UN GOBERNADOR QUE DESGOBERNÓ A TABASCO.
Los datos y números fríos que divulga la Secretaria de Hacienda de lo que Tabasco tuvo para ser un estado mucho mejor en sus estándares de vida, resultan indignantes. Conocer por medio de estas cifras lo mal gobernado que estuvimos por malas, mejor dicho, pésimas decisiones, son escalofriantes.
Los tabasqueños nos hemos caracterizados de ser un pueblo que habla mucho, que opina demasiado, pero que no actúa en el momento adecuado.
Hoy lo que hemos conocido nos da una lección importante, que nosotros somos los únicos que tenemos las voces y el derecho para levantarla cada vez que sea necesario. No es cuestión de que otros tengan la responsabilidad de hacerlo y después se lo achaquemos.
Es responsabilidad de todos, sociedad civil, medios de comunicación, industriales, inversores, en fin, de todos.
Sabemos de la gran corrupción del gobierno de Andrés Granier Melo, sabemos de cuantos involucrados existen, sabemos también quienes y como se llaman aquellos que ocultos en la oscuridad eran los verdaderos capos de esta mafia gubernamental. También sabemos que éstos, los mas responsables y herederos de grandes fortunas mal habidas, son los que mas protegidos están porque no existen rastros de sus actos corruptos. Ante la ley la evadirán posiblemente, pero ante el veredicto de una sociedad ofendida y sumamente encabronada de ella sus nombres no escaparan.
Dicen que negligencia e incapacidad también son sinónimos de corrupción, veamos muy breve lo suscitado en el sexenio pasado.
Se informa que fueron casi 100 mil millones de pesos que fueron provenientes de las participaciones federales directas tanto de fondos y programas derivados del cobro de diversos impuestos y servicios, esto según estadísticas de la Secretaría de Hacienda. Mucho dinero, muchísimo, que hubiese alcanzado para haber hecho de Tabasco un lugar mejor para vivir en todos los aspectos. No fue así, no hubo ni intención ni las ganas de hacerlo, predominó sobre todas las cosas el hambre del dinero fácil.
Los recursos fueron usados para gastos operativos y corrientes, como viáticos, súper sueldos, una duplicada nomina, rentas y diversos pagos de servicios, como energía eléctrica, telefonía y de oficina.
Con estos ingresos, que en total suman 96 mil 762 millones 505 mil 573 pesos, que nos dan un promedio de 16 mil millones por año, nuestro estado se ubicó entre los 10 estados que más participaciones recibieron en el sexenio calderonista.
Hay un análisis simple pero valioso, veámoslo: Si este dinero se hubiese repartido a los 2.3 millones de tabasqueños, Tabasco hubiera sido el estado que ocuparía el primer lugar en el país con un ingreso per cápita de 43 mil 224 pesos, muy por encima de los 34 mil que les tocarían a los habitantes de la capital del país y a los 20 mil del Estado de México.
Aquí en estas cifras no se consideran los ingresos de recursos etiquetados aportados a través de las participaciones de los ramos 20, 25 26, 28 y 33, que llegan al estado a través de las delegaciones federales. Faltan los recursos que provienen de impuestos sobre tenencia y muchos mas que se recaudan en el estado por medio de la federación que aquí se depositan en las finanzas del estado.
Le decía al principio, que los datos son escalofriantes, nos vaciaron tanto que quedamos exprimidos. No lo merecía nuestra gente, fue un saqueo imperdonable, con un precio doloroso.
Ahora a esperar cuantos pisaran ese lugar que tanto fue descuidado y ha estado en el total abandono por décadas, -irónicamente por las propias autoridades-, y que hoy, muchas de ellas sentirán en carne propia lo que viven dentro de ese espacio, cientos de reclusos. Esperamos que no hayan exclusividades, ni privilegios.
Al sureste.- Mi profesor cometió una pifia…espero la enmiende pronto.
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