Publicado en el Diario El Heraldo de Tabasco
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POR AMBICIOSO Y MEZQUINO: ¡CAYÓ REDONDITO!
A pesar de los años que tiene en el quehacer político estatal, el ambicioso y mezquino ex titular de Salud, Carlos Manuel de la Cruz Alcudia, fue “chamaqueado”, pues cayo redondito en la trampa que operó su homólogo, Ezequiel Toledo Ocampo, quien lo nombró director del Centro de Salud de Tierra Colorada para humillarlo, denostarlo y correrlo de manera y forma escandalosa y vergonzosa.
Es claro que la perversidad cometida no fue idea -por conocidas razones- del actual secretario de Salud, pero sí fue deliberadamente su ejecutor, pues conocía todos los detalles de la perniciosa estrategia política montada para balconear y destrozar a uno de los llamados químicamente puros.
Claro está que el principal responsable y culpable fue el gris ex diputado local, quien por sentido común nunca debió morder el anzuelo, pues la carnada era tan obvia, que ni un ciego se la hubiera tragado, sin embargo, su desesperación por seguir gozando de todas las canonjías y prebendas políticas y económicas que dan los cargos públicos -por muy bajos que sean en cualesquiera de los tres niveles de gobierno-, lo impulsó a caer en la trampa.
Con todas las broncas en que se vio metida la secretaría de Salud en el último trimestre del 2012, Carlos Manuel de la Cruz Alcudia debió asumir una actitud digna, prudente, discreta, mesurada y sobre todo distante de los medios de comunicación, empero, lo hizo al revés, poniéndosele de a pechito a sus adversarios políticos, que por cierto son un montón.
Y con toda seguridad viene lo peor, pues su vergonzosa remoción del Centro de Salud de Tierra Colorada no es más que un anticipo de lo que le espera a la vuelta de la esquina, pues al igual que José Manuel Saiz Pineda, Héctor López Peralta, Cliseria Rodríguez Alvarado y Beatriz Luque Green, tendrá que responder por su evidente responsabilidad en la crisis financiera que desde el año pasado padece la entidad, y en especial el sector salud.
Si él piensa que ya todo terminó, está totalmente equivocado, el cese de la dirección no es más que el principio de lo que se le viene encima, pues tanto peca el que jala la pata, como el que mata…, y por omisión o complicidad, el ex encargado de la salud en Tabasco es corresponsable de lo acontecido en la secretaría que manejó todo el 2013..
El mediocre ex funcionario “granierista” está cosechando lo que sembró durante su vertiginosa y a la vez efímera trayectoria política, pues políticamente está muerto, y si no se le quita lo soberbio y arrogante, hasta a la cárcel puede ir. Así de fácil y sencillo.
Lo bueno es que estamos a unos cuantos días de saber a ciencia cierta lo que le depara el destino a Carlos Manuel de la Cruz Alcudia. Situación que debe generarles algunos sobresaltos por las noches, y no es para menos, pues tiene motivos de sobra para no poder conciliar el sueño por ocho horas, tal y como aconseja sus colegas.
Quién lo iba a pensar o tan siquiera a imaginar, y es que la política sigue siendo una rueda de la fortuna: unas veces arriba y otras abajo, aunque éstos se volaron la barda.
“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”
(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)
El nombramiento de Javier Calderón Mena en la Universidad Tecnológica del Usumacinta (UTU), es, a todas luces, otra pifia política más, no sólo del titular de la SEP, Rodolfo Lara Lagunes, sino del propio secretario de Gobierno, César Raúl Ojeda Zubieta, quien debió cuidar el protocolo de la unción del ex perredista y ahora panista.
De verdad qué falta de oficio y sensibilidad política. Error tras error. ¿A caso no tienen gente dedicada a revisar la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Tabasco, y las demás leyes secundarias?, como sería en este caso, la Ley Orgánica Municipal y la que tiene que ver con la estructura y el buen funcionamiento de la propia UTU. Por favor señores, póngase a trabajar en serio.
El asunto es que esa provocativa ilegalidad ayer produjo los primeros heridos, pues Javier Calderón Mena llegó con más de cien porros armados de tubos, cadenas, machetes y palos a agredir a los estudiantes y directivos que están a favor de la legalidad.
Y todo por no seguir al pie de la letra lo que dicen y señalan las leyes.
Quienes también empiezan a apestar por sinvergüenzas son los consejeros electorales, pues la desaseada compra del inmueble –allá por el Periférico- del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC), demostró la mezquindad de cada uno de ellos.
Y a decir verdad, según las pruebas y los dichos, nadie se salva, pues todos participaron -unos más, unos menos- en el fraude que se cometió en contra del erario estatal. No hay un solo consejero electoral que esté libre de cien azotes.
Por lo que cada uno de ellos debe ser castigado y sancionado por la justicia.
Por decisión del presidente Enrique Peña Nieto, el secretario de Educación Pública federal, Emilio Chuayffet Chemor, será el encargado de darle seguimiento a las políticas y los acuerdos que se tomen en la CONAGO.
Nombramiento que sin duda alguna contó con el beneplácito del mandatario estatal, Arturo Núñez Jiménez, pues es de sobra conocida la amistad que los une. Tan es así que el pasado 31 de diciembre el ex gobernador mexiquense lo mandó en su representación, me refiero a la toma de protesta del gobernador en la que estuvo el ex secretario de Gobernación.
Soplan vientos favorables para que la entidad agarre vuelo. Ojalá y así sea.
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