lunes, 23 de noviembre de 2015

Mundo / Bruselas vive su tercer día de parálisis y alerta mientras busca al yihadista Salah / Lu Nov 23

TERRORISMO

Alerta yihadista en Europa

Bruselas vive su tercer día de parálisis y alerta mientras busca al yihadista Salah


Prosigue el estado de emergencia en Bruselas

16 detenidos en una operación antiyihadista en Bruselas

ÁLBUM: Bruselas, blindada frente al terror

PABLO R. SUANZES
Corresponsal
Bruselas
@suanzes

ACTUALIZADO 23/11/201513:13 
Publicado en elmundo.es

La Policía belga ha detenido en la mañana de este lunes a cinco personas más relacionadas con los ataques terroristas de París y con la búsqueda de Salah Abdeslman, el hombre más buscado de Europa. Con los arrestos practicados en la noche del domingo son ya 21 las personas encerradas en 24 operaciones en seis barrios de la capital y sus alrededores.

Bruselas ha despertado hoy todavía asustada por el nivel de estrés del domingo, algo sin precedentes en las últimas décadas. La ciudad es apenas un reflejo de sí misma: el metro sigue cerrado, los transportes públicos funcionan con poco más que servicios mínimos. Colegios, universidades y centros deportivos, así comomuseos y centros lúdicos públicos están cerrados y seguirán por un tiempo que todavía no ha sido determinado.

Bruselas es complicada de entender y de explicar. La ciudad tiene 19 comunas, agrupaciones de barrios. Cada una con sus propias autoridades. Las estaciones quedan dentro de la Región de Bruselas, por lo que el nivel cuatro de alerta, el máximo, se aplica. Sin embargo, el aeropuerto queda ya en zona flamenca, por lo que el nivel de alerta es sólo del tres.

La jornada parece la de un día festivo. Al cerrar colegios y escuelas muchas empresas han permitido que sus empleados trabajen desde casa o cojan el día libre, por lo que la circulación es mínima. En el centro son todo calles vacías o semivacías, pero con más turistas que el domingo.

Es día soleado y los que están de visita no quieren que la amenaza arruine del todo su estancia. Hay muy poca clientela, por lo que bares, restaurantes y cafeterías se lamentan abiertamente. Lo asumió el primer ministro, Charles Michel: la decisión, que por la noche rozaba un toque de queda no oficial, tendrá un coste económico enorme, pero no había más remedio.

"Lo que nos dice la experiencia, lo que ocurrió tras los atentados de Londres o deMadrid, es que el impacto es limitado", ha matizado el ministro español de Economía, Luis de Guindos, que está este lunes en Bruselas para la reunión del Eurogrupo. El personal de las instituciones europeas convocado a trabajar es mínimo. Como ha explicado el portavoz Margaritis Schinas se ha invitado al teletrabajo al personal no esencial.

La cantina y los aparcamientos de bicicletas de las instituciones que rodean la rotonda de Schuman, en el corazón comunitario, están hoy más vacíos que nunca, pese a que los ministros de Economía y de Educación han sido convocados con normalidad.

La prensa local insiste en que "Bruselas no está muerta", pero la estampa decientos de soldados patrullando fuertemente armados por las arterias principales es llamativa. En el barrio europeo, donde están el Parlamento, la Comisión y el Consejo es habitual despliegues de esas características. Pero no por el centro.

Hay personas paseando por la Grand Place, pero no los enormes grupos habituales. No hay vida en las terrazas ni las plazas. Este domingo, la zona del Midi, cerca de la estación del mismo nombre, donde cada domingo acuden miles de personas a un mercado colosal estaba desierta.

E impresiona el vacío y el silencio de la Rue Neuve, una de las zonas comerciales más vibrantes. Desolada el fin de semana, prácticamente noqueada en la mañana del lunes.

A lo largo de la tarde de este lunes, el centro nacional de crisis se reunirá para evaluar el peligro. Y Consejo Nacional de Seguridad, integrado por el Gobierno, la Policía y agencia de seguridad, se pronunciará sobre si mantiene el nivel de alerta o no.

El Gobierno tiene ahora un serio problema de imagen y de presión. Por un lado, laqueja velada de París por la ineficacia de los servicios de seguridad a la hora de identificar y controlar a radicales como los hermanos Abdeslam. Por otra, la de una ciudadanía asustada y que asiste con estupor a la caza de un terrorista que lleva ya casi 10 días escondido.

Además, la Policía está siendo incapaz de tranquilizar a las autoridades. En la decena de operaciones y redadas de la semana pasada hubo una docena de arrestos, y todos menos dos fueron liberados sin cargos en cuestión de horas.

En las 26 operaciones de las últimas 20 horas ha habido detenciones, pero no se han encontrado ni armas ni explosivos. Y lo más sospechoso hasta el momento es 26.000 euros en efectivo en uno de los domicilios. Pobre balance para la mayor operación antiterrorista que se recuerda y con un nivel de alarma que no se puede subir más.

La Fiscalía ha indicado que todas las líneas de investigación siguen abiertas y que puede haber detenciones en cualquier momento.

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