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Los otros... protagonistas

José Ramón López Beltrán, hijo mayor de López Obrador, en un mitin en Jiutepec, Morelos, la semana pasada. | Reforma.

El heredero político del tabasqueño, José Ramón López Beltrán, hace acto de presencia en todos los mítines.

Fuente: Diario Tabasco Hoy / Publicado: Domingo, 8 de Abril del 2012, a las 03:04 hrs.

Por: /AGENCIA REFORMA

México, D.F.       

Ernesto Núñez

AGENCIA REFORMA

De 30 años, usualmente vestido de mezclilla, playeras o camisas casuales y tenis poco ostentosos, el abogado José Ramón López Beltrán se ha convertido en la sombra de su padre, el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.

En la camioneta Suburban que conduce el leal Nicolás Mollinedo en la gira proselitista del tabasqueño sólo hay dos pasajeros que nunca faltan: el portavoz César Yáñez y José Ramón, el mayor de los cuatro hijos varones de López Obrador.

Sin sueldo Oficialmente, "Joserra" -como lo conocen- no ostenta ningún cargo en el equipo de campaña, por lo que se afirma que sólo acompaña a su padre y no percibe sueldo. Pero el hijo mayor de López Obrador tiene una activa participación en la logística de campaña, la planeación de actos y, sobre todo, en la atención de personas que se acercan a hacer solicitudes.

En su página de Facebook, José Ramón se limita a decir que trabaja en el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

Mientras su papá pronuncia discursos en los mítines, el joven egresado de Derecho de la Universidad de las Américas se pasea a ras de piso. Su parecido físico con el candidato no pasa desapercibido, por lo que los seguidores lo abordan, lo saludan, le prometen apoyo y se toman fotografías con él. También le entregan papeles y peticiones para su padre. José Ramón se deja apapachar y, con el acento adquirido tras vivir 15 años en Tabasco, anima a los lopezobradoristas a conseguir votos.

Abierto con todos

En enero, en un mitin en el mercado municipal de Oxkutzcab, Yucatán, dos mujeres lo detuvieron para pedirle que llevara al entonces precandidato a Chetumal.

"Estamos trabajando en Chetumal, ya tenemos miles de protagonistas del cambio allá", le relató una de las simpatizantes.

Él respondió: "¡Buen trabajo! necesitamos que nos ayuden pues, que se convenzan ustedes y nos ayuden a convencer, tenemos el líder, tenemos las ideas, tenemos el proyecto, pero necesitamos de ustedes, contamos con ustedes, no tenemos otra cosa que ustedes, nada más".

José Ramón abrazó a una de las dos mujeres, la de 75 años de edad, y ésta replicó: "¡Claro que sí, les damos nuestra palabra!".

En la visita a los municipios no pierde oportunidad para recorrer los puestos callejeros o el mercado local para degustar la comida o bebidas típicas, además de platicar con los vendedores.

Es abierto con todos, excepto con los reporteros, a quienes muestra su desconfianza. Recurrentemente niega entrevistas.

"Ese señor de allá (López Obrador) es el líder, la persona que puede cambiar este país, él sí tiene algo importante que decirles. ¿A poco el hijo de (Benito) Juárez daba entre vistas? No, ¿verdad? A mi padre es a quien hay que escuchar", dice tras afirmar que él no es el protagonista de esta historia electoral, por lo que no acepta entrevistas.

Gran activista Joserra es hijo de la primera esposa de López Obrador, Rocío Beltrán, quien murió cuando él tenía 22 años, por lo que debido a la actividad política de su padre, él estuvo más cerca de sus hermanos menores Andrés Manuel y Gonzalo.

Cuando Jesús Ernesto, hijo del segundo matrimonio del tabasqueño y quien está por cumplir cinco años edad, acude a las giras, se encarga de cuidarlo.

Un tuitero

Durante la precampaña, todos los días a través de su cuenta de Twitter, subía la agenda pública o fotografías de los mítines, cuidadoso de no asumir alguna posición sobre cualquier tema.

"'Soy lo que me enseñó mi padre: el que no quiere a su patria, no quiere a su madre' (frase atribuida al grupo Calle 13)", escribió en la cuenta @30JR30, que activó en octubre del 2009, pero que en marzo fue dada de baja.

Lo mismo hace desde su página de Facebook, donde las fotografías de los mítines, a quien se refiere como López Obrador, se mezclan con imágenes de él junto a su padre o esquiando en la nieve.

Lo polémico

Al igual que su hermano Andrés Manuel, José Ramón ha tenido sus momentos polémicos. En mayo del 2001, cuando su papá era jefe de Gobierno capitalino, chocó una camioneta Cherokee adscrita al área de logística de la administración local, contra una patrulla de la Policía Bancaria.

Los policías lo auxiliaron y López Obrador afirmó, un día después, que tuvo que pagar de su bolsa los 15 mil pesos de deducible.

En el 2007 nuevamente estuvo en la mira de los medios cuando se dio a conocer que era subdirector de enlace administrativo de la Procuraduría capitalina.

Ante las acusaciones de que dicho empleo lo había conseguido a través de su padre, él aseguró que fue por mérito propio y que realizó un examen para entrar.

Otro, más discreto Manuel, el otro hijo del candidato a la Presidencia, ha asumido una labor más discreta, pero prioritaria para el abanderado de la izquierda: capacitar a la estructura que vigilará las casillas el 1o. de julio.

De 25 años de edad, visita los estados para instruir a quienes ya han aceptado ser guardianes del voto, con meses de anticipación para que el tiempo no se agote.

Sólo en actos muy significativos para su papá lo acompaña. Como sucedió en su registro como precandidato ante el PRD, PT y Movimiento Ciudadano.

Los Quadri

Con ideas frescas y visión juvenil, Luciano, el hijo del aspirante presidencial del Panal, es quien coordina.

Arma la agenda de actividades de su padre, le propone realizar eventos novedosos, es su coordinador de asesores y hasta su coordinador de campaña de facto. Luciano Quadri decide la logística de Gabriel Quadri, el candidato a la Presidencia de Nueva Alianza.

Tiene 28 años y es egresado de la carrera de Ciencia Política y Administración Pública de la Universidad Iberoamericana. Desde que su padre fue designado candidato presidencial, el 15 de febrero, no se le despega. "Le dije que era algo a lo que no podía decir que no", recuerda.

Luciano renunció a ser coordinador de Asuntos Internacionales de la Secretaría del Medio Ambiente del Gobierno del Distrito Federal inmediatamente después de que Gabriel aceptó entrar a la contienda presidencial.

De bajo perfil Con experiencia en consultoría ambiental y en periodismo, no le gusta estar en primera línea en los eventos. Las órdenes que da son discretas y trata de no llamar mucho la atención.

"No me estoy metiendo en estrategia política. Pero las ideas de los happenings son generalmente mías. Yo le ayudo en la logística.

Son ideas mías las veces que hemos estado en el Metro, lo de la buceada en Veracruz, el primer mitin político acuático con 30 lanchas y un catamarán.

"Además, estamos proponiendo hacer una actividad relativa al medio ambiente en cada entidad a la que podamos ir, si no a todas por lo menos las más importantes, donde haya una problemática clara.

Parte de eso él lo sugiere, yo lo aterrizo, veo cómo operarlo con los enlaces con el partido", explica.

Metido en política Luciano es el único de los tres hijos de Quadri que lo apoya directamente en la campaña. El mayor, Paulo, de 30 años, está por terminar una maestría en Ciencias Ambientales en la Universidad de Yale, en Estados Unidos. El menor, Andrés, de 18, sigue estudiando y es campeón de badminton.

Luciano es el encargado de intercambiar opiniones con el equipo de seguridad del candidato sobre qué puede y qué no puede hacer.

"La situación de la familia en los partidos públicamente se ve mal, pero yo no lo veo así. Es como cuando un carpintero tiene un hijo y le enseña a su hijo lo que sabe hacer, lo enseña a apoyar en lo que se pueda".