Jacinto López Cruz
jaclop62@hotmail.com
(Publicado en el Diario Rumbo Nuevo)
Con un pie afuera
Sumido deportivamente nuestro estado en los últimos lugares del medallero nacional, gracias a la habilidad para destruir todo lo que a su paso ha encontrado, los deportistas de todas las ramas solamente cuentan las horas para que la directora del Instituto de la Juventud y el Deporte, Melchi Franco Ruiz, sea relevada del cargo, cediendo la estafeta a otra persona que realmente conozca a fondo de cada una de las disciplinas deportivas para intentar regresar a los primeros lugares.
A más de tres años de haber asumido el cargo de directora del Instituto de la Juventud y el Deporte, doña Melchi Franco, no pudo encontrarle la cuadratura al círculo, de tal manera que sumió en el caos y el desastre a esa dependencia, pues lejos de privilegiar el apoyo a los atletas que han competido en las diferentes ramas deportivas, su nula visión por el deporte propició la debacle, cayendo hasta los últimos lugares en el medallero nacional, por lo que la comunidad deportiva ha mostrado su repudio por sus prácticas arcaicas, esperando que sea relevada por una persona que realmente conozca de la rama deportiva y que llegue a trabajar con las diversas organizaciones, para que los atletas tabasqueños reciban el apoyo necesario para reactivar las competencias deportivas y se regrese a la senda del triunfo, trayendo de nueva cuentas medallas para nuestra entidad.
Lejos de privilegiar el deporte en nuestro estado, doña Melchi Franco prefirió blindar sus intereses personales colocando en las principales carteras del Injudet a su parentela, así, en el área de compras colocó a su cuñada, Silvia Luz Hernández Magaña, hermana de su esposo, Miguel Hernández; esta dama, por indicaciones de la directora general, decide a quien se le debe de comprar y la forma en que recibirá sus “regalías”. En el área de Recursos Financieros, doña Melchi, colocó a una de sus sobrinas de nombre Fátima García Chablé, y en Recursos Humanos a Claudia del Carmen García Chablé, así al estilo Chedraui, la familia está de acuerdo.
La carta de recomendación de doña Melchi para que ya estuviera fuera del Injudet, son los tres sonados fracasos nacionales que se obtuvieron en materia deportiva; pero aún así tuvo la desfachatez de enviar a Tuxtla Gutiérrez a la selección de atletismo sin uniformes, propiciando que quedaran en el último lugar de la competencia; los tres equipos de beisbol fueron eliminados y a los atletas de levantamiento de pesas no les pudo conseguir el autobús para que viajaran a Chetumal, Quintana Roo, a las competencias, por lo que los padres de los atletas se tuvieron que cooperar para que estos deportistas viajaran a aquel estado. Eso sin contar que al premio estatal del deporte, Jorge Madrigal Badillo, le dio un cheque sin fondo por mil 600 pesos, así como le adeuda dos boletos de avión, más los dos meses que le adeuda de su beca.
Bajo estas graves irregularidades, Melchi franco, no solamente le ha fallado a los atletas tabasqueños, sino al mismo gobernador, Andrés Rafael Granier Melo, quien le brindó la oportunidad de que fuera directora del Instituto de la Juventud y el Deporte, pero no ha podido con el paquete, por lo que se avizora su inminente salida, pero mientras se concretiza el relevo, sigue cometiendo más pifias.
Por cierto, uno de los anotados para dirigir el Injudet, es el ex-presidente municipal de Macuspana, José Eduardo Rovirosa Ramírez, quien ahora labora en una de las subsecretarías de la secretaría de Gobierno, aunque al parecer la silla de Melchi ya tiene nuevo dueño y que todo es cuestión de días para que se realice el relevo. El deporte tabasqueño le agradecerá al gobernador Granier que haya un cambio en esa dirección.
OJITOS
La mañana de ayer, sin protocolo de por medio, los tres consejeros electorales que fueron electos por el Congreso del estado y que tomaron la protesta de rigor el pasado viernes, llegaron a las instalaciones del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Tabasco a tomar posesión de sus cargos.
Alfonso Castillo Suárez, en su calidad de presidente del consejo estatal del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Tabasco, llegó a sus oficinas en donde brilló por su ausencia el ex-titular Enrique Galland Márquez, quien desde semanas atrás dejó de acudir al inmueble, ante la exigencia de los consejeros electorales de que rindiera cuentas claras antes que dejara la institución, pero éste sujeto, gris, anodino, no se inmutó ante las peticiones y mejor prefirió mantenerse fuera de los reflectores de los medios de comunicación y de los propios consejeros.
De la misma forma, Héctor Aguilar Alvarado y Jorge Ventura Montaño, tomaron posesión de sus oficinas en ausencia de los ex-consejeros Carlos Aguilar Ruiz y Juan Correa López, quienes ya habían sacado sus objetos personales, y hasta cierto punto es entendible el que ya no acudieran al inmueble, no así, Enrique Galland, quien de manera protocolaria debió entregar la presidencia y sus oficinas a Alfonso Castillo, aunque de acuerdo a la ley de la materia tendrá que entregar junto con la directora de Administración, Elia Magdalena de la Cruz León; Armando Javier Maldonado Acosta, secretario Ejecutivo, y Moraima Herrera, contralora interna, los activos y pasivos que conforman al Instituto Electoral, de allí que se prevé que haya un acto protocolario de entrega-recepción, quizás en privado para evitar que el cuestionado ex-presidente, Galland Márquez, sea objeto de cuestionamientos por parte de los medios de comunicación ante su deplorable paso por esa institución. Y es que este anodino sujeto, hipócrita por naturaleza, ha sido el presidente del Instituto Electoral más cuestionado en los últimos años, por las irregularidades administrativas que cometió, pero que no ha salido a la luz pública, salvo contados casos que los mismos medios de comunicación han dado cuenta a la opinión pública. Pese al repudio generalizado en su contra, porque hasta los propios consejeros llegaron a detestarlo, Enrique Galland se marchó loco de contento con su cargamento, sabiendo que nadie se atreverá a exigirle que rinda cuentas claras, aun cuando se encuentren irregularidades financieras dentro del organismo electoral.
VISORCITO
El reconocimiento al liderazgo del gobernador Andrés Granier, que está redundando en la transformación de Tabasco, hecho por el presidente municipal perredista de Jalapa, Luis Francisco Deyá Oropeza, el pasado jueves 25 de febrero durante la firma del Convenio Unico de Desarrollo Municipal “Unidos para Transformar a Tabasco”, ha puesto de cabeza a la cúpula estatal del Partido de la Revolución Democrática, que les cayó como una purga las declaraciones del alcalde amarillo, que de esta forma reconoce que Granier mantiene un liderazgo indiscutible entre la población tabasqueña, pese a las diatribas que los ultraradicales del PRD le lanzan al gobernador.
Tanto Armando Narciso Correa Peña, alcalde de Jonuta, como Luis Francisco Deyá, reconocen en Andrés Granier al gobernador que se ha caracterizado por buscar la transformación de Tabasco, mediante una política cercana a los presidentes municipales sin importarle colores partidistas, mostrando su plena disposición a trabajar en un solo frente común con el Ejecutivo estatal para alcanzar los objetivos de los planes estatal y municipal de desarrollo que buscan elevar los índices de calidad de la población de Tabasco.
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