Soy víctima de un pueblo sin ley: Dafne
Por: Jesús Torres
Publicado en jesustorresnoticias.com
El domingo pasado, alrededor de las nueve de la noche, la hija del extinto periodista, Bartolo Jiménez, la señorita Dafne Mosqueda fue víctima de la delincuencia luego de ser salvajemente atacada por tres sujetos, menores de edad, cuando llegaba a la colonia Indeco, quienes a golpes y jalones le arrebataron su celular y otras pertenencias.
Poco después de haber descendido de un taxi que le brindó el servicio, al dirigirse a casa de un amigo, fue sorprendida de forma violenta por uno de los rateros que le arrebató su teléfono cuando se comunicaba con su amigo para informarle que ya había llegado a la colonia. Los otros dos pretendían quitarle su bolso mientras la tundían a patadas luego de tirarla al suelo.
Mientras forcejeaba con sus agresores, Dafne pedía auxilio a gritos, lo que provocó que los malhechores salieran huyendo en la motocicleta que conducían. Por fortuna su amigo, quien fue a alcanzarla, al percatarse de lo que lo que ocurría, con su automóvil logró derribar a uno de los asaltantes, los otros dos se dieron a la fuga.
Al rescate de Dafne acudió también un grupo de personas que se han organizado para cuidar la zona ante la inseguridad que se vive en la colonia Indeco. Detuvieron al delincuente de 15 años de edad y le dieron su escarmiento mientras llegaba la policía.
Después de lo ocurrido y a pesar de que la caseta de la Secretaría de Seguridad Pública se encontraba cerca de donde se dieron los hechos, finalmente, después de 20 minutos llegó la patrulla, subieron su motocicleta y se lo llevaron detenido.
Dafne interpuso su demanda por robo y agresiones en la Agencia Especializada para Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal ubicada en la avenida Gregorio Méndez #3501 de la Colonia Tamulté, donde se abrió la averiguación previa CI-AMPEA-403/2015.
La agraviada pidió reparación de daños, que le regresaran su celular y que encerraran al delincuente como castigo. Pero ¡oh sorpresa que se llevó! a las 72 horas fue liberado y ya anda suelto y tan campante por ahí como si no hubiera pasado nada.
A Dafne le dijeron que hasta que se integre el expediente del acusado y ella acredite la propiedad del celular entonces sí se llamara a cuentas a su agresor. Por lo pronto, los golpes, las lesiones y desgarres que sufrió en su brazo izquierdo cuando intentaban arrebatarle su bolso, tendrán que esperar y aguantarse como buena mexicana.
Ahora bien, en todo ese tiempo y trayecto se suscitaron inconvenientes que el titular de la Fiscalía General del Estado, Fernando Valenzuela Pernas y el secretario de Seguridad Pública no deben pasar por alto.
Cuando Dafne fue asaltada no fue asistida por la policía sino por un grupo de ciudadanos quienes gracias a su oportuna intervención detuvieron a uno de los tres delincuentes.
Cuando llegó la patrulla, como bien relata la agraviada, los elementos policiacos se presentaron con ciertas acciones que hasta hoy le causan incertidumbre y extrañeza.
Por ejemplo, los policías no contaban con papelería oficial para tomar datos de lo ocurrido, no le preguntaron siquiera cómo se habían dado los hechos al momento de la flagrancia del delito y los testigos que habían de por medio. Tampoco tomaron datos de la unidad de su amigo quien contribuyó a la detención del delincuente.
Según Dafne, en el trayecto a la agencia, uno de los policías le hizo saber que su agresor era menor de edad y que por ello tenía el derecho de quedar libre en 72 horas, independientemente que estuviera integrada o no la averiguación.
Ya en la Secretaría de Seguridad Pública, ubicada en 16 de Septiembre, donde le levantaron su declaración, observó falta de coordinación de procedimiento por parte de los servidores públicos quienes le hicieron llenar formularios de cómo se habían dado los hechos y quienes era sus atacantes.
Posteriormente, con todo y moto y agresor, se trasladaron en la patrulla a la Agencia Especializada para Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, pasada las 11 de la noche. Ahí, junto a su agresor y testigo le tomaron otra declaración.
Un policía le había dicho que el proceso sería largo por el papeleo que se tiene que hacer antes de ir ante un juez. La citaron para el siguiente día a las 11 de la mañana para ratificar la demanda, y como no le tomaron fotos a su bolso, el cual era una evidencia, la enviaron a la Fiscalía General del Estado.
El martes 17 del presente mes, cuando Dafne celebraba con sus amigos y familiares su cumpleaños, ese mismo día, a las 12 de la noche su agresor salía libre. Horas antes, la licenciada, Mayra Verónica Domínguez Dávila le había dicho que la averiguación estaba incompleta a pesar de las evidencias y testigos.
En un relato que Dafne hizo llegar a éste columnista escribe lo siguiente: sin tener un resultado positivo dentro del marco de la ley estoy sola y viviré con miedo a partir de hoy. Declaro y culpo a las autoridades porque soy víctima de un sistema fallido, de un pueblo sin ley y de mi miedo constante a partir de ese día
El domingo pasado, alrededor de las nueve de la noche, la hija del extinto periodista, Bartolo Jiménez, la señorita Dafne Mosqueda fue víctima de la delincuencia luego de ser salvajemente atacada por tres sujetos, menores de edad, cuando llegaba a la colonia Indeco, quienes a golpes y jalones le arrebataron su celular y otras pertenencias.
Poco después de haber descendido de un taxi que le brindó el servicio, al dirigirse a casa de un amigo, fue sorprendida de forma violenta por uno de los rateros que le arrebató su teléfono cuando se comunicaba con su amigo para informarle que ya había llegado a la colonia. Los otros dos pretendían quitarle su bolso mientras la tundían a patadas luego de tirarla al suelo.
Mientras forcejeaba con sus agresores, Dafne pedía auxilio a gritos, lo que provocó que los malhechores salieran huyendo en la motocicleta que conducían. Por fortuna su amigo, quien fue a alcanzarla, al percatarse de lo que lo que ocurría, con su automóvil logró derribar a uno de los asaltantes, los otros dos se dieron a la fuga.
Al rescate de Dafne acudió también un grupo de personas que se han organizado para cuidar la zona ante la inseguridad que se vive en la colonia Indeco. Detuvieron al delincuente de 15 años de edad y le dieron su escarmiento mientras llegaba la policía.
Después de lo ocurrido y a pesar de que la caseta de la Secretaría de Seguridad Pública se encontraba cerca de donde se dieron los hechos, finalmente, después de 20 minutos llegó la patrulla, subieron su motocicleta y se lo llevaron detenido.
Dafne interpuso su demanda por robo y agresiones en la Agencia Especializada para Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal ubicada en la avenida Gregorio Méndez #3501 de la Colonia Tamulté, donde se abrió la averiguación previa CI-AMPEA-403/2015.
La agraviada pidió reparación de daños, que le regresaran su celular y que encerraran al delincuente como castigo. Pero ¡oh sorpresa que se llevó! a las 72 horas fue liberado y ya anda suelto y tan campante por ahí como si no hubiera pasado nada.
A Dafne le dijeron que hasta que se integre el expediente del acusado y ella acredite la propiedad del celular entonces sí se llamara a cuentas a su agresor. Por lo pronto, los golpes, las lesiones y desgarres que sufrió en su brazo izquierdo cuando intentaban arrebatarle su bolso, tendrán que esperar y aguantarse como buena mexicana.
Ahora bien, en todo ese tiempo y trayecto se suscitaron inconvenientes que el titular de la Fiscalía General del Estado, Fernando Valenzuela Pernas y el secretario de Seguridad Pública no deben pasar por alto.
Cuando Dafne fue asaltada no fue asistida por la policía sino por un grupo de ciudadanos quienes gracias a su oportuna intervención detuvieron a uno de los tres delincuentes.
Cuando llegó la patrulla, como bien relata la agraviada, los elementos policiacos se presentaron con ciertas acciones que hasta hoy le causan incertidumbre y extrañeza.
Por ejemplo, los policías no contaban con papelería oficial para tomar datos de lo ocurrido, no le preguntaron siquiera cómo se habían dado los hechos al momento de la flagrancia del delito y los testigos que habían de por medio. Tampoco tomaron datos de la unidad de su amigo quien contribuyó a la detención del delincuente.
Según Dafne, en el trayecto a la agencia, uno de los policías le hizo saber que su agresor era menor de edad y que por ello tenía el derecho de quedar libre en 72 horas, independientemente que estuviera integrada o no la averiguación.
Ya en la Secretaría de Seguridad Pública, ubicada en 16 de Septiembre, donde le levantaron su declaración, observó falta de coordinación de procedimiento por parte de los servidores públicos quienes le hicieron llenar formularios de cómo se habían dado los hechos y quienes era sus atacantes.
Posteriormente, con todo y moto y agresor, se trasladaron en la patrulla a la Agencia Especializada para Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, pasada las 11 de la noche. Ahí, junto a su agresor y testigo le tomaron otra declaración.
Un policía le había dicho que el proceso sería largo por el papeleo que se tiene que hacer antes de ir ante un juez. La citaron para el siguiente día a las 11 de la mañana para ratificar la demanda, y como no le tomaron fotos a su bolso, el cual era una evidencia, la enviaron a la Fiscalía General del Estado.
El martes 17 del presente mes, cuando Dafne celebraba con sus amigos y familiares su cumpleaños, ese mismo día, a las 12 de la noche su agresor salía libre. Horas antes, la licenciada, Mayra Verónica Domínguez Dávila le había dicho que la averiguación estaba incompleta a pesar de las evidencias y testigos.
En un relato que Dafne hizo llegar a éste columnista escribe lo siguiente: sin tener un resultado positivo dentro del marco de la ley estoy sola y viviré con miedo a partir de hoy. Declaro y culpo a las autoridades porque soy víctima de un sistema fallido, de un pueblo sin ley y de mi miedo constante a partir de ese día
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.