Ojo Visor: Jacinto López Cruz /Mar 19

Jacinto López Cruz
jaclop62@hotmail.com
(Publicado en el Diario Rumbo Nuevo)

“Los fachosos”

Conocidos en la ranchería Galeana, como la familia “los fachosos”, al actual alcalde de Jalpa de Méndez, el empresario camionero metido a la política, Renán López Sánchez, le ha quedado grande la silla, ya que no solamente se han enfrentado físicamente a varios políticos priistas que fueron decisivos para que ganará la alcaldía, sino que su falta de visión lo ha llevado a perder uno de los mayores proyectos educativos que desde hace varios años ha venido demandando la población jalpaneca como es la creación de un instituto superior, en este caso será un instituto tecnológico superior, cuya sede ya se lo ganó el municipio de Nacajuca.

Con una total falta de visión de futuro, sin un proyecto real que ofrecerle a la población jalpaneca, solo con ocurrencias, como la ofrecida en plena campaña política de que por su cuenta corría que la secretaría de Educación Pública federal le autorizara la creación de una Universidad en ese municipio, ahora Renán López Sánchez, tendrá que dar una explicación sobre su incapacidad para lograr que la ciudad de Jalpa de Méndez fuera la sede del Instituto Tecnológico Superior, que deberá arrancar su construcción en los próximos meses con una inversión cercana a los 26 millones de pesos, pero que la Federación vía la autoridad estatal encontró una mejor disposición por parte del alcalde de Nacajuca, Marco Antonio Leyva Leyva, quien ni tardó ni perezoso entregó escriturado las veinte hectáreas de terreno que se requería para edificar el inmueble donde a la par se construirá una zona habitacional y comercial para darle vida al corredor de la chontalpa, Jalpa-Nacajuca, por lo que se da como un hecho que éste último municipio será la sede de ese centro de educación superior.

El Tecnológico se construirá en un terreno ubicado en las inmediaciones del municipio de Nacajuca con Jalpa de Méndez. Renán pudo haber ofrecido el terreno donde funcionó el albergue para estudiantes indígenas, pero su testarudez y su falta de oficio político, no le permitieron siquiera proponer el lugar, porque el alcalde nacajuqueño se lo ganó de calle, pues hasta escriturado tiene la propiedad.

Es tan torpe y soberbia la actitud del alcalde de Jalpa de Méndez, Renán López, que los discursos que ha leído en los eventos públicos se lo tienen que dictar con un apuntador electrónico lo que ha servido para la burla y el escarnio público pues la gente expresa que un chamaco llamado Javier Magaña, quien es hijo del boticario del pueblo y ex-alcalde caído en la pobreza, Juan Magaña, es quien desde la oscuridad le va dictando al edil lo que tiene que decir, es quien lo maneja a su antojo, pues Renán no es capaz de hilar un discurso porque no sabe ni lo que tiene que decir, y como la gente le ha visto un aparatito en el oído, pues se burlan de él, porque parece un títere; bajo esa perspectiva se dice que es un hombre manejable, que el subsecretario de Gobierno, Andrés Madrigal es su titiritero, y que su hermana la recalcitrante perredista Nury López Sánchez, quien durante años fue la sombra de Andrés Manuel López Obrador, hasta que Renán logró la candidatura a la alcaldía por el PRI, es su otra titiritera, al grado de que su segundo marido legal de origen español, es el subdirector de Obras Públicas y quien realmente ordena lo que se tiene que hacer en ese ayuntamiento, aunque no se hace nada, porque todo lo realizan con los pies, como es el hecho de mandar a pintar el primer cuadro de la ciudad que está todo destruido y ahora que están remozando las partes despedazadas tendrán que volver a pintarlas, en pocas palabras el cuñado de Renán, de origen español, eesposo de su hermana Nury, es el subdirector de Obras Públicas..

La actitud mezquina del alcalde Renán López Sánchez lo ha llevado a desconocer sus propios acuerdos pactados con militantes de su partido (PRI), ya que en su desesperación por ganar la presidencia municipal tocó diversas puertas, prometió las perlas de la virgen y se comprometió a cumplirlas, pero esos compromisos se han esfumado, porque lejos de cumplir su palabra empeñada, ahora padece de amnesia.

El pleito brutal sostenido con quien fuera el delegado del PRI en Jalpa de Méndez, el principal artífice de que ganara la alcaldía, es la prueba más palpable de que Renán López ya se desquició mentalmente, pues es del dominio del pueblo jalpaneco, que Gregorio Arias Pérez, fue uno de los operadores políticos que se metió hasta la cocina de muchos habitantes de ese municipio pidiendo el voto para Renán, pero además fue el artífice para neutralizar a su hermana Nury López Sánchez, quien enloquecida políticamente no medía las consecuencias de sus actos y se exhibía en los actos de proselitismo político de Andrés Manuel López, quien había venido a Tabasco a apoyar a los candidatos del PRD a las alcaldías; Goyo fue un factor importante para que Nury López dejara de exhibirse públicamente con Andrés así con senadores y diputados federales del PRD, porque esa actitud estaba golpeando políticamente a su hermano quien luchaba por ganar la presidencia municipal de Jalpa.

El pleito entre el ex-delegado político del PRI estatal en Jalpa, Gregorio Arias Pérez y Renán López alcanzaron visos de escándalo, pues una vez en el poder, los acuerdos políticos que sostuvieron fueron rotos por el edil, que en un acto de demencia ordenó al director de Seguridad Pública Municipal sacar por los pelos a Goyo y meterlo a la cárcel: “porque el que manda aquí soy yo, soy el presidente municipal y tu pen… no va a venir a ordenarme nada, ni pedirme que te suelte dinero mensualmente, porque dices que gracias a ti gane la presidencia municipal pero te equivocas, porque si hay alguien a quien le debo la presidencia municipal es a Jesús Selván mi aliado, ese sí fue quien me ayudó a ganar porque el plan para dividir al PRD en dos partes funcionó muy bien; gane por Jesús Selván no por ti Goyo Arias” le gritaba el alcalde al ex-delegado del PRI, y es que Renán había sido subdirector en el ayuntamiento que presidió Jesús Selván, por esa razón muchos priístas lo acusaron de tener el corazón amarillo, y su rompimiento con Goyo Arias es una prueba palpable de que se enloqueció de poder y soberbia y que ahora se niega a cumplir sus compromisos de campaña.

Lo bueno de éste enfrentamiento físico y verbal porque también se dice que se dieron de empujones, Goyo y Renán, es que el director de Seguridad Pública municipal, mantuvo la ecuanimidad y solamente en forma amable le pidió a Goyo Arias que abandonara la oficina del presidente municipal, pero quien perdió los estribos fue el presidente municipal que quería cárcel para Goyo.

Y es que esa ruptura (de Goyo y el edil) aseguran que es la crónica de una muerte anunciada, porque se dice que Renán siempre ha obedecido a los intereses del subsecretario de Gobierno, Andrés Madrigal y que bajo esas condiciones es sumiso y obediente ante su titiritero, pero soberbio y prepotente hasta con los barrenderos del ayuntamiento.

OJITOS

En el caso de Macuspana Siglo XXI que fue el complejo viviendístico anunciado con bombo y platillo por el ex-alcalde José Ramiro López Obrador que ahora solamente es un elefante blanco, hay mucha tela de donde cortar, porque prácticamente se vendió y se donó casi todo el terreno a particulares y la deuda con Banobras por 36 millones de pesos ahí está vigente, se tiene que pagar, y la nueva administración municipal no piensa cargar con deudas ajenas, sobre todo, porque se saqueó el patrimonio municipal ya que ese inmueble que consta en total de 76 hectáreas que fue comprada por la administración municipal de Pepín a Yuli Alvarez Velázquez y Juan Francisco Alvarez Velázquez, prácticamente ya paso a manos de particulares y la deuda con Banobras no se ha liquidado, por lo que estos actos de corrupción no se puede ni se debe de tolerar por las autoridades encargadas de la aplicación de la justicia.

Si Antonio Priego Jiménez se encuentra preso por haber saqueado las arcas públicas del ayuntamiento de Jalapa, no se debe tolerar que Elías Alvarez y Freddy Martínez Colomé, se paseen con impunidad, sin que paguen por el robo del siglo.