Retórica improductiva disfrazada de crítica
José V. Martínez
Publicado en el Diario AVANCE Tabasco
La crítica, cuando renuncia a los matices, se convierte en aliada de la retórica improductiva. Esta es una de las frases pronunciadas por Arturo Núñez casi al final de su tercer informe de gobierno. Me parece que podría decirse un poco más: hay cierta crítica que es objetivamente –y quizá hasta premeditadamente- aliada del pasado más oscuro de Tabasco. Se comprende porque algunos o muchos de sus intereses fueron afectados por el cambio que implica la alternancia. Esto sucede en todos los sistemas.
A unas horas de que escuchamos el mensaje de Arturo Núñez y que en términos generales transcurrió con normalidad, comenzaron registrarse hechos y dichos que este columnista pondría por lo menos bajo el microscopio. Qué tanto de lo malo ocurrido es coincidencia y forma parte del discurso de la negatividad, lo sabremos con el tiempo que es el mejor aliado de la verdad.
Tiene razón el gobernador cuando señala que es necesario “decir un no rotundo a la parálisis, al desencanto” y a esa crítica sin matices, esa retórica que raya en lo melodramático.
El mandatario tabasqueño dijo también: “Los esfuerzos y los logros de la transición democrática y la modernización institucional a través de reformas de gran alcance tanto a nivel federal como local están a la vista y merecen ser plenamente reconocidos y valorados. Esa es una condición fundamental para neutralizar los efectos adversos de las falacias propias de la demagogia de la antipolítica”.
Ayer tuve oportunidad de escuchar a Gerardo Laveaga, el catedrático y jurista que presentó en Tabasco su libro “Hombres de gobierno”, y no pude dejar de pensar en los “intangibles” que desde su campaña y al inicio de su administración mencionó reiteradamente Arturo Núñez. En un gobierno hay acciones materiales, inversiones, servicios, que se puede medir en el corto, mediano y largo plazo, pero también existen decisiones y disposiciones que darán certidumbre a los actos. Es el caso, por ejemplo, de las reformas legales para establecer de manera permanente los programas sociales de beneficio a los discapacitados; como también lo son las reformas en materia de transparencia y rendición de cuentas.
Desde mi punto de vista Arturo Núñez ha sido objeto de expresiones que rayan en la grosería, como los dichos de Andrés Manuel López Obrador que con justa razón hacen sentirse agraviado al mandatario, pero quien antepone la madurez política. Inexplicables juicios –por llamarlos de alguna manera- procedentes de quienes forman o formaron parte de su gobierno. Por cierto que hay funcionarios que contribuyen a este tipo de manifestaciones y que por congruencia ya deberían dejar de aferrarse al presupuesto.
Hay también quienes desde el bando priista local levantan voces contra un político que arriesga sus convicciones personalísimas para asumir una conducta institucional y mantener así una coordinación benéfica para el estado con el presidente Enrique Peña Nieto. ¿No le parece una paradoja esta coincidencia de lo que parecerían o deberían ser polos opuestos?
A estas alturas en lugar de promover “el desaliento, la inmovilidad y la complacencia”, se tiene que abonar al aprovechamiento de las posibilidades que ofrece la transición en la alternancia. Menos drama y comedia, más trabajo.
No estaría mal que dejáramos de esperar todo del gobierno.
Haberes
Deberá el gobierno aplicar con rigor, oportuna y de manera ejemplar la ley en el caso del incendio de los transbuses y del asesinato de los funcionarios judiciales. El mensaje tiene que ser claro contra la impunidad y los intereses cómplices.
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