LOS DÍAS DE UN AÑO DIFÍCIL
Juan José Sánchez Gálvez
laposta_1@hotmail.com
Publicado en el Diario OLMECA
AYER COMO HOY.- Rescato del “Diccionario de los políticos” de don Juan Rico y Amat editado por primera vez en 1850, una palabra que sonará fuerte en estos días: Bancarrota. Significa, según el autor: “achaque muy común en los gobiernos despilfarradores. Parece ser que entre más representativo es un gobierno, más caro es el mantenimiento de su estructura y propenso a contraer esta enfermedad. Cuando se presentan los primeros síntomas, la enfermedad se controla con una cataplasma de empréstitos, con un calmante de emisión de papel moneda o con saliva. Regularmente estos paliativos no sirven; la verdadera medicina está en repartir menos de lo que se recoge y hacer la repartición con justicia y moralidad”. Hace 166 años se dijo y sigue vigente el dichoso concepto. Pordiositosanto.
HOY COMO SIEMPRE.- Después del balde de agua fría que cayó con la presentación del paquete económico 2017 que afinó Luis Videgaray para que lo presentara José Antonio Meade, y recientemente la fría respuesta del presidente Enrique Peña Nieto al planteamiento del gobernador durante su visita a Huimanguillo, la conclusión es que habrá apoyo del gobierno federal pero limitado, por lo tanto, hay que replantear el esquema para la reactivación económica y rescate de los sectores productivos desde una perspectiva local, es decir, que el eje central de los proyectos sean los hombres de negocio de la entidad, que los capitales acumulados por cientos de tabasqueños que rentaban casas y bodegas o prestaban algún servicio a PEMEX y sus contratistas, no permanezcan ociosos y los pongan a trabajar con todos los riesgos que esto implica pues al final de cuentas es la característica de los verdaderos empresarios.
UNA TANDA PARA TODOS.- Las delegaciones federales competentes y el gobierno estatal deben hacer lo mismo, poner a trabajar el dinero ocioso que se acumula en los fondos y fideicomisos diversos, como el Fondo Pyme o el FIDET. Para eso tendrán que alivianar los requisitos que les exigen a los micros y pequeños empresarios, pues son tantos y tan insólitos, que los solicitantes terminan por darse por vencidos al poco tiempo de entregar papeles y más papeles. Los proyectos que entregan los empresarios con tanta ilusión, son sometidos a un proceso burocrático del que pocos salen bien librados, como la verificación por un subcomité técnico estatal y el consejo directivo nacional del estos fondos, los que finalmente determinan su viabilidad. De continuar esto así, el dinero se enmohecerá sin beneficio. Recientemente escuché la propuesta de un grupo de pequeños empresarios que consideran que es mejor entre todos organizar una TANDA. Es más rápido y seguro.
LA CAMINERA.- Así como las normas para acceder a los créditos de gobierno están hechas para bloquear el acceso a los empresarios, también hay leyes y reglamentos que se hicieron para prohibir la expansión de los negocios. El reglamento del mercado Pino Suárez limita a los comerciantes a un espacio, lo que trae como consecuencia que funcionarios y líderes de uniones acaparen locales que registran a su nombre y de familiares para rentarlos. La ley de transportes prohíbe que haya competencia, las concesiones son otorgadas exclusivamente a las uniones establecidas impidiendo que mejore el servicio, por eso los transportistas hacen lo que quieren y lo peor es que la autoridad los apoya, no había visto un operativo tan feroz como el implementado contra la empresa UBER, mientras en las narices de la autoridad circulan unidades piratas propiedad de los mismos concesionarios, algunos son funcionarios y están protegidos. Definitivamente ¡Me doy! Hay que cambiar estos esquemas que sólo sirven para generar más corrupción. Sea por Dios.
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