Cancún cumplió 49 años
Por Olivia Vázquez
Cancún, el primer destino turístico del país que contó con un Plan Maestro de Desarrollo para crear la zona turística más exitosa del país, hoy celebra su 49 aniversario enfrentando una crisis económica, política y social, así como una clara amenaza natural que lo aleja mucho de su visión original. El Plan de Desarrollo Urbano (PDU) de Benito Juárez, ya aprobado y publicado en el Periódico Oficial del Estado, hoy se erige en medio de una ruptura entre sectores productivos y sociales que buscan imponer la ley bajo su propio interés.
El instrumento normativo que entró en vigor y que pretende reordenar su desarrollo, plantea en los 22 distritos de la ciudad, cambios de uso de suelo, densidades, zonas protegidas, zonas de aprovechamiento, proyecciones de crecimiento y requerimientos de equipamiento. Dentro del Plan Municipal, se otorga densidad a polígonos que han sido frenados como Tajamar Cancún y plantea al menos diez proyectos para el desarrollo del destino, donde se contempla desde la adecuación de infraestructura en la zona centro, hasta la reubicación del Cereso y la guarnición militar con una reconversión del terreno a parque urbano.
También plantea el mejoramiento de la movilidad peatonal de Punta Cancún, y otros de movilidad para solucionar conflictos viales en las principales avenidas de la ciudad. Todo ello, en un nuevo intento por retomar el rumbo ordenado de crecimiento de este destino.
A los 49 años, es claro que Cancún rompió cualquier visión que se tenía de crecimiento. El Plan original de 1969 donde se contempló un desarrollo de 25 mil cuartos hoteleros con un núcleo poblacional de 30 mil personas, quedó rebasado.
De los 30 mil habitantes que se plantearon, hoy el nuevo Plan de Desarrollo advierte de 743 mil 626 habitantes, que para el 2030, hasta donde se hace la visión de desarrollo, estará llegando al millón 200 mil habitantes.
De los cuartos hoteleros, hoy se tienen en Cancún 35 mil 500 habitaciones y sigue creciendo.
El diseño urbanista que se generó para contener la ciudad de apoyo, con un trazo original de glorietas y avenidas principales, hoy se ha vuelto una masa de concreto que contiene 275 mil viviendas y 280 mil vehículos que circulan diariamente en una ciudad que no creció ordenadamente. El 30% de la población que ha sido atraída por el éxito turístico, hoy se ve obligada a vivir en una vivienda rentada y más de 12 mil hectáreas de su urbe se ha desarrollado con asentamientos irregulares sin ninguna planeación, como lo refieren datos que aporta la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi).
De acuerdo al Plan Original, que se obtiene de archivos resguardados del entonces Infratur (ahora Fonatur) la mancha urbana estaba contemplaba en 1978, en 277 hectáreas, que se duplicarían rápidamente por la explosiva migración. Para 1999, el municipio de Benito Juárez ya tenía 3,400 hectáreas de mancha urbana y actualmente, esa mancha voraz alcanza las 13 mil 945 hectáreas sin contar la zona hotelera ni las áreas naturales protegidas. Para el año 2030, la mancha urbana estaría creciendo a las 19 mil 600 hectáreas, aunque la planeación del nuevo PDU, esté dirigida a un crecimiento vertical.
En el total de su territorio, Cancún se diseño en una expansión de mil 664 kilómetros, ahora en su nueva división política y con la separación de Puerto Morelos, le quedan 92 mil 984 hectáreas, casi la mitad de lo que tenía antes.
Estos son ejemplos del rebase que ha tenido la planeación de este destino y del origen de los problemas que hoy le aquejan en un tejido social descompuesto y en un quehacer político corrupto y sin respeto al orden en su crecimiento.
No se cumplieron
los objetivos
los objetivos
Documentos archivados del Fonatur (antes Infratur) en su proyección de Cancún, planteaba tres pilares de este desarrollo: una zona hotelera cuidadosamente planeada con toda la infraestructura y servicios de la más alta calidad; una ciudad o centro urbano dotado de servicios para elevar la calidad de vida de sus habitantes y un aeropuerto internacional. Los objetivos, captar divisas, crear empleo y estimular el desarrollo de actividades agropecuarias e industriales para cubrir la demanda que generaría la región.
El desarrollo comenzó de acuerdo al plan trazado por el Gobierno Federal pero el éxito se concentró en darle continuidad al desarrollo turístico y a la captación de divisas, dejando de lado el nivel de vida de la población y el desarrollo de infraestructura urbana.
Pioneros del destino que atestiguaron este vertiginoso crecimiento turístico advierten que factores como la falta de retorno de recursos de parte de la federación para atender las necesidades que se iban generando en infraestructura, así como el desinterés de los gobiernos y sobre todo la ambición de políticos y desarrolladores, han sido detonadores de este desorden que tiene sumido a Cancún en una crisis social severa, con carencias graves en infraestructura y con un nivel de violencia y pobreza que no fue planificado, por lo que los objetivos iniciales no se han alcanzado.
El PDU ya lo publicaron
Los instrumentos normativos que se han generado para retomar el orden del desarrollo, se han visto envueltos en los últimos años en intereses personales y de grupos, que generan falta de certeza jurídica en la inversión y peleas jurídicas interminables, lo que ha frenado el desarrollo de polígonos que deberían estar en plena construcción.
Líderes empresarial del destino del Consejo Coordinador Empresarial, de la Asociación de Hoteles y del sector inmobiliario advertían hasta hace unos días, que sin un plan director, no se tendría confianza en la inversión ni mayor crecimiento, pero lo cierto es que con o sin plan de desarrollo, el destino tendrá que atender problemas de una ciudad sin orden en su crecimiento.
El instrumento actual, recién publicado en el Periódico Oficial del Estado no satisface a todos y hoy se publica en medio de serios cuestionamientos y procesos jurídicos de grupos sociales.
El PDU hoy vigente, presenta una estructuración de 22 polígonos, donde se redefinen usos de suelo, se otorgan densidades y ocupación en polígonos como Tajamar Cancún, reduce áreas de conservación y de preservación, plantea escenarios de rescate y reciclaje de zonas deprimidas, de un desarrollo vertical y de la proyección que se tiene en crecimiento.
Bien o mal, el instrumento entró en vigor y por el bien de este destino, todos cruzan los dedos porque, esta vez, se tenga un respeto al ordenamiento.
En los datos que aporta el PDU actualizado, se refieren al menos cinco áreas naturales protegidas, una de categoría federal, tres estatales y una local, siete regiones prioritarias para la conservación, tres playas públicas, dos zonas arqueológicas y una más en el límite del municipio en colindancia con Isla Mujeres, dos zonas especiales de desarrollo que requirieren planes parciales de desarrollo como Puerto Cancún y Tajamar y más de ocho distritos urbanos en franco crecimiento, cinco que requieren mejoramiento, uno de reciclamiento y dos de conservación.
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