La comunidad
universitaria se reunió para rendir homenaje al célebre pintor de Caballo
Blanco en su XIV Aniversario Luctuoso.
Fontanelly
Vázquez Alejandro, en su amplia visión de la cultura y la educación, creía en
una universidad democrática e incluyente, donde todas las manifestaciones
culturales fueran parte esencial del proceso educativo y, de esta forma, se
contribuyera a la formación crítica de los alumnos, rememoró el profesor
investigador Enrique Chang Hernández, durante el homenaje que la Universidad
Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) llevó a cabo el pasado 6 de febrero para
conmemorar el XIV Aniversario Luctuoso de quien fuera uno de los mejores
artistas plásticos de la entidad.
“Fonta,
como se le decía de cariño, deseaba una universidad que formara a profesionales
con una visión integradora para compartir, crear y recrear la cultura con una
mayor conciencia y sentido de pertenencia y responsabilidad respecto a los
problemas sociales”, resaltó en presencia de la secretaria de Servicios
Académicos, Dora María Frías Márquez -quien acudió en representación del
Rector, José Manuel Piña Gutiérrez-; del director de Difusión Cultural y
Extensión, Miguel Ángel Ruiz Magdónel y de la directora del Consejo de Ciencia
y Tecnología del Estado de Tabasco, Mirna Cecilia Villanueva Guevara.
Al
tiempo de considerar que fueron esos ‘trazos de su pensamiento´ los que
llevaron al célebre pintor a ser docente, promotor y gestor cultural con un gran
poder de convocatoria y persuasión, “un artista con cierta vocación de utopía”,
Enrique Chang señaló que para ‘Fonta’ la difusión de la cultura y sus esfuerzos
por divulgar el trabajo de sus colegas fue más que un gusto, una convicción.
“Era un promotor porque tenía utopías, porque no se podía estar quieto, porque
no creía en la imposición y en el autoritarismo, porque asumió una postura
política; es decir, un promotor dentro y fuera de la universidad”, refirió.
La fotografía, su doble
aliada
Invitado
al homenaje que tuvo verificativo en las instalaciones de la Librería
Universitaria para platicar sobre el autor de “Caballo Blanco”, quien
falleciera en 1999, el periodista cultural y fotógrafo, Juan de Jesús López,
hizo un análisis sobre la inclinación de éste hacia la fotografía erótica, para
lo que dio lectura al ensayo titulado “Fontanelly Vázquez: Primeros apuntes
sobre el Homoerotismo Fotográfico en Tabasco”.
“Fontanelly
tenía en la fotografía una doble aliada, la frecuentaba con asiduidad como
registro social; se dice que tenía también uno de los mejores archivos del
movimiento de izquierda en Tabasco, y como herramienta de trabajo visual, en el
libro Realidad y Deseo se reproducen algunas de sus mejores tomas en las que se
apoyaba para realizar sus dibujos que, sin duda, son superiores a sus fotos”,
reflexionó López, quien es autor del álbum fotográfico Ruega por Nosotros y el
poemario Turuntuneando.
“Lo
cierto es que ‘Fonta’ conocía y tenía como principal referencia al fotógrafo
estadounidense Robert Mapplethorpe, pero el tabasqueño no veía en la fotografía
un fin estético, más bien tenía en la fotografía un placer estacionario. La
fotografía no fue su interés creativo principal, lo suyo era más bien el
acaparamiento del gozo, de su gozo, que luego estilizaba con el carboncillo y
la sanguina, sin embargo, de manera directa se puede decir que fue de los
primeros autores que abordaron el desnudo fotográfico masculino que se hace en
Tabasco”, concluyó.
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