homero
(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)
Perdónenme que los llame caballeros
El insigne Groucho Marx, antes de entrar en diálogo con su auditorio, se disculpaba: “Perdónenme que me refiera a ustedes como caballeros, pero es que todavía no los conozco”.
Yo quisiera decirles a los señores de aquí, de nuestra Cámara de diputados y a los de la Cámara federal que se disculparan por las “indejadas” que cometen a diario. Los impuestos del IVA y el ISR que aumentaron a cambio de impedir la alianza entre el PAN y el PRD en el Edomex, rebasa toda ética política, si es que ésta existe.
Fue tan brutal su aplicación y tan asquerosa su aprobación que tengo que dudar –al lado de toda la sociedad tabasqueña en su conjunto- que toda nuestra bancada priísta haya reaccionado, como los escorpiones, contra su misma naturaleza: el voto de una sociedad puteada y arrinconada como la nuestra. ¿Por qué ensañarse así con los jodidos?
Hablo –claro- de esa encerrona infame que se dieron los diputados federales para aclarar los pactos en lo oscurito. ¿Cómo podría superar México sus ancestrales traumas con tipos y tipos tan inmorales como los ocho diputados que envió Tabasco a la más alta tribuna de nuestro país? Que triste es verlos entregados a orgías tan asquerosas que van contra los intereses del pueblo que los eligió.
Lo cabrón es que nos salen carísimos para lo que hacen. ¿Ha escuchado que nuestros diputados o diputadas suban a la tribuna a debatir algún asunto de interés tabasqueño?
No, su capacidad sólo les da para hacer piñatas de “Pinocho”. Ayer, 135 tomaron la palabra en la tribuna, no para hacer leyes, no para hacer alianzas para proteger al pueblo, la tomaron para desfogar la bestia que traen dentro.
Ya empezaron a salir los “secretos” del 2006. Ya los priístas entienden que no pueden guardar por más tiempo en sus buches lo innombrable: que se confabularon con los panistas para derrotar al candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador. Tales priístas y panistas, inmorales y cínicos, se soltaron el pelo.
Es claro que César Nava es sólo un guiñapo sin moral. Lo mismo Beatriz Paredes. ¿Qué se quieren someter a la prueba del polígrafo? Trinches cínicos que ni siquiera su palabra pueden honrar.
Es hora del México pobre, el México que espera aún que se le haga justicia. Pero no es con los diputados y senadores con los que debe ir. El pueblo tiene que organizarse de manera diferente. Esperar a que los políticos le hagan el favor es regodearse en nuestra misma pendejez. Habrá que hacer movimientos sociales sin la “chiche” de los partidos.
Usted los ve hoy en nuestra Cámara local. Tipos tan aberrantes que sólo buscan el interés particular, quieren brincar al siguiente escaño. ¿Entiende ahora que lo que alguna vez se propuso Garrido no era tan descabellado? Después de ver los tristes desfiguros de 500 pobres cabrones (as), uno no puede sino escupirles el hocico…
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