contra lo que podría pensarse, lo dicho por el trabajador jubilado de la UJAT no es alguna “guerra sucia”. Porque toda esa información aparece ¡en la página Transparencia!
En este entendido los deseos de los simpatizantes de José Piña, para que sea el próximo titular de la Secretaría de Educación, suenan a un auténtico disparate.
En todo caso lo que debería proceder es su dimisión inmediata. Por haber hundido a la UJAT en el descrédito y una crisis generalizada.
: EL MÁS DIFÍCIL
La historia juzgará al fiscal general de Tabasco. Sobre todo por haber tenido una de las dos responsabilidades más complicadas del gabinete (la otra es Seguridad Pública).
En su comparecencia ante el Congreso, Fernando Valenzuela Pernas salió adelante. Contestó con claridad a todas las preguntas y evitó la confrontación.
Los diputados se enteraron, por ejemplo, que 2018 es el año con el índice de esclarecimiento de delitos más alto en los últimos siete años, con un 85.29 por ciento de efectividad en 34 casos atendidos. Por eso se detuvieron a cien personas y se desarticularon doce peligrosas bandas criminales.
En su gestión de seis años hubo 600 detenidos y cien bandas desarticuladas.
En el delito de secuestro, uno de los más graves en Tabasco, hubo 14 sentencias condenatorias con 24 encarcelados, sumando un total de mil 453 años.
En el entendido de que la inseguridad es la tragedia nacional heredada por Enrique Peña, el fiscal hizo más allá de lo que estuvo a su alcance. Es muy posible que ese juicio de la historia le sea, a fin de cuentas, favorable.
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