Eugenio Hernández Sasso
Publicado en democraciavirtual.mx
Resistencia civil, catapulta de AMLO
La resistencia civil pacífica en contra de CFE fue bandera política del PRD durante 17 años y ahora pretende regresar a las manos de su autor original, Andrés Manuel López Obrador, para convertirse en el arma mas poderosa del máximo líder de izquierda en México que lo catapulte, desde Tabasco, a sus aspiraciones presidenciales en 2018
Esta bandera ha sido tan importante, políticamente hablando, que fue usada por Arturo Núñez Jiménez en 2012 para conquistar la gubernatura de Tabasco, pues desde su etapa de senador firmaba documentos de amparo a todos aquellos tabasqueños que tomaban la decisión de no pagar para sumarse a la desobediencia civil, y les recalcaba que la deuda con la ex paraestatal era incobrable e impagable.
Por esa razón, cuando fue designado candidato del PRD al gobierno del estado, en 2012, enarboló la propuesta del borrón y cuenta nueva, arengada por López Obrador, autor de la resistencia civil en enero de 1995 en la plaza del Injudet (en la Ciudad Deportiva).
El motivo de la polémica protesta fue el presunto fraude electoral que Roberto Madrazo cometió en contra de Andrés Manuel en la elección de gobernador de Tabasco, en 1994; y ahora la causa por la que Morena se la arrebata al PRD es porque, según AMLO, Arturo Núñez lo traicionó, le salió puque, y en alianza con la mafia del poder firmó un convenio con Luis Videgaray que va en contra de los casi 500 mil tabasqueños en resistencia civil.
Los argumentos oficiales de que quienes pagan están inconformes por las brigadas que Morena puso en acción en Tabasco para la reconexión del servicio de energía eléctrica, es una vacilada; lo real es que a la protesta se suman miles diariamente y esos miles se convierten en potenciales votos para López Obrador, que su ex alumno mas aventajado: Arturo Núñez, ya no podría contener en 2018, como lo hizo el 7 de junio de 2015 para bloquear el crecimiento de Morena en el estado natal del famoso Peje.
La resistencia civil pacífica en contra de CFE fue bandera política del PRD durante 17 años y ahora pretende regresar a las manos de su autor original, Andrés Manuel López Obrador, para convertirse en el arma mas poderosa del máximo líder de izquierda en México que lo catapulte, desde Tabasco, a sus aspiraciones presidenciales en 2018
Esta bandera ha sido tan importante, políticamente hablando, que fue usada por Arturo Núñez Jiménez en 2012 para conquistar la gubernatura de Tabasco, pues desde su etapa de senador firmaba documentos de amparo a todos aquellos tabasqueños que tomaban la decisión de no pagar para sumarse a la desobediencia civil, y les recalcaba que la deuda con la ex paraestatal era incobrable e impagable.
Por esa razón, cuando fue designado candidato del PRD al gobierno del estado, en 2012, enarboló la propuesta del borrón y cuenta nueva, arengada por López Obrador, autor de la resistencia civil en enero de 1995 en la plaza del Injudet (en la Ciudad Deportiva).
El motivo de la polémica protesta fue el presunto fraude electoral que Roberto Madrazo cometió en contra de Andrés Manuel en la elección de gobernador de Tabasco, en 1994; y ahora la causa por la que Morena se la arrebata al PRD es porque, según AMLO, Arturo Núñez lo traicionó, le salió puque, y en alianza con la mafia del poder firmó un convenio con Luis Videgaray que va en contra de los casi 500 mil tabasqueños en resistencia civil.
Los argumentos oficiales de que quienes pagan están inconformes por las brigadas que Morena puso en acción en Tabasco para la reconexión del servicio de energía eléctrica, es una vacilada; lo real es que a la protesta se suman miles diariamente y esos miles se convierten en potenciales votos para López Obrador, que su ex alumno mas aventajado: Arturo Núñez, ya no podría contener en 2018, como lo hizo el 7 de junio de 2015 para bloquear el crecimiento de Morena en el estado natal del famoso Peje.
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