viernes, 27 de noviembre de 2015

TABASCO POLÍTICO / José Luis Gutiérrez Gutiérrez / EMBARRADOS / Columna / Vier Nov 27

TABASCO POLÍTICO

José Luis Gutiérrez Gutiérrez
jlggutierrez@hotmail.com
Publicado en el Diario El Heraldo de Tabasco

EMBARRADOS
 
            El edil electo de la llamada Perla de la Chontalpa, Javier May Rodríguez, no dejo títere con cabeza. Se llevó entre las patas, no solo a Héctor Peralta Grappin, sino al titular del Órgano Superior de Fiscalización del Estado (OSFE), José del Carmen López Herrera.
            A la mediocre presidenta de la Junta de Coordinación Política del Congreso local y coordinadora de la fracción parlamentaria perredista, Neyda Beatriz García Martínez, la dejo peor que palo de gallinero. La encueró, le dijo hasta de que se va a morir, no le tuvo misericordia, le dio duro.
            Tras las tronantes declaraciones del ex perredista en el programa telereportaje, el Congreso, o mejor dicho, López Herrera y García Martínez quedaron hasta el full de estiércol. Si alguien tenía alguna duda de la escandalosa deshonestidad y mezquindad de ambos, estoy segurísimo de que a partir de ayer, ya no tiene ninguna.
            A diferencia de los que acusan, sin tener los pelos de la burra en las manos, Javier May Rodríguez, dio pelos y señas de las grotescas corruptelas cometidas en detrimento de los comalcalquenses y de la evidente y manifiesta complicidad del Fiscal Superior.
            En lo personal, me sorprendieron las severas acusaciones en contra del ahora diputado federal, Héctor Peralta Grappin. Estaba enterado de que había hechos turbios negocios, pero nunca me imaginé, que estuviera en los mismos niveles de rapiña que Víctor González ValerioFelipe Torres Arias y Avenamar Pérez Acosta.
            Más aún, cuando hasta los propios priistas coincidían con sus adversarios perredistas de que Peralta Grappin era el mejor de los 17 alcaldes. Es más, hasta el gobierno lo presumía como el mejor de todos los presidentes municipales. Tremendo chasco que nos llevamos. Les digo, que las apariencias engañan.
            Así qué imagínense señores y señoras: cómo estarán los demás, si el que supuestamente era la mamá de los pollitos, salió igual o más rata que los otros roedores del presupuesto municipal.
            Prácticamente el ex presidente municipal de Comalcalco cometió delitos penales y civiles como para que se pudra en la cárcel. Si la película es tal y como la narró ayer su ex correligionario, Héctor Peralta Grappin y quienes fueron parte del botín van a pasarse, tarde o temprano, un buen tiempo tras las rejas.
            No va a ser tan fácil sentarlos en el banquillos de los acusados y juzgarlos como se merecen, ya que para su buena suerte, tiene de aliados no solo a García Martínez y a López Herrera, sino al propio gobierno del estado, aunque la cuenta pública del 2015 no correrá, con toda seguridad, con la misma fortuna, pues ya será  la próxima Legislatura la encargada de revisarla, y con los antecedentes de ahora, lo van a ser con lupa, si es que en el camino no son comprados como muchos de los actuales.
            Por lo pronto, esperemos qué va a ocurrir con su cuenta pública de 2014, que es la que presenta todas esas anomalías que puntual y oportunamente denunció Javier May Rodríguez.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”
(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

            O engaña al secretario de Salud, Juan Antonio Filigrana Castro, o hace como que la Virgen le habla, anteayer tuve la oportunidad de visitar en la colonia Arroyo Polo segunda sección del municipio de Centla, la Casa de Salud de ese lugar, y por un tantito y me da un infarto, y no precisamente por el mosquital, ni porque que estuviera cerrado, sino porque en su interior solamente hay una mesita de plástico con 14 o 15 sillas, y párele usted de contar.
            Las señoras de por ahí, afirman que los médicos van una o dos veces por semana, y de que lo único que recetan es puro paracetamol.
            Después de todo, las cotidianas quejas de la población son reales, y no estrategias políticas de sus adversarios.
            Ayer fui a Macuspana, y pase por el hospital de esa localidad, y la situación es patética. Llueve más adentro que afuera, para que se dé una idea, y medicinas: no hay, no hay, no hay.
           Definitivamente, algo está grave ocurriendo.
            La misma recomendación del pasado viernes, mis estimados lectores, si no tienen ustedes motivos serios para salir de su casa, no lo haga, y menos ahora, que este fin de semana cayó quincena.
            La delincuencia en todas sus modalidades va a estar desatada, y con eso de que la policía ha sido rebasada, encomiéndese a Dios a la Virgen y a todos los santos y difuntos que tengan, no está demás.
            En serio, no se duerman ninguna milésima de segundo, si lo hace, se va arrepentir. En pocas palabras, no se me apendejen. Y si lo hacen, desapéndejese rápido, vivo pues.
             Voy a una súper pachanga, pero bien acompañadito, el más jodido de mis guaruras, mide uno noventa y pesa 90 kilos, y por si fuera poco, traen con que partirle su madre a cualquier gandalla. Así que ni se le ocurra acercárseme, porque no se la va a acabar.
            Hasta la próxima entrega.      

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