Zafarrancho en ganadera de Palenque
Miriam Garcia / Publicado en el DIARIO DE TABASCO EL UNIVERSAL / 21/04/201800:00:00
Germán de Coss Tovilla compró votos para seguir con el cacicazgo en la presidencia del Consejo de la Unión Ganadera Regional Norte de Chiapas
En conato de violencia terminó la asamblea en la que de nueva cuenta Germán de Coss Tovilla se impuso a través de la compra de votos de los delegados para continuar con el cacicazgo en la presidencia del Consejo de la Unión Ganadera Regional Norte de Chiapas, en Palenque. Ganaderos inconformes en su mayoría de extracción indígenas protestaron rompiendo cristales de puertas y ventanas de ese recinto para después hacer frente a la policía municipal, estatal y a la policía ministerial, quienes entraron al lugar y se enfrascaron en un enfrentamiento en el que ambos grupos se lanzaban palos y piedras.
Desde el inicio de esta asamblea que fue convocada para este viernes 20 de abril, ya entre los ganaderos se sabía la tendencia que esta llevaba, de Coss Tovilla dijeron, la noche del jueves 19 de Abril había operado comprando la conciencia de la mayoría de delegados (presidentes de las ganaderas locales), dando regalías desde balanzas ganaderas hasta fuertes sumas de dinero para que votaran a su favor este día de la asamblea y así derrotar a su contrincante Jesús Orozco Farías.
Mientras se desarrollaba la sesión a puertas cerradas, un grupo de ganaderos de extracción indígena portando cartulinas con consignas como: “Germán Ladrón, Germán no compres votos, queremos un dirigente que sea un verdadero ganadero”, entre otras consignas más, y en cuestión de minutos empezaron a forcejear para abrir la puerta. La puerta de cristal cedió y entraron escuchándose un ensordecedor ruido de mesas y sillas que eran arrojadas, así como de cristales que eran quebrados.
El motivo, de Coss Tovilla había ganado, de 24 delegados 17 habían votado a su favor, los seguidores de Orozco Farías, indignados gritaban a sus delegados, la ganadera es nuestra, a ustedes les dieron dinero y son los que se enriquecen a nuestras costillas, “ya no más ladrones en la ganadera, fuera, fuera”.
Por momentos era un caos, alguien gritó “agarren a Germán, se está escapando”. Mientras que Germán que había salido por la puerta trasera del salón corría y brincaba la cerca perimetral de este lugar para subirse a un automóvil en donde una persona lo esperaba para llevárselo.
A la entrada del salón una persona que se dijo era de los empleados de Coss Tovilla por teléfono daba órdenes “entren rápido y llévense las mochilas”, mientras que otros gritaban, agarren a Germán, se lleva los aretes”. Minutos más tarde hubo una calma que fue interrumpida por el ruido de la sirenas, 13 patrullas de la policía tanto municipal, estatal, de Protección Civil y camionetas de la policía ministerial rodeaban el lugar.
Para entonces las puertas de acceso a la ganadera habían sido cerradas, y los policías trepaban por la cerca para entrar siendo repelidos por los pequeños ganaderos, no pueden pasar los policías les dijo Uldarico Lastra, conocido ganadero y abogado, esta es una propiedad privada. Pero fuera en la calle una persona que dijeron “es Rene Abreu”, jurídico al servicio de Germán azuzaba a los policías gritando “agárrenlo, ese de camisa azul es el cabecilla, llévenselo arrastrando, refiriéndose a Uldarico Lastra”, para eso ya una persona había sido detenida y casi a rastras sacado del lugar haciéndolo trepar por el portón de fierro que estaba cerrado.
Los ánimos se calentaron más cuando uno de los seguidores de Germán con un mazo de uso exclusivo de la policía estatal empezó a golpear el candado y abrir la puerta. Empezó el enfrentamiento entre los disidentes y los policías en el que mutuamente se arrojaban piedras y palos, ante la expectación de la gente que con teléfonos celulares y cámaras fotografiaban el hecho. Un ministerial gritó”, hey no dejen que nos graben, entre la gente hubo uno que le refutó, todos los estamos grabando y subiéndolo al face, buey.
Dos personas fueron detenidas y se volvió a armar el zafarrancho
En el interior dos personas eran detenidas, nuevamente se armó el zafarrancho y los policías arrojaron gases, así sacaron a los detenidos a los que con saña los sujetaban de pelo y además de esposarlos les rodeaban y les apretaban el cuello con el brazo para someterlos. Dos mujeres en español y en lengua indígena exigían su liberación, un ministerial les gritaba “cállense, cállense”, después se enfrascaron en un forcejeo, el ministerial golpeo repetidamente en la cara a la mujer a puño cerrado lesionándole el rostro, las féminas respondieron y a punta de paraguazos lo hicieron correr ante la gritería y la rechifla de la gente.
De nueva cuenta los ministeriales rodearon al campesino y lo detuvieron, con lujo de violencia lo subieron a una camioneta blanca para llevárselo, a puñetazos en la cabeza lo obligaban a tirarse en el piso de la batea de la unidad aun estando esposado de las manos. Un ministerial le dijo al que había golpeado a la mujer, “ahí va la tía”, el otro le respondió, a donde va a ir que la voy a madrear”. Los disidentes empezaron a retirarse, amenazando de hacer bajar a su gente para armar bloqueos y plantones por la liberación de sus tres compañeros, en tanto que la policía tomaba el control del lugar. Horas más tarde se dijo que los indígenas quedarían en libertad.
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