LA POSTA
- SIMULADOR AUTOMÁTICO
Juan José Sánchez Gálvez
Foto: Redes Sociales
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| Adán Augusto López Hernández |
EL COLMO: INICIO CON LA CAMINERA. La simulación no es parte de la corrupción, sino la corrupción misma, pues simular que se hace una cosa y se hace otra, es mentir para obtener beneficios personales o de grupo. Mienten los supervisores escolares con las cifras de aprovechamiento y la suma de mentiras da como resultado excelencia educativa y la realidad nos dice que no. Se simula que se licita una obra, que se hace una obra y que se pagó, pero no existe la obra. Es tal la simulación en las esferas gubernamentales que los ciudadanos somos cada vez más escépticos. El colmo es que se simule la muerte para no pagar impuestos, no pagar adeudos, no pisar la cárcel, se ha hecho, por lo que la gente está sumida en el escepticismo desde que un alto funcionario de la administración pasada, aseguran partió al valle de los serios en posición de ¡firmes! Pordiositosanto.
OTRA CAMINERA. Entre periodistas se califican los primeros 100 días del gobierno estatal de Adán Augusto López Hernández como un martirio. Era de esperarse esta opinión pues entre los sectores más golpeados con las medidas de austeridad desde el gobierno federal hasta los municipales, además de los trabajadores de confianza y por contrato, está el periodístico. No me refiero a la desaparición del “chayo”, sino a la publicidad que el gobierno compraba a los medios y que servía para pagarle a los reporteros, fotógrafos, algunos columnistas, editores, ejecutivos y los que reparten los diarios. Varias fuentes de trabajo desaparecieron y en las universidades los que estudian licenciatura en comunicación ven un futuro gris tirando a negro.
UNA PARA EL CALOR. A contrapelo, hay sectores que ya eran privilegiados y ahora lo son más: los trabajadores de base estatales y municipales que conservaron su empleo y prestaciones por más exóticas que estas parezcan. Toda la burocracia sindicalizada está de plácemes, son los preferidos del nuevo régimen. Por otro lado, los beneficiados con los programas sociales se cuentan por miles, adultos mayores, madres solteras, jóvenes que no trabajan ni estudian (y quieren seguir así), pequeños propietarios de terrenos, reciben poco, pero dice el dicho que peor es nada. Ya le agarraron el modo: mini empresarios contratan parientes jóvenes y comparten utilidades y empresas serias rechazan a jóvenes que no toman en serio su papel de aprendices.
LA ÚLTIMA. En 100 días no es posible hacer mucho en el gobierno de Tabasco y menos viniendo de 12 años de saqueo permanente y descarado. No es muy cómoda la posición del gobernador Adán Augusto, no dudo que tenga ganas de hacer obras, pero tiene encima el peso de la Federación que privilegia los programas sociales y minimiza lo que tenga que ver con la productividad y la eficacia. Así no se puede decía mi tía Nacha. Sea por Dios.
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