¿Quién lo asumiría?
Mario Gómez y González
chayogomezg@hotmail.com
Se suele llamar "costo político" a la pérdida de apoyo popular en la que un candidato o gobernante incurre por causa de una declaración o una medida. Si no se debió a un error táctico involuntario, la decisión de asumir ese costo depende de si el objetivo buscado lo justifica o no, vía una especie de análisis de costo-beneficio como los que las empresas hacen para sus decisiones de inversión, compra, producción, venta y distribución.
En todo gobierno, siempre se escucha hablar de “costo político”. Pero, ¿qué significa ese concepto contable, apropiado por la élite partidista de nuestra democracia representativa, y cómo repercute en quienes los elegimos?
Intuitivamente, podríamos relacionarlo con la pérdida que asumiría algún político o partido por la toma de una decisión, apoyo a una postura sobre algún asunto relevante o por su inacción ante una situación en concreto.
Como bien lo han advertido varios analistas, este se ha convertido en un argumento salido de la nada que sirve para explicar y, sobre todo, justificar cualquier cosa, también es cierto que el término se ha convertido en una excusa para no hacer nada.
Y es que categorizar la acción o inacción a propósito del gobierno, por las expectativas políticas futuras que mantengan sus representantes, es realmente “costoso”, pero no para los partidos que quieren gobernar o permanecer gobernando, sino para todos los gobernados.
El gobernante valora lo que le conviene hacer y no hacer (costo-beneficio), conforme a los intereses que lo han puesto en esa posición. Ahora bien, ¿y qué ocurre con el bien común, con el interés público de servir al estado? Pues lamentablemente, o pasa a segundo plano o es descartado.
Ciertamente, que por nuestro sistema democrático se paga, y se seguirá pagando mucho. Sin embargo, si los ciudadanos hicieran un análisis del costo-beneficio del sistema, como un producto de la economía de mercado, se percatarían de que este cuesta demasiado para el pobre rendimiento que obtienen.
El dirigente estatal de Morena, César Francisco Burelo, hace unos días, manifestó que lo importante es el bienestar ciudadano antes del costo político, ante la posibilidad de volver a cobrar la tenencia vehicular.
El líder morenista admitió que la medida no sería agradable para la sociedad, por lo que invitó a las autoridades a evaluar bien el escenario, no importando las consecuencias que pudiera sufrir el partido político si se garantiza una mejor condición de vida para los tabasqueños.
Todo lo anterior porque en la víspera, el gobernador Adán Augusto López Hernández, anunció que están considerando volver a cobrar dicho impuesto, pero a partir de 2020 a vehículos de lujo.
Como es lógico de imaginarse, actores políticos han comenzado a manifestarse en contra de esta posible medida a adoptarse: El dirigente estatal del PRI, Pedro Gutiérrez, se dijo en contra del posible regreso del cobro de la tenencia vehicular, a como se está analizando a nivel nacional y que, en caso de aprobarse, en Tabasco se tomaría la misma medida.
Dijo que está en contra de que se vuelva aplicar y sobre todo en Tabasco, ya que el estado tiene ‘la medalla de oro en decrecimiento económico’ con un menos 7.9% y también el primer lugar a nivel nacional en desempleo, por lo que le pidió al gobierno federal reactivar la economía y generar empleos tal como lo prometió en campaña y posteriormente, ya podría pensar en nuevos impuestos para mejorar la recaudación que dijo ‘está caída’, aunque no precisamente el vehicular.
Por si fuera poco, los panistas, a través de su líder estatal Pedro Hidalgo Cáceres, hicieron eco del reciente otorgamiento de subsidio eléctrico a Baja California y Sonora, por parte del Presidente López Obrador, cuando todavía en Tabasco (la tierra del Presidente), no ha habido noticias en torno al borrón y cuenta nueva y la tarifa preferencial.
"Seguimos siendo candil de la calle y oscuridad de la casa", opinó el dirigente del blanquiazul, al considerar como una burla que se siga alargando la tarifa preferencial para el estado, y no exista ningún avance en las negociaciones con la CFE. Ahora resulta, apunto que el Presidente tabasqueño, no le puede cumplir a la entidad, pese a ser él quien inició la lucha de resistencia civil pacífica y han venido postergando el tema, lo que pareciera, “es una burla y que le quieren tomar el pelo a los tabasqueños”, insinuando, costo político para Morena. ¿Cómo la ve usted, amable lector?
Y Para Usted También**Disfrute la semana mayor junto a sus seres queridos**recuerde la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, nuestro Salvador, en su martirio en la cruz, por redimirnos**nos leemos, Dios mediante, hasta la última semana de este mes de abril.
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