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(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)
En China hasta “súper del amor” hay
fcoperalta42@hotmail.com
Hoy, según informa desde Beijing Angel Villarino (corresponsal de Reforma), miles de chinos acuden a “súper del amor” en busca de pareja matrimonial. Lo hacen por sí mismos, y viendo por ellos sus padres y parientes cercanos.
“Pero (ahora) los súper mercados del amor y las agencias de contactos en Internet son más populares que ir a los parques. Es más cómodo, más ordenado y se pueden encontrar mejores parejas”, considera la encargada del local “Te estoy buscando”, según consigna Villarino en su nota.
Así que los chinos --y las chinas-- cada vez recurren con mayor frecuencia a los “súper del amor” en busca de pareja. Ahí encuentran muchas opciones dentro de las cuales escoger a la persona con la que se desposarán (si es que, claro, por otras vías no han conseguido hacerse de un novio o una novia y comprometerse con él o con ella en matrimonio).
En esos “súper del amor” no encontrarán de cuerpo entero, y en vivo y en directo, a la persona buscada, sino solamente su fotografía, colocada, junto con otras muchas, en grandes paredes, en las que asimismo aparecerán descritos datos personales, como su edad, su estatura, cuál es su trabajo y cuánto es lo que gana, si posee automóvil y casa propia, si ya antes fue casado o casada o si no, si tiene hijos o no, etcétera.
Conseguir pareja “por catálogo” es la nueva moda en la tradicional China (que por supuesto ha entrado al Internet en esta materia). “Familias enteras que buscan casar a sus hijos asisten a algún local”, en donde quien logró colocar su foto y sus datos en uno de esos súper del amor tuvo que pagar veinte yuanes --equivalente a tres dólares-- para entrar, ¿cómo podría denominarse?, a la subasta (o a la “venta” como la cataloga el citado Villarino.)
Lo que hay que hacer es saber escoger y no irse con lo primero que alegre los ojos. “Yo prefiero elegir bien pareja, con tiempo y cuidado, que esperar a que algo pase (un flechazo por ejemplo, o un amor a primera vista). Aquí hay muchas chicas y seguro que si tengo paciencia encontraré a alguien”, comentaría un ingeniero tras dos horas de estar revisando catálogos. “En el ejército no tengo tiempo de encontrarla, así que este sitio puede ayudarme a elegir; aquí tengo mucho de dónde escoger”, diría otro. “Está muy guapa, pero no gana mucho dinero y no tiene la residencia en Beijin”, expresaría un tercer buscador de esposa.
La madre o la abuela, o las hermanas, ayudan en la búsqueda. Estas van por la nuera o la cuñada perfecta o por el yerno o el cuñado perfecto. Y para esto están esos súper del amor, que ahora proliferan en China (y quién sabe en cuantas partes del mundo). Desde luego que también en Internet, en donde chicos y chicas --y aún gente mayor-- se ofrecen en matrimonio y atienden ofertas y, tras los necesarios intercambios de fotos y de todo aquello que para el caso es menester, terminan casándose o formando pareja, simplemente.
Cuántos matrimonios no se harán en China visitando un súper del amor, revisando uno y diversos catálogos o por medio de Internet. Cuántos en el mundo entero. ¿Miles?, quizá millones.
¿Recuerda usted lector, lectora, aquella revista mexicana llamada “Confidencias”?. Seguramente sí, si es mayorcito o mayorcita ya. (Y a propósito, ¿todavía saldrá a la venta esa publicación, antecedente remoto de esas a las que hoy suele denominársele revistas del corazón). Cuántas personas no encontraron novio o novia en una de sus secciones más leídas y construyeron una relación amistosa-amorosa que terminó en el altar.
¿Recuerda usted lector, lectora, aquellos breves mensajes, todos ellos anónimos? “Mujer solitaria, de treinta años, busca entablar relación seria con hombre mayor de cuarenta años… Dama de carácter alegre quiere relacionarse con hombre de buena conducta, trabajador, sin hijos; ofrece confidencialidad… Hombre viudo, con tres hijos casados, desea rehacer su vida al lado de una dama sin compromisos y sin importarle su edad… Busco marido, si alguien se interesa en serlo favor enviar su foto y sus datos personales al Buzón del Amor… Soy una chica que no tiene novio y que desea conocer a jóvenes solteros y sin compromiso… Soy…”
“Confidencias” hizo época en México, y quién sabe cuántos matrimonios propició, a cuántas “almas en pena” dio consuelo, a cuántos desilusionados devolvió la fe en el amor, a cuántos hombres y mujeres hizo felices. ¿Recuerda usted cómo era aquello que el Internet se llevó?.
P.D. “Sólo en Domingo” llega el día de hoy a su publicación número cien. Así de fácil. Gracias a usted lector, lectora, de Tabasco Hoy, por su preferencia, y a Miguel Cantón Zetina, director de este importante medio, por proporcionarme semana a semana un muy valioso espacio.
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