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MANIFIESTA IGNORANCIA, INCAPACIDAD Y
FALTA DE OFICIO POLÍTICO
Política
y jurídicamente el gobierno del Estado de Tabasco ha dejado muchísimo que
desear. Durante todo el mes de enero quedó de manifiesto la olímpica
ignorancia, incapacidad y falta de oficio y sensibilidad política de quienes
conducen la actual administración.
Días
antes, el equipo de transición nombrado a mediados de noviembre del año pasado
por el gobernador Arturo Núñez Jiménez;
encabezado entonces por la ex senadora y actual diputada Rosalinda López Hernández había dado muestras de su ineficiencia e
ineficacia política, pues si hubieran asumido con responsabilidad las tareas
encomendadas por el inquilino de la Quinta Grijalva, pudieron evitar la metida
de patas que dio la Contraloría cuando se adjudicó oficialmente haber fincado
responsabilidades en contra de los doctores
Humberto Azuara Forcelledo, Luis A.
Ojeda Jiménez y Gonzalo Neme Díaz.
La
cual tuvieron públicamente que desmentir el tres de enero del presente año, a
través de un comunicado, ya sin los bombones y platillos de la primera
información, en el que se festejaba el cese de los directores de los nosocomios
Juan Graham Casasus, Gustavo A Rovirosa y Rodolfo Nieto Padrón.
Horas
después, el director del Instituto del Deporte en Tabasco (INDETAB), José Carlos Dagdug Nazur, contradecía
sin ruborizarse el discurso de toma de protesta del mandatario estatal en
contra del nepotismo, pues en un hecho insólito nombró a su padre, Carlos Elías Dagdug Martínez,
presidente del Consejo de Administración del Club Olmecas, y a su hermano, Juan Luis Dagdug Nazur, presidente
Ejecutivo del mismo equipo beisbolero. Conculcando varios artículos de la Ley
de Responsabilidades de los Servidores Públicos del Estado de Tabaco.
Después vendrían en cascada las flagrantes
violaciones a las leyes orgánicas que se dieron en las desaseadas unciones en
el Colegio de Bachilleres de Tabasco (COBATAB) con Jaime Mier y Terán Suárez; en el Instituto Estatal de las Mujeres
(IEM) con Leticia del Carmen Romero Rodríguez; en el
Instituto de Formación para el Trabajo del Estado de Tabasco (IFORTAB) con
Lesvia del Carmen León de la O; y en el Instituto Registral del Estado
de Tabasco Registro Público (IRET) con
María del Rosario Frías Ruiz.
Recientemente,
el ahora titular de Conciliación y Arbitraje, Javier Vargas Ramón, y el Secretario Ejecutivo del Instituto
Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC), Julio César Fajardo, asumieron atropelladamente sus respectivos
cargos, a grado tal, que éste tuvo que ser destituido por violar el Código
Penal y la propia Ley Electoral.
Estos
son solos algunos casos que muestran en toda su dimensión y magnitud no sólo la
inexperiencia y novatez, sino la falta de profesionalismo político, técnico y
administrativo del gobierno del cambio, y sobre todo del secretario de Gobierno, César Raúl Ojeda Zubieta, quien como
encargado de la política interna debió vigilar y evitar que se cometieran
tantos errores políticos en solo un mes.
Para
que la gente asegure que empezaron peor que el ex gobernador Andrés Rafael Granier Melo, imagínense
la decepción que provocaron en la población tabasqueña, y avecindada aquí,
sobre todo entre la clase política local.
Y eso
que tuvieron seis meses para conocer a fondo, incluidos los legisladores, cada
una de las áreas que integran la administración pública estatal. Por ello
resultan ridículas y patéticas las pifias hechas, más aún cuando más de un
funcionario sabía de antemano su destino.
En
serio que es vergonzoso.
“SQUOD
SCRIPSI, SCRIPSI”
(LO
ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)
Ojalá
y Dios ilumine no sólo a la Contralora Patricia
Jiménez Oropeza, sino a los titulares de la Procuraduría General de
Justicia (PGJ) y del Poder Judicial de Tabasco, Fernando Valenzuela Pernas y Jorge
Javier Priego Solís, respectivamente, no vaya a ser que por errores de
tecnicismos y procedimientos jurídicos terminemos recibiendo en la terminal del
aeropuerto como héroes a los saqueadores del erario estatal.
Porque
ahí sí que me pego un tiro.
Después
de ver la serie de estupideces que han cometido sus homólogos, cualquier cosa
se puede esperar de los flamantes funcionarios del gobierno del cambio.
Pasando
a otro asunto, todavía es muy temprano para conocer las verdaderas causas de la
explosión ocurrida ayer en el edificio E-B2 del complejo de la Torre de
Petróleos Mexicanos -ubicado en la avenida Marina Nacional en el Distrito
Federal-, porque eso de un sobrecalientamiento de un aire acondicionado levantó
suspicacias por todos lados y partes.
Hasta
anoche iban -cifras del secretario de Gobernación- 14 muertos y 80 heridos.
Habrá que esperar entonces los peritajes oficiales para saber las causas del
lamentable accidente, si es que en efecto así ocurrió, pues nadie puede afirmar
por ahora de que no haya sido un atentado del crimen organizado o la guerrilla
urbana.
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