José Luis Gutiérrez Gutiérrez
jlggutierrez@hotmail.com
Publicado en el Diario El Heraldo de Tabasco
ARROGANCIA, PRESUNCIÓN E INSENSIBILIDAD
Si el actual gobierno del Cambio, emanará de la derecha u ultraderecha, se comprendería la manifiesta arrogancia, presunción e insensibilidad de la mayoría de los funcionarios “nuñistas”, pero viniendo de las izquierdas, no entiende uno el comportamiento mezquino que asumen, más cuando el salario y las compensaciones que religiosamente cobran las pagan los contribuyentes, incluido lo que se chingan a la mala, que es un chinguero de lana.
Y no se hagan pendejos, ni se quieran pasar de vivos como pretenden, que todos, quizás con una, dos o tres excepciones cuando mucho, le meten las uñas al presupuesto, unos más que otros, pero de que roban…roban. No tengo la menor duda de ello, si no los retos a que saquemos cuentas de lo que gasta cada uno y de lo que ganan, y verán que sus jugosos emolumentos, no les alcanza ni para darse la mitad del lujo que se dan en la actualidad, y menos para el segundo “frente”. Macho o hembra, ese ya es bronca de cada uno de ustedes.
Regresando al tema central de la presente entrega, para no desviarnos más en algo que es tan obvio, la proverbial insensibilidad no solo de los secretarios, sino también la de los secretarios particulares, subsecretarios, directores, subdirectores, coordinadores y algunos mamones jefes de departamentos, tiene a este gobierno de cabeza, boqueando, prácticamente viviendo horas extras.
Y es que esta bola de inhumanos, oportunistas, irresponsables y mentecatos, no se ponen a pensar ni un instante, que mucha de la gente que diariamente va a las oficinas gubernamentales con la esperanza de ser atendidos como debería de ser -para eso les pagan ojetes-, vienen de las comunidades, rancherías y poblados más lejos de Balancán, Tenosique, Jonuta…
No conforme con no recibirlos en sus cómodas y aclimatadas oficinas, tienen el cinismo de mandarles a decir, con algunos de sus achichincles, que regresen al siguiente día, y así los hacen dar vueltas y vueltas como trompos, hasta que el solicitante se cansa o de plano los mandan a chingar a… Bien merecido que se lo tienen.
Cualquiera lo haría, yo en su lugar los mandaría, no una, sino cien mil veces, ya sabe usted adonde. En serio que está cabrón venir por ejemplo de Pan Duro y Niños Héroes, Balancán y Tenosique, respectivamente, para que con la mano en la cintura, les digan… “Ahora no puede atenderlo el secretario, está muy ocupado”. “Anda con el gobernador”. “Está fuera de la ciudad”. “Está en una reunión de trabajo”. Una serie de pretextos tan estúpidos, que hasta risa dan.
Este grotesco desdén de los funcionarios, en cualquiera de sus niveles, por quienes le pagan sus salarios, es lo que tiene a la población hasta la madre, cansada, hasta el copete, harta.
En defensa de la actual administración, había que decir de que no es un fenómeno nuevo, viene desde muchos años atrás, empero, ahora se ha asentado más que nunca.
La adversa percepción de los tabasqueños, y avecindados aquí, no es gratuita ni invento de nadie. Es consecuencia, insisto, de la soberbia, incapacidad e insensibilidad de quienes colaboran con el gobernador.
Si la realidad fuera diferente, la gente no estuviera decepcionada de las actuales autoridades gubernamentales. Así de simple.
“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”
(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)
El martes no se vaya usted a perder el contra-informe priista, prometen que del edificio de la avenida 16 de Septiembre va a salir rayos y centellas. Que ahora sí le van a decir al mandatario estatal y a sus funcionarios de tercera, hasta de que se va a morir.
Y que las cascadas de desmentido van a ir documentalmente sustentados y toda la cosa. Que ahora sí se van a poner la playera bien puesta del tricolor.
Ojalá y así sea, no nos vayan a salir con una pendejada, porque no se la van a acabar.
Conterráneos si no tienen motivos para salir, pues no lo haga. Mejor enciérrese a piedra y lodo en su casa, y si tiene un palo, cadena, cuchillo o arma de fuego no la suelte en ningún momento. Ya ve que la delincuencia anda desatada y la policía ni sus luces, así que mejor esté preparado para cualquier contingencia.
Honestamente no nos queda de otra, ya que con las autoridades de plano que no contamos, y menos con esos pinches eventos tan ofensivos que el gobierno les hace a los deudos, en donde les entregan a los familiares de los policías caídos en el cumplimiento de su deber, mil pesos y enseres domésticos.
De verdad, que se orinan fuera de la bacinica, se la jalan. ¡Qué falta de respeto y de sentido común!
Si les digo, que no rebuznan -los funcionarios- porque Dios es demasiado, pero demasiado misericordioso. Si no ya podrán imaginarse en donde estarían.
Hasta la próxima semana. ¡Cuídense, que nada cuesta!
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