Cangrejos y espías
Cuando el oponente manda
espías para hurgar en lo que
hago y dejo de hacer, los soborno
generosamente y les hago cambiar
de bando, convirtiéndolos así en
agentes
míos. Li Ch`uan. Comentario a El arte de
la guerra, de Sun Tzu.
Ningún
otro sitio mejor que Paraíso —un edén robado desde la llegada de la industria
petrolera y los pleitos políticos— el lugar ad hoc para que, ayer se dieran los
primeros pasos contra el síndrome del cangrejo en la política tabasqueña. Para
refrendar lealtades y rebasar traiciones.
Que
el lugar turístico que contará con mayor infraestructura de servicios en esa
municipio, Cangrejópolis, que la ciudad se identifique con el monumento al
cangrejo azul aparte de ser un símbolo de su fauna, parecía la impronta de una
de las características por las que en el país se ataca a los políticos
tabasqueños: como el cangrejo de la canasta que no deja que nadie se logre
liberar, escapar, salvarse.
Roberto
Madrazo y Jesús Alí, con sus convocatorias a la unidad, la lealtad y al trabajo
por el PRI le darán una nueva lectura a ese monumento. Ya no se pensará en el
individualismo político. Ni tampoco se pensara, como algunos mal pensamos, que
se trataba de un monumento a quienes en Yucatán llaman cangrejos, los que dan
para atrás. Se lo agradecían “muchas” al presidente municipal, perredista,
Cristóbal Javier Angulo.
El ex
candidato presidencial y el candidato a gobernador de Tabasco, por el PRI, se
reunieron en el centro turístico de Alejandro Yabur. En la mesa de honor de la
reunión estaba Luis Felipe Graham Zapata, candidato a presidente municipal de
Centro. Su discurso explicó su presencia: desde ahí puso un freno a quienes le
atacan acusándolo de estar contra la candidatura de Jesús Alí.
Como
lo ha dicho en otros ocasiones, para que cesen los políticos-cangrejos que
jalan a los que suben, Luis Felipe refrendó lo que desde un principio supo y
reconoció: no pueden haber dos candidatos.
Fue
más claro que las aguas que llegan a Paraíso: Yo quiero que Jesús Alí sea
gobernador de Tabasco.
Afirmó
que lo decía sin dobleces, sin medias tintas. Lo aseguraba en la convicción de
priísta y de tabasqueño. Y, en la tierra de los cangrejos, símbolo de la
envidia política, Jesús Alí de la
Torre , el abanderado priísta, dijo que lo que más daño ha
hecho al PRI es la falta de convicciones.
“Las
traiciones nos hacen daño como partido, las lealtades nos fortalecen”, expresó
Alí de la Torre.
Antes
de Luis Felipe y de Alí habían sido oradores Florizel Medina Pereznieto y
Roberto Madrazo. El primero como organizador del desayuno que reunió a
representantes del madracismo que viene de Carlos Madrazo y que, con Roberto a
la cabeza, dieron el abierto apoyo al candidato a gobernador, para terminar
suspicacias, frenar a los cangrejos.
Roberto
Madrazo ofreció el apoyo personal, familiar y de sus amigos, a Chucho Alí. No
hay más candidato que Alí, dijo para que escucharan los cangrejos y hasta los
agentes dobles en la política. Y le salió a porra: Soy priísta, creo en el PRI
y creo en Jesús Alí.
Admitió
RMP que siente que el voto del PRI está estancado, que se tiene que buscar a
ese 30 por ciento de los ciudadanos que no definen su voto. “Voy a caminar,
municipio por municipio”, anunció pues se integrará a la campaña de Alí una vez
que se den los tiempos de ésta.
Y
para acabar definitivamente con los que levantan rumores contra la unidad en
torno a Jesús Alí, Roberto Madrazo dijo que los madracistas son tan amigos de
Chucho Alí que “en su equipo esta Florizel”.
Acto
de amigos priístas, de madracistas, el evento permitió también la asistencia de
ambiciosos políticos que hasta abandonaron sus tareas como servidores públicos
para estar, dejarse ver. Quieren seguir comiendo con manteca. Dos ejemplos,
dando su lugar al mal llamado derecho de género: el presidente municipal de
Macuspana, Alfonso Pérez Álvarez y la diputada local Lucila Domínguez Sánchez,
que mejor debería estar practicando lectura para no seguir haciendo el
ridículo, por su falta de escuela, en el Congreso. Alfonso tapaba con su
humanidad la entrada principal del salón del desayuno a la llegada de Jesús Alí
y de Madrazo. Desesperación en ambos casos.
En la
mesa principal, además de Jesús Alí, Roberto Madrazo, Luis Felipe Graham y
Florizel Medina estuvieron los candidatos a diputados federal Minerva Santos y
Goyo Arias; Jose Rubén Ferrer. Y…
Federico Madrazo.
El
desayuno fue, con lo de los cangrejos y la presencia de algunos políticos que
un periodista llamó “protestantes” —y que ahora parecían conversos—, una
reunión de señales, de buenas vibras, como la calificó el propio candidato a
gobernador priísta que recordó que el conflicto político, que las amargas experiencias
nada bueno han dejado a Tabasco y se pronunció contra ello al pedir unidad: “ni
viejos pleitos, ni viejas rencillas”.
LADO
CLARO
En
Paraíso, uno de los dos puertos tabasqueños, en el desayuno de Cangrejópolis,
Jesús Alí censuró a los que escuchan el canto de la sirenas y fue claro al
expresar que “en tiempos de cólera política, siempre me mantuve en el PRI”.
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